Rocío Contestín considera que las BEME abren las puertas a nuevas oportunidades y contribuyen a estrechar lazos entre Galicia y Argentina
La historia de la familia de Rocío Contestín en la emigración se inició con la partida de su bisabuelo coruñés a Buenos Aires cuando la capital argentina comenzaba a despuntar económicamente. Años después, es su biznieta la que hace el trayecto a la inversa para cursar en Galicia un máster en Biotecnología Avanzada, que complemente la licenciatura en Ciencias Biológicas que obtuvo en su país y le permita situarse en el mercado laboral con mayor solvencia.

El dónde lo desveló en entrevista con ‘Galicia en el mundo’, el pasado 18 de junio, en el transcurso de la entrega de diplomas a los beneficiarios de las becas BEME del presente curso. Su deseo, según confesó entonces, se basa en “conseguir algún empleo relacionado con el área” de formación de su preferencia y “seguir desarrollándome profesionalmente aquí”, dice, en alusión a Galicia.
El campus de Vigo de la Universidad de Vigo (UVigo) es el lugar que Rocío María Contestín García eligió para ampliar sus estudios y obtener un máster en Biotecnología Avanzada, titulación que consta de 90 créditos. La especialidad –que también se imparte en la Universidad de A Coruña– ofrece nociones sobre un conjunto de técnicas y tecnologías muy sofisticadas, que están sustituyendo a las metodologías clásicas en el mundo de la biología, favoreciendo resultados más inmediatos y permitiendo abordar nuevos retos en ese campo.
El máster se justifica por la demanda de profesionales altamente cualificados para poder afrontar los nuevos retos ante los que se enfrenta este sector biotecnológico, tanto en el ámbito empresarial como en el investigador, según recoge la propia Universidad.
Atendiendo a las materias que se imparten, con contenidos específicos, la joven considera “interesantes” los estudios que realiza “en el sentido de que te abre las puertas” a nuevas oportunidades.
Así y todo, cree que la experiencia de la que disfruta esta temporada –y que se prolongará durante un periodo de año y medio– va más allá del beneficio que le pueda proporcionar en el ámbito académico y, más adelante, en el laboral. La estancia en Galicia le permite a esta joven observar “cómo se manejan las cosas aquí” y “aprender” de ello, lo que califica de “superenriquecedor”.
Asimismo, atendiendo a la “historia compartida” entre Galicia y Argentina, el disfrutar de una beca BEME supone para ella una oportunidad para tratar de estrechar “lazos” entre la población de ambos territorios. “Me parece buenísimo”, dice, en relación a la interconexión de la que habla, sobre todo “por la historia compartida que tenemos de recoger inmigrantes y ahora volver”. Es por eso que su idea al respecto se basa en “seguir construyendo esta historia que tenemos conjunta”, remarca.
Rocío se enteró de la existencia de las becas BEME por su vinculación con la colectividad. Aunque no lo hacía de manera directa, en Buenos Aires se sumó a eventos culturales organizados por los centros gallegos y, con especial interés, a las charlas informativas de la Xunta para promocionar este programa en el exterior lo que, en su caso, fue determinante para apostar por la iniciativa.
“Para mí fue una ayuda muy buena, sin ello no me habría animado” a venir, porque “no habría podido”, sentenció.
Después de un tiempo de estancia en uno de los lugares de origen de su familia, Rocío anima a los jóvenes en su misma situación a emular su iniciativa como parte de la labor de aprendizaje que conlleva para toda persona el periodo de formación y también para tratar de buscar con ello mayor proyección en el ámbito laboral.