Ribadumia y Lalín recuerdan la figura del ex presidente Raúl Alfonsín

La victoria en las urnas de Raúl Alfonsín no sólo supuso un antes y un después para Argentina, que con su mandato lideró el restablecimiento de la democracia, sino también para las localidades gallegas de Ribadumia y Lalín. La primera era la tierra de su abuelo por parte paterna, que visitó por primera vez en 1984 y en 2003, al igual que Lalín, un pueblo al que le unía un fuerte vínculo por ser su centro en Buenos Aires el punto de encuentro de su partido durante la dictadura.
Nieto de un emigrante gallego, natural de Ribadumia, que salió de Galicia en el siglo XIX con el fin de lograr una vida mejor, Raúl Alfonsín jamás olvidó la historia de su abuelo ni sus orígenes gallegos. Por esta razón, cuando ganó las elecciones en 1983 y se convirtió en el primer jefe de Estado tras la dictadura, “prometió que durante su primer viaje oficial visitaría Ribadumia, y lo cumplió”, recordaba hace escasos días Benito Vila, un vecino de la localidad que conoció en persona a Alfonsín, y que presidió durante una década el Hogar de Ribadumia en Buenos Aires.
Primera visita a la tierra de su abuelo
La primera visita oficial de Raúl Alfonsín a Ribadumia tuvo lugar en 1984, cuando fue recibido por toda la corporación municipal, en aquel momento presidida por José Ramón Barral, en el campo de fútbol de A Senra.
Fue una visita que no estuvo exenta de anécdotas, ya que tras los actos oficiales decidió trasladarse en helicóptero a Casaldarnos, una pequeña aldea de agricultores de donde había partido su abuelo y donde en la actualidad residen familiares que ya no conservan el apellido Alfonsín. Allí, había dispuesto una pequeña finca a la que le habían cortado la hierba para que aterrizase el helicóptero. Sin embargo, al aproximarse el helicópetero la hierba se arremolinó e incluso fue necesario que el piloto se viese obligado a ganar altura de repente. Pero esto no fue todo, ya que algunos vecinos resultaron “damnificados” porque el paso de la comitiva aérea arrasó con muchos pajares.
A pesar de ello, este encuentro fue todo un acontecimiento en la localidad porque la victoria de Alfonsín en las urnas se vivió como un hecho histórico.
En 1984, Raúl Alfonsín también visitó Lalín donde fue recibido por el presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor; el alcalde, José Cuiña; el delegado del Gobierno, García Sabell, y más de 15.000 personas que salieron a la calle para recibir al dirigente que encontró en el Centro Lalín de Buenos Aires el lugar idóneo para realizar las reuniones clandestinas de su partido durante la dictadura.
Ese día de mediados del mes de junio, se cerraron los comercios, se suspendieron las clases en los colegios y miles de personas gritaban en las inmediaciones de la Praza do Concello ‘Lalín-Alfonsín’. Además, la capital del Deza estaba repleta de banderas de España y Argentina.
Esta visita ya se había concretado años antes en Buenos Aires, cuando Xosé Cuiña conoció al ex presidente de la República Argentina (1983-1989) a través de dirigentes del Centro de Lalín. Fue entonces cuando Raúl Alfonsín se comprometió a visitar la localidad si llegaba a la Casa Rosada, y así lo hizo.
Regresa a Galicia
Ésta no fue la última visita del ex presidente de Argentina a la tierra de su abuelo. En noviembre de 2003, siendo ya un político retirado, viajó otra vez a Ribadumia con uno de sus hijos y un nieto para encontrarse con su familia.
En esta ocasión, el Concello le rindió un nuevo homenaje poniendo su nombre a la calle que pasa por delante del campo de fútbol de A Senra. Fue aquí donde el pasado miércoles se congregaron docenas de personas para colocar unas flores junto a la placa que se había colocado para conmemorar su visita. Entre ellas se encontraban autoridades como la alcaldesa, Salomé Peña; el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán; y los alcaldes de municipios como Meis, Meaño y Cambados… así como familiares y vecinos que recordaron al nieto de Ribadumia.
Raúl Alfonsín también volvió a la capital del Deza el 31 de noviembre de 2003, diecinueve años después de que fuese nombrado ‘Hijo Adoptivo’ de Lalín.
Ese día fue recibido en el Ayuntamiento por el alcalde, Xosé Crespo, y por el diputado autonómico Xosé Cuiña, que había sido regidor del municipio en 1984.
Tras el encuentro, el ex presidente de la República firmó en el Libro de Oro del Ayuntamiento y se dirigió a las autoridades presentes en el Salón de Plenos.
Además, tuvo tiempo para reunirse con representantes de la Asociación de Argentinos del Deza.
La comitiva también se desplazó al Parque de Loriga para visitar el monumento conmemorativo de su estancia en Lalín en 1984 y realizó un breve recorrido por las calles del pueblo.
Días antes también había asistido en la Diputación Provincial de Pontevedra a la presentación del libro de Anxo Lugilde titulado ‘El drama de la quinta provincia gallega’. En este acto, Raúl Alfonsín advirtió de que “no se puede esperar nada de la noche a la mañana” y destacó como consecuencias de la crisis los “millones de marginados” y “la pobreza extrema y la miseria”.