Los familiares deberán mantener unas estrictas de higiene y seguridad para evitar contagios

Los reencuentros vuelven a las residencias donde los mayores estuvieron aislados

Con cita previa y manteniendo la distancia de seguridad, se reabren las residencias de mayores para que el colectivo pueda recibir las visitas de sus familiares. En un principio, cada residente recibirá la visita de una sola persona una vez por semana y se reunirán en espacios exteriores o amplios de manera que se pueda mantener la distancia social y proteger al colectivo de los mayores, uno de los más afectados por el coronavirus.
Los reencuentros vuelven a las residencias donde los mayores estuvieron aislados
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El personal médico de las residencias realizará un seguimiento diario de los mayores residentes.

Con cita previa y manteniendo la distancia de seguridad, se reabren las residencias de mayores para que el colectivo pueda recibir las visitas de sus familiares. En un principio, cada residente recibirá la visita de una sola persona una vez por semana y se reunirán en espacios exteriores o amplios de manera que se pueda mantener la distancia social y proteger al colectivo de los mayores, uno de los más afectados por el coronavirus.

Desde el pasado 25 de mayo, los mayores que viven en las residencias podrán recibir la visita de sus familiares pero siempre con importantes medidas de higiene y seguridad para evitar poner en riesgo a este colectivo, según el protocolo que ha diseñado la Xunta de Galicia en este aspecto.

Tras más de dos meses de aislamiento para proteger su salud y frenar los contagios, ya fueron muchas las familias que pudieron disfrutar de esos esperados reencuentros y otras muchas están esperando para poder vivirlos pronto. 

Los centros que se abrieron a las visitas fueron aquellos en los que no se registraron casos de Covid-19 entre el personal ni entre los residentes en los últimos 15 días y los que están ubicados en ayuntamientos donde se registren cada día menos de tres nuevos casos de coronavirus por cada 5.000 habitantes.  

Lo peor de la pandemia ya se superó gracias a la implicación de toda la ciudadanía y sobre todo al esfuerzo de los servicios sanitarios y sociales. Pero no hay que olvidar que el virus todavía no fue erradicado y por eso es necesario actuar con responsabilidad en todos los ámbitos, pero especialmente a la hora de ir a visitar a los mayores, un colectivo vulnerable frente al Covid-19.

Las medidas de distanciamiento social en las visitas a las residencias impiden, por el momento, esos esperados abrazos, ya que mantener la distancia y las otras normas de seguridad son la mejor manera de mostrar el amor y cariño por los seres queridos. 

El protocolo de visitas a las residencias de mayores incluye la petición de cita previa para poder asistir al centro y solo se permitirá por cada residente un visitante una vez a la semana, aunque en los centros más pequeños podrían ser dos veces por semana. A la entrada al centro, el personal de las residencias comprobará que los visitantes no tienen síntomas compatibles con el Covid-19. Además, se pide responsabilidad a los familiares y que no acudan a la visita en caso de tener alguna sospecha de poder estar contagiados. 

Los visitantes deberán llevar en todo momento la mascarilla y se deberán lavar las manos con frecuencia. En todo caso, las residencias contarán con dispensadores de solución alcohólica, tanto en la entrada como en las diferentes zonas comunes. 

Si es posible, se recomienda que las visitas sean dando paseos al aire libre por espacios verdes o zonas amplias que sean del propio centro. En caso de que estos paseos al aire libre no sean posibles, se recomienda establecer las visitas en espacios interiores amplios. 

Las visitas en las habitaciones sólo están permitidas en caso de que los residentes estén encamados y, si es posible, se establecerán circuitos diferentes de entrada y salida. 

Se intensificarán las medidas de limpieza y desinfección entre los diferentes turnos y al finalizar las visitas. 

En todo caso, los visitantes deberán seguir las indicaciones y protocolos establecidos por cada centro que se adaptará a sus propias características. Además, en caso de aparecer un caso positivo de coronavirus se suspenderá el programa de reactivación y se tomarán medidas para aislar a los casos positivos. 

Cuando personal ajeno al centro vaya por motivos profesionales, como llevar material u otros abastecimientos, solamente podrá acceder a una zona en la entrada del edificio y contarán con circuitos diferenciados para evitar el contacto con las personas del centro. Además, cumplirán todas las recomendaciones higiénicas establecidas para las visitas. También se elaborará una lista de personas que asisten al centro para facilitar el seguimiento de los contactos en caso de que fuese necesario. 

Vigilancia y detección precoz

Para detener la transmisión comunitaria y evitar nuevos brotes es necesario hacer una labor de vigilancia y monitorización continua, tanto entre el personal como entre los residentes de las residencias. 

El personal deberá someterse a una autoevaluación y registro diario de síntomas compatibles con el Covid-19, tanto de ellos como de su entorno. Ante la aparición de sintomatología compatible con la enfermedad deberá hacer aislamiento preventivo domiciliario y se le realizará un test PCR. En los casos en que la prueba sea negativa pero haya una alta sospecha clínica de coronavirus se le repetirá la prueba con una muestra del tracto respiratorio. En caso de que siga siendo negativa y hayan transcurrido varios días desde el inicio de los síntomas, se valorarán hacer otras pruebas mediante técnicas de alto rendimiento. 

En caso de que se incorpore nuevo personal al centro, se le deberá hacer una encuesta del entorno de convivencia y actividad laboral previa. Se valorará la opción de hacer un test serológico rápido de cribado inicial y complementarlo con otras pruebas para detectar el virus. 

Se recomienda la organización de turnos estables, con la menor rotación de personal posible. Además, se reorganizará la actividad laboral para dividir equipos por zonas y grupos de residentes para reducir los contactos. 

Entre los residentes en los centros también se llevarán a cabo cribados a través de PCR o diseñando un estudio epidemiológico para realizar muestras aleatorias representativas que permitan extrapolar los resultados al conjunto de la población residente. 

En todo caso, se hará un seguimiento proactivo de los residentes para detectar síntomas compatibles con Covid-19. Asimismo, se llevará a cabo un registro diario de temperatura, saturación de oxígeno u otras constantes en función de la clínica que presente. Si existe sintomatología compatible, se contactará con el equipo médico-enfermera que tenga asignado. 

Por parte del Servizo Galego de Saúde también se llevará a cabo un seguimiento de las residencias y habrá un equipo referente de residencias de mayores en cada área sanitaria, así como un equipo coordinador/referente por cada servicio de atención primaria. 

El seguimiento será diferente en función de si el centro dispone de personal médico y de enfermería. En caso de que cuente con él, este personal sanitario será el encargado de evaluar diariamente el estado de salud de los residentes y el equipo de atención primaria realizará el seguimiento compartido con el personal de la residencia. 

Si el centro de mayores no cuenta con personal médico o de enfermería, será la enfermería de atención primaria quien realice el seguimiento diario a través de la plataforma de telemonitorización (TELEA), evaluando principalmente la temperatura y la saturación de oxígeno de cada residente. En caso de alteraciones, contactará con el personal médico del centro de salud para que realice la intervención oportuna.