La Galicia emigrada da su testimonio en un documental basado en el éxodo del siglo XX

En la emigración nació el “anticipo de lo que hoy somos y queremos ser”, una Galicia unida, dijo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante la presentación, el jueves de la pasada semana, en Vigo, del documental ‘América o el Shangai. Crónica de la Emigración Gallega del siglo XX’, realizado por el periodista Manuel Campo Vidal y patrocinado por Caixa Galicia. Personalidades del mundo de la política, las finanzas y la cultura asistieron en la Estación Marítima a la proyección del documental que llevó a Feijóo a asegurar que la emigración “fue nuestra gran tragedia colectiva”.
Alberto Núñez Feijóo, Mauro Varela y José Luis Méndez (presidente y director general de Caixa Galicia, respectivamente) y Julio Fernández Gayoso y José Luis Pego (presidente y director general de Caixanova, respectivamente) escenificaron el pasado jueves en Vigo la buena sintonía que existe entre los directivos de las dos cajas gallegas para avanzar por el camino de la fusión, asistiendo juntos a la proyección de un documental sobre la emigración, que muestra de un modo gráfico, no exento de testimonios estremecedores, lo que supuso para los gallegos de finales del siglo XIX y, principalmente, de principios del XX tener que abandonar su lugar de origen para procurarse el sustento.
Fue el hambre y la falta de expectativas lo que los expulsó de su tierra y hoy en día muchos de ellos aún viven para contarlo. Así, en primera persona, hombres y mujeres de edad avanzada traen a la memoria pasajes de su vida y los exponen al análisis de un presente en crisis que, pese a las estrecheces, nada tiene que ver con las duras circunstancias de aquellos tiempos.
Fueron los gallegos de la emigración los que se dieron cuenta de que formaban “una unidad con el mismo origen, la misma desgracia, y una esperanza semejante”, dijo Núñez Feijóo, durante su comparecencia.
La vida de algunos famosos, como es el caso de la presentadora de televisión Paula Vázquez, también tiene cabida en este documental en el que se muestran otros testimonios menos traumáticos. Ella, para nada guarda un amargo recuerdo de su llegada a Hospitalet, en Cataluña, donde “nos seguimos sintiendo gallegos”, dijo.
Entre los testimonios más sobresalientes, cabe destacar el de la hija de Manuel Ferrol, el fotógrafo que inmortalizó con su cámara el triste momento de la partida de un emigrante a América a mediados del siglo pasado, imagen que dio la vuelta al mundo y que serviría de referencia para mostrar la amargura de la despedida. Patricia Ferrol aseguró que su padre tenía la idea de que el de A Coruña “era como un muelle de fantasmas” en aquellos días del intenso éxodo.
Pero es en la emigración donde “nace un espíritu de empresa que aquí permanecerá escondido en localismos estériles. Nace la idea del interés común que lleva a muchos filántropos a patrocinar escuelas, fuentes e instalaciones industriales”, ahondó el titular del Gobierno gallego, quien puntualizó: “Sueñan con una Galicia unida, olvidan las viejas nostalgias, se olvidan de que el problema de su país es la división; y su fuerza, la cooperación”, incidió el presidente gallego, quien destacó que en Argentina, Cuba, Venezuela, Suiza o Barcelona surgió una nueva y distinta Galicia “que tiene forma de país”. “Por ese camino que llevó a cientos de miles de los nuestros a tierras ajenas, volvió una Galicia distinta que no sólo estaba unida por el sentimento”, añadió.
Símbolos
El titular de la Xunta afirmó que no es casual que los símbolos comunes de los gallegos –el himno y la bandera– surgieran en la diáspora. “Fuera se publica el ‘Sempre en Galiza’, de Castelao, y se cultiva un idioma que aquí se debilitaba”. “Aquellos gallegos que vieron en las Cíes el último atisbo de su tierra, comprendieron que juntos eran una energía invencible”, reiteró el presidente gallego, quien aseguró que el terrible éxodo de los gallegos, fue “nuestra gran tragedia colectiva”. “Poco hay de romántico en los barcos abarrotados que salían del puerto de Vigo o en el tren Shangai que enlazaba Galicia con Barcelona. No hay romanticismo alguno, pero sí una lección hermosa para esta Galicia inquieta por la crisis”.
Feijóo abogó, en este sentido, por mantener este legado. “Nosotros tenemos la oportunidad de hacer que ese aprendizaje terrible no fuera en vano”, dijo el presidente gallego, quien señaló: “Si ellos hicieron más grande nuestra tierra, nosotros no podemos hacerla más pequeña”.
El presidente gallego contrapuso la realidad actual del puerto de Vigo con su papel en los últimos dos siglos. En este sentido, recordó que a finales del siglo XIX la aseguradora londinense Lloyd’s lo definió como el “puerto español de la emigración”. “Siglo y medio después, se convirtió en una de las instalaciones portuarias más importantes del mundo. Lo hizo gracias a la cooperación. Lo hizo porque ese espíritu de los emigrantes gallegos ayudó a cambiar Galicia y alejar los fantasmas de la desunión”, afirmó, y finalizó: “El puerto de Vigo es un símbolo real de un país nuevo que surge en la historia después de un largo y no siempre feliz peregrinaje”.