El encuentro con los emigrantes y exiliados
El homenaje a Díaz Pardo en la Cidade da Cultura fue un paseo por su vida: sus años jóvenes en los que tuvo que afrontar el asesinato de su padre y su relación con personalidades destacadas como Castelao, Rafael Dieste o Suárez Picallo; sus iniciativas empresariales que impulsaron Sargadelos, Edicións do Castro, el Laboratorio de Formas...; su amor por Galicia; su defensa de la dignidad del hombre; y también su paso por la emigración y el contacto con los intelectuales gallegos que, a mediados del siglo XX, vivían exiliados en Argentina y que “hicieron de Buenos Aires una de las capitales culturales de Galicia en los años 40”, recordó Ramón Villares.
Fue en Buenos Aires y durante el contacto con Rafael Dieste, Arturo Cuadrado y Luis Seoane donde “encuentra el sentido a su vida” y donde despunta su “condición de empresario”, dijo Villares.
También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hizo alusión en su discurso a la vinculación del intelectual galleguista con la emigración y a esa “red cómplice” que trazó con Seoane, Dieste, Lorenzo Varela y otros tantos exiliados con los que tuvo una estrecha vinculación. “Con él, se dan cuenta de que no están solos”, dijo Feijóo, quien aludió a la creatividad que le dejó como ‘herencia’ su padre y a la del “mundo de la emigración”, “en el que se refugia solo para hacerla fructificar aquí”. “Y fructifica en una creatividad artística inolvidable y emprendedora que culmina con el Laboratorio de Formas, Edicións do Castro, Cerámicas do Castro y Cerámicas Sargadelos”, puntualizó Feijóo, quien también aludió a su humildad y sencillez y justificó el “sentido” homenaje a la necesidad de “expresar lo mucho que le debemos”.
Fue en Buenos Aires y durante el contacto con Rafael Dieste, Arturo Cuadrado y Luis Seoane donde “encuentra el sentido a su vida” y donde despunta su “condición de empresario”, dijo Villares.
También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hizo alusión en su discurso a la vinculación del intelectual galleguista con la emigración y a esa “red cómplice” que trazó con Seoane, Dieste, Lorenzo Varela y otros tantos exiliados con los que tuvo una estrecha vinculación. “Con él, se dan cuenta de que no están solos”, dijo Feijóo, quien aludió a la creatividad que le dejó como ‘herencia’ su padre y a la del “mundo de la emigración”, “en el que se refugia solo para hacerla fructificar aquí”. “Y fructifica en una creatividad artística inolvidable y emprendedora que culmina con el Laboratorio de Formas, Edicións do Castro, Cerámicas do Castro y Cerámicas Sargadelos”, puntualizó Feijóo, quien también aludió a su humildad y sencillez y justificó el “sentido” homenaje a la necesidad de “expresar lo mucho que le debemos”.