FUE PUNTO DE ENCUENTRO DE LA INTELECTUALIDAD GALLEGA EN ARGENTINA

El Consello da Cultura Galega pone en la red la edición completa de la revista ‘Céltiga’

El Consello da Cultura Galega puso en la red la edición completa de la revistaCéltiga’, que fue el punto de encuentro de la intelectualidad gallega residente en Argentina entre 1924 y 1932. En ella publicaron tanto notables intelectuales argentinos como escritores, periodistas, poetas y artistas gallegos de todas las disciplinas.

El Consello da Cultura Galega pone en la red la edición completa de la revista ‘Céltiga’
Consello da Cultura Galega-Celtiga
Un momento de la presentación de los trabajos de digitalización.

El Consello da Cultura Galega puso en la red la edición completa de la revistaCéltiga’, que fue el punto de encuentro de la intelectualidad gallega residente en Argentina entre 1924 y 1932. En ella publicaron tanto notables intelectuales argentinos como escritores, periodistas, poetas y artistas gallegos de todas las disciplinas.

Cuando se cumplen 90 años de la publicación de su primer número, el Consello da Cultura Galega promueve, en colaboración con la Fundación Penzol, con la Universidad de Santiago, con la Real Academia Galega y con el Centro Ramón Piñeiro, Instituto Sarmiento la localización, digitalización y puesta a disposición de la ciudadanía a través de la web institucional la edición completa.

“Es un ejemplo de la convergencia entre Galicia y América que ya quedó presente en el propio nombre de la revista”, apuntó Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega, en la rueda de prensa enfocada a presentar los trabajos de digitalización de una cabecera que ya se puede consultar en la red.

La presentación de estos trabajos se hizo coincidir con el 90º aniversario de la publicación del primer ejemplar de la revista. Un número en el que dejaron bien claro sus objetivos, que no eran más que ofrecer una “elevada función patriótica, de mantener vivo y latente el culto al terruño y afianzar, estrechar los vínculos afectivos de los descendientes de Breogán”, además de publicar artículos que funcionasen como “válvulas expansivas del pensamiento y de los ideales gallegos”.
Cada una de las entidades que participaron en el proyecto contribuyeron a destacar el carácter de esta iniciativa. Para Luis Alonso Girgado, investigador del Centro Ramón Piñeiro, recuperar ‘Céltiga’ supone acercarse a una publicación que “junto con ‘Vieiros’ y otras cabeceras, es una de las revistas de prensa cultural más importante que dio la emigración”.

Margarita Ledo, miembro de la Real Academia Galega, incidió en el poder simbólico de esta publicación y la “puesta en valor de una fuente patrimonial que nos explica”. Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, director del Instituto Sarmiento; María Isabel Casal Reyes, directora de la Biblioteca Xeral de la USC; y Julio Souto, vicepresidente de la Fundación Penzol, destacaron la importancia de las nuevas tecnologías.
Primeramente, Adolfo Vázquez Gómez y, posteriormente, Eduardo Blanco-Amor, Eliseo Pulpeiro y Ramón Suárez Picallo fueron los directores literarios de una publicación por la que desfilaron Castelao, Maside, Suárez Couto, Francisco Asorey, Luis Ksado… Un exponente de ‘galeguidade’ de periodicidad quincenal que contaba con secciones como ‘Motivos de crónica’, ‘Juicios que suscita Céltiga’, ‘Actos y fiestas por nuestras sociedades’, que daba cuenta de las actividades y celebraciones de los centros-sociedades, y otras como ‘Paisajes gallegos’, ‘Paisajes-gallegos en Argentina argentinos’ o ‘Temas gallegos’. De hecho, con sus fotografías y su grafismo contribuyó a construir una imagen de Galicia en el exterior.

Otro de los aspectos más destacados de la publicación está en el hecho del uso del idioma, ya que es una publicación que, aunque está mayoritariamente en castellano, emplea bastante la lengua gallega.

‘Céltiga’ dejó de editarse el 25 de julio de 1932 con su número 182.
Vicente Risco dijo de ‘Céltiga’ que era esa revista que “allá, en ultramar, hace cuanto puede por sostener el espíritu gallego, por la divulgación de nuestras riquezas naturales y ‘moimentos’ y por esparcimiento de nuestra producción literaria y artística”.

Y Avelino Díaz que “era una tribuna de prestigio que polarizaba lo mejor del pensamiento y del espíritu gallego e irradiaba nuestra cultura más allá de los límites colectivos”.