El compromiso individual de muchos emigrantes

En el estudio se recoge la historia de algunos de los promotores individuales de estas escuelas. Los países de acogida de la mayoría de los 31 benefactores son Cuba y Argentina pero algunos residían en México, Chile, Estados Unidos y Perú, así como en Madrid.
La participación de los emigrantes en las escuelas es muy variada. Fue desde las construcción de edificios nuevos y el alquiler de locales hasta el envío de donaciones ocasionales para la mejora de las infraestructuras o de los útiles y materiales de la escuela.
Las nuevas escuelas las gestionaban, muchas veces, delegaciones locales nombradas por las entidades centrales de América, que se ocupaban de todos los aspectos de su funcionamiento, pero también hubo casos en que se entregaron las escuelas a los municipios, una vez que se construyeron y se suministraron de las infraestructuras adecuadas.
Eumenio Ancochea
Uno de los promotores fue Eumenio Ancochea Boscossi, nacido en Povoa de Trives y emigrado, tras morir su padre, a la ciudad argentina de Córdoba. Ancochea vuelve a Galicia en 1904, cuando su madre está muriéndose, y le promete que construirá una escuela cristiana en la villa. Primero lo hace en un local de alquiler pero luego compra un terreno y construye un centro escolar al que equipa. El centro se inaugura en 1924 y se llama Santa Leonor, en honor a su madre. A su muerte, deja su casa de Argentina para el mantenimiento de la institución que, actualmente, es un centro de interpretación cultural y museo de la escuela y de la infancia.
José García Barbón
Nacido en Ourense, José García Barbón y Sola emigró a Cuba cuando sólo tenía 13 años. A los 25 ya tenía un importante capital que se fue incrementando hasta ser uno de los empresarios más adinerados de Cuba. Desde su llegada a la isla participa en las instituciones que agrupan a los gallegos de La Habana. En 1984 su mala salud le obliga a regresar a Galicia, donde enseguida destaca por su labor filantrópica entre la que destaca la construcción y equipamiento del colegio San José de Verín.
La participación de los emigrantes en las escuelas es muy variada. Fue desde las construcción de edificios nuevos y el alquiler de locales hasta el envío de donaciones ocasionales para la mejora de las infraestructuras o de los útiles y materiales de la escuela.
Las nuevas escuelas las gestionaban, muchas veces, delegaciones locales nombradas por las entidades centrales de América, que se ocupaban de todos los aspectos de su funcionamiento, pero también hubo casos en que se entregaron las escuelas a los municipios, una vez que se construyeron y se suministraron de las infraestructuras adecuadas.
Eumenio Ancochea
Uno de los promotores fue Eumenio Ancochea Boscossi, nacido en Povoa de Trives y emigrado, tras morir su padre, a la ciudad argentina de Córdoba. Ancochea vuelve a Galicia en 1904, cuando su madre está muriéndose, y le promete que construirá una escuela cristiana en la villa. Primero lo hace en un local de alquiler pero luego compra un terreno y construye un centro escolar al que equipa. El centro se inaugura en 1924 y se llama Santa Leonor, en honor a su madre. A su muerte, deja su casa de Argentina para el mantenimiento de la institución que, actualmente, es un centro de interpretación cultural y museo de la escuela y de la infancia.
José García Barbón
Nacido en Ourense, José García Barbón y Sola emigró a Cuba cuando sólo tenía 13 años. A los 25 ya tenía un importante capital que se fue incrementando hasta ser uno de los empresarios más adinerados de Cuba. Desde su llegada a la isla participa en las instituciones que agrupan a los gallegos de La Habana. En 1984 su mala salud le obliga a regresar a Galicia, donde enseguida destaca por su labor filantrópica entre la que destaca la construcción y equipamiento del colegio San José de Verín.