EL SEGUNDO SEMINARIO SE CELEBRÓ EN KöNIGSWINTER, LUGAR PRÓXIMO A LA RESIDENCIA DEL CANCILLER ALEMÁN

Los participantes en el proyecto ¡Adentro! visitan la Casa-Museo de Konrad Adenauer

El segundo seminario del año de ¡Adentro! se realizó por segunda vez consecutiva en Königswinter, una ciudad turística cercana a Bonn, a orillas del Rin y muy cerca de Bad Honnef-Rhöndorf, lugar en el que se encuentra la Casa-Museo de Konrad Adenauer.
Los participantes en el proyecto ¡Adentro! visitan la Casa-Museo de Konrad Adenauer
 Los excursionistas, a la entrada de la casa del canciller cristiano-demócrata.
Los excursionistas, a la entrada de la casa del canciller cristiano-demócrata.

El segundo seminario del año de ¡Adentro! se realizó por segunda vez consecutiva en Königswinter, una ciudad turística cercana a Bonn, a orillas del Rin y muy cerca de Bad Honnef-Rhöndorf, lugar en el que se encuentra la Casa-Museo de Konrad Adenauer. En el marco del seminario, que tuvo lugar entre el 8 y 10 de mayo, cincuenta personas, entre participantes y docentes, visitaron este lugar histórico. Durante una espléndida mañana de domingo, pudieron descansar del apretado programa participando en una excursión para informarse sobre la vida del canciller cristiano-demócrata alemán.

 

A la excursión había precedido una introducción a esta última actividad del programa, dirigida por Vidal Olmos, responsable del Comité de Cultura de la Confederación, y por Vicente Riesgo, presidente de la Academia Española de Formación y coordinador del proyecto ¡Adentro!. En las palabras de introducción, Riesgo resaltó cómo Adenauer había sido el “artífice de los convenios bilaterales de contratación de trabajadores extranjeros y uno de los padres de la Unión Europea”.
Tras un breve recorrido en tranvía y la subida de una empinada cuesta y varias escaleras, los mayores llegaron ante la puerta de la casa de Adenauer, todavía envuelta en la leve niebla que caracteriza las mañanas de esta zona de Renania. Divididos en dos grupos, los ‘adentristas’ hicieron un recorrido por el jardín y las dependencias de la casa, acompañados de un guía que hablaba alemán y otro que hablaba francés. Para los que sólo podían comprender español, Riesgo actuó como intérprete.
La casa donde Adenauer vivió con su mujer y sus siete hijos, y en la que murió en 1967, a los 91 años de edad, sorprende por su sencillez. En el jardín todavía siguen cultivándose rosales como los que él mismo había plantado y cuidado en vida. En todas partes se mantienen vivas las huellas del político: en la pequeña pista para jugar boccia, en el pabellón del jardín donde solía sentarse para escribir sus memorias, en el sofá del salón familiar, situado junto a una ventana desde la que contemplaba el valle del Rin en las horas de descanso, o en los dos viejos teléfonos negros, colocados sobre una tarima en el pasillo de la casa, que atestiguan que desde este lugar se movían los mecanismos para la reconciliación de Europa.  Su familia, hoy en día crecida a más de setenta personas, todavía sigue reuniéndose en esta casa cada 26 de diciembre, un deseo del viejo canciller, según explicó la guía.
Desde su elección como primer canciller de una Alemania todavía en ruinas, en 1949, Konrad Adenauer, que ya tenía entonces 73 años, aprovechó su experiencia política, adquirida anteriormente en la República de Weimar y como alcalde de Colonia para reconstruir el país e integrar la joven República Federal en el mundo occidental. Para ello era necesario el acercamiento a Francia. En uno de los patios del jardín de la casa, dos grandes estatuas en bronce de Adenauer y del general De Gaulle muestran a los visitantes quiénes fueron los artífices de la amistad entre los dos países, antes enemigos.
Adenauer, que dimitió como canciller en 1963, después de catorce años en el cargo, nunca se apartó de la política. En un armario-librería del salón de su casa se encontraba expuesto un sable, obsequio de Fraga Iribarne al ex canciller alemán durante su última visita a España, visita que realizó sólo dos meses antes de su muerte. Durante su estancia en Madrid, en la que había tenido un encuentro con el dictador, Francisco Franco, pronunció una conferencia en la que insistía en la necesidad urgente de alcanzar la unión política entre los europeos, para que su voz fuera oída por las grandes potencias mundiales.
Terminada la visita a la casa-museo, los participantes al seminario de ¡Adentro! tenían tiempo todavía para visitar la exposición de fotografías y paneles informativos sobre la vida del político y de los acontecimientos históricos de su tiempo, o ver, en proyecciones de vídeo simultáneas, documentos auténticos de los acontecimientos durante las dos guerras mundiales, la República de Weimar, la llegada al poder de los nazis, el horror de los campos de concentración, la ocupación de las fuerzas aliadas y la posterior reconstrucción del país, una oportunidad que no todos aprovecharon, atraídos por el sol, que ya había reemplazado a la niebla, y el panorama que se divisaba desde los jardines, sobre la cuenca del Rin.


Los temas del seminario
Dentro de las actividades programadas para este seminario, al que asistieron participantes de Alemania, Bélgica y Suiza, encontraron especial interés las ponencias de la psicóloga y jurista María Carmen Salinas, que trató sobre ‘El arte de envejecer’ y ‘La protección jurídica de los mayores en el ámbito de la salud’. También dirigió un grupo de formación en el que los mayores practicaron ejercicios respiratorios que iban a ayudarles a vivir mejor.
De forma paralela tuvo lugar la exposición de otros temas a cargo de la gerontóloga Pepita Vela, que habló sobre ‘Cómo aprenden las personas mayores, aspectos relevantes para un animador o animadora de ¡Adentro!’ y ‘De repente la casa está vacía. Cuando los hijos dejan la casa de los padres. El síndrome del nido vacío’. Alternativamente, se podía asistir a la ponencia del también gerontólogo Juan Jerez, que trató el tema: ‘Primeros auxilios y prevención de accidentes en las personas mayores’. Jerez dirigió además un taller de trabajo, en el que se analizó cómo pueden organizarse y llevarse a cabo veladas interesantes para gente mayor.
Los otros puntos del programa fueron los de siempre, la introducción a la filosofía de ¡Adentro!, que dirige Carmen Behrens, al que esta vez asistieron 17 participantes nuevos; el taller de relaciones públicas y trabajo de ‘lobby’, conducido por el periodista Antonio Díaz; los grupos de ensayo coral y Tai Chí dirigidos por Conchita y Benito Sánchez, y la gimnasia para mayores, de la que se responsabilizó Marina Mittländer, sustituyendo a Eufemio Cascón, que figuraba en el programa pero que no pudo asistir por asuntos personales.
Los seminarios del proyecto ¡Adentro! los organizan conjuntamente la Academia Española de Formación, la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia en la RFA, la Cruz Roja Alemana y la Fundació Privada Can Gelabert, con el apoyo de la dirección General de Emigración y del Imserso.