AL ACTO DE HOMENAJE ASISTIó LA DIRECTORA GENERAL DE INMIGRACIóN Y EMIGRACIóN, MARINA DEL CORRAL

La colectividad española en Holanda celebra los 50 años de su implantación en el país

Los españoles residentes en Holanda celebraron el martes día 9 los cincuenta años de su llegada al país con un acto en la Casa de Europa en La Haya al que asistió, entre otros, la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral.

La colectividad española en Holanda celebra los 50 años de su implantación en el país

Los españoles residentes en Holanda celebraron el martes día 9 los cincuenta años de su llegada al país con un acto en la Casa de Europa en La Haya al que asistió, entre otros, la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral.

La celebración, que coincidió con el 25º aniversario  de la Federación de Asociaciones de Emigrantes Españoles en Holanda (FAEEH) y que congregó a alrededor de 80 personas, consistió en la presentación del libro ‘Mi casa es su casa’, obra del periodista y escritor holandés Steven Adolf, corresponsal en España del diario ‘Volkskrant’, quien explicó las razones del libro e hizo alusión a las personas a las que tuvo que entrevistar para obtener los datos que figuran en el manual.

Finalizada la presentación del libro, se abrió un debate coloquio, moderado por el sociólogo Win Willens, para profundizar en la presencia española en los Países Bajos.

Acompañaron al periodista durante la sesión, además de Marina del Corral; el embajador de España en Holanda, Javier Vallaure; el presidente de la Casa de Europa, Andy Klon; y el presidente y vicepresidenta de la FAEEH, Balbino Cuervo y Lucía Lameiro, respectivamente.

En el transcurso de la mañana, Marina del Corral hizo entrega de las Medallas de la Emigración a representantes de diversos centros y asociaciones de emigrantes de Amsterdam, Dordrecht, Eindhoven, Enschede, La Haya y Rotterdam. Concretamente, los reconocimientos recayeron en la Sociedad Cultural Recreativa ‘O Lar Galego’, de Rotterdam; la Asociación de Cabezas de Familia y Padres de Alumnos, de Dordrecht; la Sociedad Española de Enscheden; la Sociedad de Trabajadores Españoles de La Haya; el Centro Galego ‘Semente Nova’, de Amsterdam; y el Hogar del Pensionista de Eindhoven.

En la Casa de Europa, la secretaria general aseguró que “proyectos como éste –en alusión a la celebración de los 50 años de la llegada de los españoles a Holanda– son fundamentales para preservar la memoria común de la emigración” y por eso “han recibido el apoyo de la Dirección General de Migraciones”, dijo. A su entender, estas iniciativas constituyen un homenaje a la primera generación de emigrantes españoles en aquel país.

Finalizado este acto, los asistentes se trasladaron al Museo de La Haya, donde, ante la presencia de unas 120 personas, entre ellas el responsable de emigración del Gobierno de Holanda, Mark Frequin; el jefe de la sección de Trabajo, Joaquín Gomá; y el cónsul Guillermo Brugarolas, se inauguró una exposición que recopila objetos alusivos a la emigración española a Holanda. La muestra, de carácter itinerante, se trasladará en enero a Rotterdam, y a partir del mes de abril se podrá ver en Eindhoven, con el objeto de dar a conocer las historias de los emigrantes y que éstas permitan comprender los movimientos migratorios de hoy en día.

Balbino Cuervo, natural de Oviedo, quien ostenta el cargo de presidente de la FAEEH desde hace más de siete años, destacó a ‘Crónicas de la Emigración’ la importancia de que las nuevas generaciones de emigrantes que actualmente se instalan en Holanda se ocupen de las entidades vinculadas con la diáspora española, para que se pueda dinamizar la actividad en estos centros. Consciente de que las segundas generaciones están totalmente integradas en el país, confía en que sean las nuevas remesas de emigrantes los que se ocupen de impulsar estas sociedades.

La colectividad española en Holanda la integran alrededor de 35.000 personas que optaron por la emigración a Europa en la década de los 60 y se instalaron en ciudades como Eindhoven, Beverwijk y Enschede, además de en Rotterdam y en La Haya, para trabajar en sectores como la metalurgia, los altos hornos, el textil y en Philips.

Balbino Cuervo recuerda que a pesar de que los emigrantes de su generación estaban menos preparados profesionalmente, sus posibilidades de encontrar empleo en un país como Holanda eran considerablemente superiores a las de hoy en día, y alude a la desazón que embarga a los jóvenes emigrantes españoles que en estos momentos se desplazan al país con ánimo de encontrar trabajo, pero no lo encuentran, porque el país “está mejor que España”, pero “no del todo bien” y tampoco sobra empleo, asegura. Si acaso, aclara que la demanda se centra en la alta tecnología, en sectores como la ingeniería informática, en la medicina (se requieren enfermeras, apunta) y en los negocios especializados de compra y venta.