LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MEXICANOS ALABAN SU GRAN LEGADO HUMANÍSTICO

El gran filósofo andaluz Adolfo Sánchez Vázquez, exiliado en México, murió a los 95 años

Adolfo Sánchez Vázquez, nacido en Algeciras y exiliado a México en 1939, pasó a la historia por ser impulsor de un marxismo abierto. Fue filósofo, poeta y un analista feroz. Su muerte ha tenido un gran impacto en México, cuyos medios de comunicación alaban su gran legado humanístico. El librepensador murió el 8 de julio en la Ciudad de México como consecuencia de una neumonía.
El gran filósofo andaluz Adolfo Sánchez Vázquez, exiliado en México, murió a los 95 años
Adolfo Sánchez Vázquez.
Adolfo Sánchez Vázquez.
Adolfo Sánchez Vázquez, nacido en Algeciras y exiliado a México en 1939, pasó a la historia por ser impulsor de un marxismo abierto. Fue filósofo, poeta y un analista feroz. Su muerte ha tenido un gran impacto en México, cuyos medios de comunicación alaban su gran legado humanístico. El librepensador murió el 8 de julio en la Ciudad de México como consecuencia de una neumonía.
Algunos de los titulares que la prensa mexicana dedicó a la muerte de Adolfo Sánchez Vázquez fueron: “El último filósofo radical”, de ‘El Economista’; “Muere Adolfo Sánchez Vázquez, maestro de la filosofía mundial“ y “El ámbito filosófico, entre otros, dominio del pensador Adolfo Sánchez Vázquez”, de ‘La Jornada’ o “Adiós al filósofo lúcido”, de ‘Reforma’.
Todos los periódicos se volcaron con la noticia y trataron extensamente la huella que este filósofo español dejó en México y el mundo. El periódico ‘La Jornada’ informa de su muerte así: “Filósofo, humanista, poeta, hombre honesto y congruente con su crítica a las injusticias de la sociedad, la política y la economía capitalistas, y autor de aportaciones fundamentales a la utópica construcción de un socialismo humano, libre y democrático, Adolfo Sánchez Vázquez falleció ayer a los 95 años a causa de una neumonía”.
Adolfo Sánchez Vázquez nació en Algeciras (Cádiz) en 1915. Dos décadas después ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, donde se relacionó con intelectuales de la talla de Ortega y Gasset y José Gaos, entre otros.
Desde su estancia en Málaga, Sánchez Vázquez se afilió a la Juventud Comunista, adquiriendo un compromiso con la lucha antifascista que mantuvo toda su vida, al grado que debió irse al exilio tras la derrota de las fuerzas republicanas.
El filósofo llegó a México en el mítico buque ‘Sinaia’ en junio de 1939. Hacia 1941 se trasladó a Morelia, en donde se casó y tuvo su primer hijo. Luego se trasladó a la Ciudad de México a seguir sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde en 1959 obtuvo el nombramiento de profesor de tiempo completo.
Como refiere el periódico ‘Milenio’, “Adolfo Sánchez Vázquez fue un poeta y analista crítico y tenaz, congruente con sus ideas y conocido por su labor filosófica y de cátedra, aunque también por haber enarbolado un marxismo crítico y abierto, renovador para algunos especialistas”.
Su bibliografía es amplia, aunque destacan títulos como ‘El pulso ardiendo’, ‘Las ideas estéticas de Marx’, ‘Conciencia y realidad en la obra de arte’, ‘La filosofía de la praxis’, ‘Ética’, ‘De Marx al marxismo en América Latina’, ‘A tiempo y destiempo’ y ‘Antología de ensayos, poesía, o ética y política’.


Hijo adoptivo de Málaga

Tras el exilio, cuando pudo regresar a España, él prefirió quedarse en México, porque aquí había formado su familia y realizado su obra: “México me ha recibido con una hospitalidad generosa y, por lo tanto, me quedo en este país, que es mi país”, señaló en distintas ocasiones el filósofo.
La relación con su tierra natal fue constante y emocionante. “Andalucía no sólo está vinculada directamente con mi vida y con mi obra poética y filosófica, sino que lo está de un modo sustancial y constante con ella, pues en Andalucía no sólo nací física, sino también espiritualmente”, indicó.
Hijo adoptivo de la provincia de Málaga, se hizo acreedor a la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, al Premio UNAM en el área de investigación en Humanidades, el Nacional de Ciencias y Artes y el María Zambrano, que le otorgó la Junta de Andalucía. También fue nombrado doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de La Habana, entre otras.
Los restos de Adolfo Sánchez Vázquez fueron velados en una funeraria en la Ciudad de México, mientras que sus restos se cremaron ese mismo fin de semana, aunque la familia aún no había decidido cuál será su destino. Murió el 8 de julio como consecuencia de una neumonía.