ENTREVISTA A CONSUELO RUMÍ, SECRETARIA DE ESTADO DE INMIGRACIÓN Y EMIGRACIÓN Y VICEPRESIDENTA DEL CGCEE

“La etapa que emprendemos sólo tendrá éxito y consolidará sus proyectos con la implicación de los jóvenes”

Defendió en el último pleno del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE) que la composición de la colectividad de españoles residentes en el exterior se aleja bastante de la visión que se tiene de la emigración tradicional y pidió que sus órganos de representación sean reflejo de esa realidad. Quiere incorporar a los colectivos de jóvenes y mujeres en el exterior a los organismos donde se toman las decisiones, y no trabajar haciendo políticas para ellos sino con ellos y “que sean protagonistas de las decisiones”. Consuelo Rumí n Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración y vicepresidenta del CGCEE
“La etapa que emprendemos sólo tendrá éxito y consolidará sus proyectos con la implicación de los jóvenes”
  Consuelo Rumí, secretaria de Estado de Inmigración y Emigración y vicepresidenta del CGCEE
Consuelo Rumí, secretaria de Estado de Inmigración y Emigración y vicepresidenta del CGCEE
Pregunta. En poco tiempo se nos ha dado la vuelta al mapa de la emigración y hemos pasado de las personas que se marcharon por necesidad y que, muchas de ellas, necesitan apoyo de su país de origen a que la mitad de los españoles que residen en el exterior ya ha nacido en el país de acogida de los que emigraron, la mitad de ellos son mujeres y al menos 200.000 de ellos, de un total de 1.471.691 son jóvenes, muy jóvenes. ¿Qué ha pasado con la emigración tradicional? ¿Cuándo se vislumbró que esto podía ser así y que las cosas no eran como las estábamos percibiendo normalmente?
Respuesta. Creo que el cambio en el perfil migratorio se venía evidenciando desde hace algún tiempo, fundamentalmente porque las migraciones, en un porcentaje muy elevado, se producen siempre por un motivo ecónomico o por una persecución política. En nuestro país la migración estuvo vinculada a esos dos hechos, o bien fue emigración económica, porque este país no tenía recursos para que muchas personas pudieran tener una vida a la que aspiraban, o bien por persecusiones políticas. Una vez que pasamos ese período negro de nuestra historia, muchas personas retornaron, otras se quedaron, a algunas les fue bien y continuaron en esos países que también consideran su país y otras continúan en ese país aunque no tuvieran una buena situación. Ahora la realidad es que quienes se van de España lo hacen por motivos bien diferentes a los que había en los años treinta, cuarenta, cincuenta e incluso en los sesenta. Hoy tenemos a muchos españoles que se van como altos directivos de empresas internacionales porque reclaman esa idoneidad y profesionalidad que tienen nuestros ciudadanos, o bien, por
ejemplo, hay un gran grupo de jóvenes que hacen cooperación internacional. También son españoles que están fuera, que trabajan en el mundo de cooperación al desarrollo.
Por lo tanto, entramos en una nueva etapa, nueva etapa de reto y de proyecto. Quiero recordar que hace cinco años, cuando este país cambió de Gobierno, porque así lo decidieron las urnas, y tuvimos como presidente a José Luis Rodríguez Zapatero, se crea la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración. Por primera vez queremos que esté en la agenda política del país el tema de las migraciones en su conjunto pero diferenciando bien los movimientos de entrada y los movimientos de salida y la atención y las políticas que hay que desarrollar para atender a los flujos migratorios de entrada o de salida.
Y además, y esto creo que también hay que ponerlo en valor, que a veces el tiempo hace que se olviden los grandes retos que hemos afrontado, se crea una Dirección General, hoy llamada de la Ciudadanía Española en el Exterior,precisamente por esos nuevos perfiles, para atender en exclusiva, en exclusiva [remarca], a los españoles que viven en el exterior. Ya no es sólo la emigración tradicional, sino la ciudadanía española en el exterior. A veces nos olvidamos de que las palabras tienen una carga de literalidad importante y el hecho de cambiar el nombre de la Dirección General de Emigración por el de la Ciudadanía Española en el Exterior tiene mucha importancia.
P. ¿Se cerró una época?
R. Afrontamos en la legislatura pasada una serie de retos pendientes que teníamos con la emigración clásica: la Ley del Estatuto, la sostenibilidad del sistema de pensiones, la asistencia sanitaria, geriátrica, farmacéutica, gerontológica y creo que completamos una serie de retos que teníamos pendientes, de compromisos del Partido Socialista con los españoles que residían fuera. El año pasado, cuando entramos en una nueva legislatura entramos en una nueva etapa. Así lo expuse en su momento.
Hoy, al año de esta legislatura, afrontamos el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior ya con estos nuevos retos. Es decir, hemos estado todo un año trabajando para responder a esos nuevos perfiles, incorporar a la mujer, que es más del 50 por ciento también en el exterior, no solamente en lo que es el día a día de las políticas de emigración, sino también en los órganos de representación institucional; a los jóvenes, los descendientes de estas personas que se fueron en su momento, y todo ello con un cambio de funcionamiento que, yo al menos lo creo así, ha hecho que el Consejo sea más eficaz y que podamos avanzar con más rapidez. El funcionamiento a través de las comisiones, Permanente o delegadas, ha dado sus frutos: el Consejo ha sido eficaz, no hemos tenido noches de debates interminables donde al final las decisiones se tomaban con cansancio, y con cansancio nunca es bueno tomar decisiones. Se ha hecho un trabajo durante todo un año, en el que las comisiones han estado trabajando y en el que el Consejo viene a conocer los distintos debates que ha habido en las comisiones y a avanzar en sus propuestas. Creo que el reto ahora es consolidar este modelo de funcionamiento y, sobre todo, esforzarnos en esas nuevas políticas vinculadas a esos nuevos perfiles, para enganchar a toda la gente joven y a las mujeres. El Gobierno ha tomado la iniciativa, la voluntad del Gobierno ha quedado clara y yo como secretaria de Estado y vicepresidenta del Consejo así lo dije y reconozco que vi receptividad, al menos en ese momento, en los consejeros generales; hay que continuar para ver si la receptividad se convierte en una realidad. Creo que como responsable de la política de emigración tenía que lanzar esa iniciativa, invitar a la renovación, y ahora, evidentemente, tanto en los Consejos de Residentes Españoles (CRE) como en el Consejo General los jóvenes y las mujeres tienen que incorporarse y para eso pedí generosidad a los consejeros, porque no basta con pedir políticas para los jóvenes o políticas para las mujeres, lo que queremos es hacer política con los jóvenes y con las mujeres.
P. Y el hecho de que hasta ahora no se haya visto la existencia así, clara, de los jóvenes y de las mujeres, que se da por hecho que estaban, pero no se les veía en ninguna parte, ¿se debe a que la emigración tradicional, sus entidades y sus referencias han estado gobernadas por, podríamos decir, una gerontocracia machista?
R. Creo que tiene que ver con la propia realidad que hemos vivido hasta no hace mucho, que también en España a las mujeres nos ha costado y hemos tenido que hacer un esfuerzo reivindicativo para no sólo estar en el trabajo cotidiano sino estar también en los lugares donde se toman las decisiones. Ahora tenemos que llevar esto a nuestra política en el exterior.
Cuando comenzamos con el I Congreso de Jóvenes en Argentina, hubo incluso algunos sectores que no entendían que propiciáramos y que incentiváramos este tipo de actos. Pues ahora el movimiento de jóvenes es una realidad, ya vamos por el quinto congreso en Argentina y se están haciendo congresos en Perú, en Brasil, en Costa Rica... Se está avanzando en muchos lugares y creo que el movimiento juvenil ha captado la iniciativa del Gobierno de España y la ha hecho suya y lo que quiero trasladar a los jóvenes es que van a contar siempre con mi apoyo y con mi complicidad. Y cuando hablo de jóvenes, hablo de hombres y de mujeres.
P. Una de las resoluciones del Consejo me recuerda los deseos de emancipación de los jóvenes y sus dificultades para encontrar casa. Parte de que hay centros y asociaciones que tienen infraestructuras que están poco utilizadas y pide que desde la Secretaría se actúe para que se les cedan a las organizaciones de jóvenes que carecen de sedes. ¿Eso se puede hacer?
R. Lo que vamos a hacer de manera continuada es demandar la colaboración de todos porque si de verdad nos creemos lo que decimos, y yo al menos me lo creo, sino no lo diría, pero si el resto de los consejeros, el resto de los residentes de centros, de casas, etc., no manifiestan que están en contra de esta iniciativa, deberían tener un espíritu colaborador y, por lo tanto, facilitar la incorporación de los jóvenes a los espacios y a los órganos institucionales. Nosotros vamos a estar encima de todo ello pero lo que evidentemente no podemos es hacer una circular o una instrucción en ese sentido, porque no estamos en el marco de nuestras competencias.
P. ¿Podrían condicionar las ayudas a este tipo de cosas?
R. Vamos a primar a la hora de las subvenciones, de las ayudas, de la financiación de programas, aquellos que vayan en la línea que acabo de exponer.
P. ¿Por qué cree que los jóvenes han respondido tan entusiastamente a las posibilidades que les ofrecía el Gobierno y en cambio el colectivo de las mujeres, no; entendiendo como el colectivo de mujeres de forma más individual en género y más mayor en edad, imagino que también?
R. Entiendo que se refiere a las mujeres que no entran en el grupo de los jóvenes, porque en el grupo de los jóvenes sí que hay mujeres y están también participando activamente. La incorporación de la mujer, independiente del grupo de jóvenes, tiene las dificultades que hemos tenido todas las mujeres también de determinada edad para acceder y para tener esa autonomía.
P. Pero ahora se les está dando facilidades, es lo contrario.
R. Sí, pero estamos hablando de algunos países donde todavía esas facilidades no existen, es más complejo, y esa autonomía que se necesita para participar en la política, porque estamos hablando de hacer política, ya sea a través de los CRE, a través del Consejo General o a través del movimiento asociativo, todavía puede tener dificultades no solamente externas sino también internas y hay que ayudar para que se puedan sortear esas dificultades; en mí van a tener siempre una cómplice para sortear esas dificultades.
P. Organismos como el Injuve o el Instituto de la Mujer ¿cree que se van a implicar de forma que tengan presente que cuando piensan en los jóvenes españoles o en las mujeres españolas tienen una parte fuera?
R. Entiendo que sí. Esa es la directriz que desde la Dirección General de la Ciudadanía Española en el Exterior se está llevando a cabo para implicar al Injuve, por ejemplo, y otros organismos, en “el fomento de”. Pero insisto en que esa no es la política que yo quiero desarrollar. La política que la Secretaría de Estado quiere desarrollar no es la “implicación de” sino “el trabajo con”, que es bien diferente. Es verdad que es importante que sigan manteniéndose políticas que favorezcan la incorporación, a través del Instituto de la Mujer, de la mujer, a través del Instituto de la Juventud, de los jóvenes, pero eso forma parte de las políticas de esos organismos y nosotros vamos a incentivar que tengan presente que existen jóvenes y mujeres españoles fuera de España, pero la política que estamos desarrollando desde la Secretaría de Estado y la Dirección General es la de “con los jóvenes” y “con las mujeres”. Queremos que sean protagonistas de las decisiones, de las políticas; que opinen, que decidan, que pongan en marcha y que estén en órganos como el CGCEE y los Consejos de Residentes.
P. ¿Cuánto tiempo cree que puede llevar esto? El director general, Agustín Torres, dijo en el Consejo que “o incorporamos a los jóvenes o esto se acaba”, pero de la forma más evidente...  la gente se muere por edad.
R. Vamos a intentar que sea en el menor tiempo posible; que hay que vencer alguna resistencia, sin duda. Pero les he pedido generosidad a los consejeros para pasar el testigo y al menos no la han negado. Creo que fue bien acogida la propuesta y ahora, como se suele decir, el movimiento se demuestra andando. Ellos tienen que demostrar que no sólo han entendido el mensaje y la propuesta que les hacía la vicepresidenta del Consejo sino que además la comparten y ponen en marcha mecanismos que hagan posible esa incorporación. Pero es evidente, estamos en un momento en el que cualitativamente pasamos a otra etapa y la nueva etapa que emprendemos sólo tendrá éxito y sólo podrá consolidar sus proyectos con la incorporación de los jóvenes.
P. ¿Nadie se ha quejado del nuevo funcionamiento del Consejo?
R. Que yo tenga constancia no.
P. Yo he oído algún pesar sobre si los consejeros quedaban para aprobar o rechazar las propuestas únicamente, sin participar.
R. Pero previamente han estado en las comisiones.
P. No todos. Yo he oído esto y por eso le preguntaba si ha habido quejas.
R. Públicamente no, al menos en las sesiones en las que yo he estado y no me consta que haya ninguna queja. Creo que el nuevo funcionamiento es mucho más eficaz y, además, fue aprobado por el Consejo que se funcionara así. Yo he saludado personalmente a todas las comisiones que han venido y todos estaban muy contentos del trabajo que se estaba desarrollando porque estaba siendo mucho más productivo y con más tiempo para la reflexión y el análisis y me consta, por todo lo que me han hecho llegar a mí, que les parecía mucho más positivo que lo que había antes.
P. ¿El SOVI (Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez) se ha convertido en una espina que no deja ver los logros en materia de emigración?
R. Creo que el SOVI no debe ocultar los muchos logros que hemos conseguido en estos cinco años ya. En mi exposición ante el Consejo hice un relato breve de estos logros, como lo hago cada vez que tengo alguna comparecencia, y a veces digo que sólo resaltaré los más importantes, pero el listado de logros no lo puede ocultar nada, y además sería injusto que lo ocultase.
Hablamos, y vuelvo a resumir, de hechos como la Ley del Estatuto, que fue una propuesta del programa electoral del Partido Socialista cuando concurrió a las elecciones en el año 2004, y la modificación sobre la nacionalidad, una reivindicación histórica, desde que tenemos democracia. A partir de ahí, todo lo que significa pensiones, asistencia, programas e iniciativas que se han hecho no pueden ser ocultados, y sería injusto, por el tema del SOVI.
Lo dije en el Consejo y lo vuelvo a decir: vamos a seguir trabajando para que ahora, en el debate de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 al menos podamos dar una respuesta a lo que se denomina el prorrateo del SOVI y podamos contar con el apoyo del secretario de Estado de Seguridad Social, porque es el departamento al que corresponde dar una respuesta, y que entre la Secretaría de Estado de Seguridad Social y la Secretaría de Estado de Emigración consigamos que los Presupuestos nos autoricen esa partida.
P. ¿El problema cuál es, que hay mucho potencial beneficiario, considerando que también afecta a la gente que reside en el país y no sólo a los que están fuera?
R. Por eso acabo de decir cuál es mi objetivo para estos Presupuestos. Mi objetivo para estos Presupuestos es intentar saldar la parte del SOVI que viene a dar respuesta a la reivindicación del prorrateo, porque soy consciente de que es algo que podemos conseguir, mientras que avanzar en una serie de reivindicaciones que son más complejas con respecto al SOVI llevaría problemas adicionales que quizá nos impidieran conseguir lo que creo que es más inmediato y más demandado, que es el tema del prorrateo.
No es tanto el número como la concepción; es decir, existen diferentes posiciones. No todo el mundo tiene la misma percepción de cómo resolver el tema del SOVI. Por tanto, vayamos a lo que es más urgente y que más posibilidades hay de conseguir, que es el tema del prorrateo.
P. Pedían en el Consejo la gratuidad de la Justicia para los residentes en el exterior y algunos consejeros opinaron que no era posible, que tenían que pensar bien lo que pedían para no desacreditar al Consejo y muchos nos sorprendimos cuando la representante del Ministerio de Justicia dijo que el Gobierno estaba trabajando en ello. ¿Cómo se está planteando esto? ¿Para qué ámbitos?
R. No puedo concretarlo porque, entre otras cosas, podría crear falsas expectativas, pero me consta que se está trabajando para que al menos en algunos casos y en algunos hechos en concreto puedan tener esa asistencia. Vamos a ver hasta dónde avanzan las conversaciones en este tema. Serán circunstancias diferentes las que haya que contemplar.
P. ¿Qué pasa con las comunidades autónomas, con las que al parecer no terminan de alcanzar el grado de colaboración que están buscando, según dijo ante el Consejo el director general de la Ciudadanía Española en el Exterior?
R. El Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero lleva seis años y antes hubo ocho años de gobierno del Partido Popular, del señor Aznar. Durante ocho años no se tomó ninguna iniciativa para articular los mecanismos que hicieran posible la participación de las comunidades autónomas en temas en los que tienen competencias, porque en el tema de la emigración tiene competencias el Gobierno de España pero también los gobiernos autonómicos.
Cuando nosotros avanzamos, cada vez más, en el tema de la emigración, vimos que es necesario que las comunidades autónomas estén presentes, porque las comunidades autónomas, el gobierno, las instituciones y las administraciones estamos para cooperar, para trabajar conjuntamente en beneficio de los ciudadanos españoles que residen en el exterior. Entonces, articulamos dos mecanismos para que estén presentes; uno es el propio Consejo, donde ya tienen presencia todas, y el otro la Comisión Sectorial de Comunidades Autónomas. Como lo tenemos muy claro y era un objetivo, ponemos en marcha esos mecanismos para que participen. Es posible que alguna comunidad autónoma no tenga todavía claro cuál es el papel que como institución tiene en esos ámbitos, que es un papel institucional. Cuando invitamos a las comunidades autónomas a participar en el Consejo las invitamos para que expongan cuáles son las líneas de trabajo de esos gobiernos respecto a la comunidad de ese territorio esparcida por el mundo. Ese es el objetivo y, al mismo tiempo, que puedan escuchar a los representantes de los españoles cuáles son sus demandas e inquietudes para hacerse eco de ellas; que exista comunicación, que es algo que enriquece siempre todas las propuestas y la acción política. Y luego, en la Comisión Sectorial, mucho más cercana, en el sentido de que hay más tiempo para hacer posible todo esto, continuar en esa línea. No se trata por tanto de confrontar con el Gobierno de España, para eso hay otros órganos. Ni el Consejo, ni las comisiones, ni los Consejos de Residentes se han concebido como órganos de confrontación política sino como órganos de colaboración institucional. A lo mejor se necesita todavía un poco de madurez, para quien no la tenga, y que entienda cuál es el verdadero objetivo de estos órganos.
P. ¿Que comunidades entiende que son las menos dispuestas a colaborar?
R. Eso tiene más consideraciones, porque es verdad que no todas las comunidades tienen la misma presencia de ciudadanos españoles en el exterior, por tanto, es verdad que si para el gobierno de Zapatero la emigración era un objetivo prioritario y que está en la agenda política, lo dije y lo hemos cumplido, también lo es que hay comunidades en las que la presencia de la emigración es muy pequeña y puede ser que no sea un objetivo prioritario. Pero sí hemos tenido colaboración a lo largo de estos años de comunidades autónomas incluso para llevar allí el Consejo General, comunidades de diferente tipo de color político; hemos hecho un consejo en Canarias y hemos hecho un consejo en Andalucía, por poner dos comunidades que no tienen el mismo signo político. Ahora bien, no me quiero extender en actitudes, comportamiento u obsesiones pero desde luego hubo una posición de un consejero en el último pleno del Consejo que no me parece la más adecuada, pero es que no le quiero dedicar ni un minuto más, creo que no entendió cuál es el papel institucional que tienen como representante de la comunidad. Más allá de que las formas que utilizó no me parecen las más adecuadas, no voy a hacer ningún comentario. Yo espero y supongo que con el tiempo se dará cuenta de que el Consejo no es un órgano de confrontación política, sino un órgano de colaboración política. Los consejeros elegidos por la emigración sí que lo tienen claro. Yo he vivido muchas etapas en el Consejo, he vivido la etapa en la que iba como representante y portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, he estado como secretaria de Estado y vicepresidenta y he trabajado con muchos consejeros que pertenecían a distintos partidos políticos y si el Consejo se ha distinguido por algo ha sido porque por encima de la adscripción política que tuvieran los consejeros primaba el interés y el trabajo por los ciudadanos españoles que residían fuera y ese siempre ha sido y es el objetivo de esta Secretaría de Estado, trabajar, cooperar con otras administraciones en beneficio de los ciudadanos españoles que residen fuera, y el que no lo entienda así se equivoca y el tiempo le hará rectificar.
P. Vamos a hablar un poco de Almería, porque en Almería se han celebrado varios eventos relacionados con la emigración, algo que no es ajeno al hecho de que la secretaria de Estado sea almeriense, ¿no?.
R. Bueno, no es ajeno a que la secretaria de Estado sea almeriense pero tampoco es ajeno a que Andalucía es una comunidad que tiene un importante número de andaluces fuera de su territorio y dentro de la comunidad andaluza Granada y Almería son las provincias que más tienen, creo recordar. En cualquier caso, Almería ha sido una provincia que en algunos momentos ha tenido un importante número de emigrantes.
P. ¿Qué espera del Centro de Estudios de las Migraciones cuya creación ha impulsado dentro de la Universidad de Almería, qué futuro puede tener?
R. Estoy muy satisfecha con lo que ya es una realidad, porque el Centro ya es una realidad. Se ha firmado el convenio y el edificio está a punto de culminarse dentro de las instalaciones de la Universidad de Almería. Estoy muy satisfecha porque, aunque al principio la propuesta era de un centro de estudios sobre la inmigración, después de diversas conversaciones triunfó la idea que la Secretaría de Estado llevó y es que lo ideal y lo más acorde con nuestra realidad era que fuera un centro de estudios de los movimientos migratorios, tanto de las personas que ahora vienen a nuestro país como de las personas de este país que salen fuera. Eso pone de manifiesto lo que siempre he considerado, que la Secretaría de Estado tiene que trabajar tanto en los movimientos de entrada como en los de salida. Por otra parte, la Universidad de Almería se ha caracterizado durante estos años por realizar diferentes cursos, programas, seminarios, jornadas y congresos tanto de emigración como de inmigración y el convenio y el Centro que lo va a desarrollar hace posible esa visión integral del movimiento migratorio y una programación adecuada en función de los objetivos en los que estamos trabajando.
P. ¿Podría quedar Almería como referencia de los estudios migratorios?
R. Esa es la idea. Almería como provincia que es hoy de un gran flujo migratorio de llegada como en su momento lo fue de salida, creo que va a ser referente nacional e incluso internacional a través de este Centro de Estudios.
P. Recientemente ha participado en la presentación de un par de libros que tienen que ver con la emigración en la Secretaría General de Iberoamérica, después de que el secretario general, Enrique Iglesias, contactase, en el último pleno, con el CGCEE, parece que haya empezado una especie de colaboración...
R. Está desarrollándose desde hace ya tiempo. Tenemos el enorme orgullo de que Enrique Iglesias sea el secretario general iberoamericano, una persona que está tan vinculada a los movimientos migratorios, como así nos trasladó en la cena del Consejo. Creo que los consejeros estuvieron muy agradecidos con su presencia y disfrutaron también de ese emigrante que se fue siendo muy pequeño de su tierra. Tenemos diferentes colaboraciones pero las colaboraciones necesitan de tiempo para que se plasmen y ha llegado ese momento: de que el señor Iglesias vaya al Consejo y conozca la realidad de todo ese entramado participativo, porque le sorprendió positivamente cómo tenemos articulada la representación de los españoles en el exterior, de que yo participe en la presentación de esos libros y de otras iniciativas que vamos a realizar.
P. ¿Qué beneficios puede traer para los españoles que están fuera?
R. Creo que todo redunda en beneficio del conocimiento, de la extensión de la cultura, de las inquietudes, de los programas, de los proyectos... de que el secretario general conozca bien también esta realidad y pueda llevarla a los distintos foros en los que tiene representación, que son muchos.
P. ¿Qué piensa de la decisión de Núñez Feijóo de cerrar las delegaciones de la Xunta que abrió el gobierno de Pérez Touriño en algunos países y trasladarlas a los centros?
R. No suelo hacer comentarios sobre las decisiones de desarrollo político que tienen otros gobiernos, ni cuando se crean ni cuando se cambian ni cuando se utilizan modelos diferentes. Nunca entro a comentar las iniciativas en cuanto al funcionamiento que otros gobiernos deciden.
Nosotros lo que queremos es que funcione el Consejo, que la Xunta de Galicia, como cualquier otro gobierno autonómico, colabore, coopere en beneficio de los ciudadanos españoles en el exterior y que no confrontemos sino que aunemos esfuerzos para que el estado del bienestar llegue a todos los españoles que residen fuera. Ese es el trabajo que a mí me encomendó el presidente Zapatero y ese es el trabajo que realizo todos los días y creo que a lo largo de estos años así lo he demostrado. Cada gobierno tiene que tomar las decisiones que considera que son adecuadas, lo único que espero es que cualquier decisión sea en beneficio, en este caso, de los gallegos que están fuera. Que se dediquen a eso y en eso siempre van a tener la cooperación del Gobierno de España; para confrontar que no nos busquen porque no nos van a encontrar.
P. ¿Tiene programado algún viaje para visitar a las colectividades en el exterior?
R. Voy a ir Moscú. Bueno, voy a Estocolmo al Consejo de Ministros de Justicia e Interior, al que llevamos la iniciativa del Gobierno de España de introducir en el Programa de Estocolmo, que es el que va a sustituir al Programa de La Haya para los próximos cinco años, el tema de los inmigrantes menores no acompañados. De ahí me marcho a Moscú para tener un encuentro con la comunidad española; estaré allí el día 18 para ver a la comunidad, a los ‘niños de la guerra’. Es una asignatura pendiente que tenía y parece que voy a poder cumplir ahora; espero que no haya ningún problema porque es un viaje que he tenido que posponer otras veces.