El descalabro de Ciudadanos en Castilla y León da fuerza a Vox y al PP, que recupera el primer lugar en unas generales
Pocas derrotas se pueden calificar de tan estrepitosas como la sufrida por Ciudadanos en Castilla y León. El partido naranja, que forma Gobierno en esa comunidad autónoma junto con el PP, perdió este domingo a los ocho representantes que había logrado sentar en el Congreso de los Diputados en las elecciones del pasado 28 de abril.
Pocas derrotas se pueden calificar de tan estrepitosas como la sufrida por Ciudadanos en Castilla y León. El partido naranja, que forma Gobierno en esa comunidad autónoma junto con el PP, perdió este domingo a los ocho representantes que había logrado sentar en el Congreso de los Diputados en las elecciones del pasado 28 de abril. De 286.288 votos pasó a 104.139, en beneficio del PP y de Vox, que vieron incrementar en tres y cinco, respectivamente, sus diputados en el Parlamento español. Hasta 436.510 votos consiguió el PP en esta ocasión, frente a los 394.658 de abril, que le proporcionaron 13 de los 31 escaños en juego en esta comunidad autónoma, mientras que el PSOE bajo de 451.048 a 430.587 y se quedó con los 12 que ya tenía. Vox, por su parte, logró 229.707 votos, cuatro puntos más que en la pasada cita electoral y eleva su numero de diputados a seis.
Por provincias, el PP venció en Ávila, Palencia, Salamanca, Segovia y Zamora, mientras que el PSOE lo hizo en Burgos, León, Soria y Valladolid.
El PP venía siendo la fuerza más votada en esta región, pero fue en las generales del 28-A que el PSOE logró imponerse con 12 diputados y sacar dos de ventaja al PP, seguido de Ciudadanos, que consiguió ocho, y de Vox, que obtuvo uno.
Un total de 1.396.048 castellanos y leoneses ejercieron su derecho al voto el pasado domingo de un censo que supera los 1,9 millones de habitantes.
La participación en esta comunidad, que fue de un 71,37%, se sitúa entre las más altas de esta última cita con las urnas, pese a que dista de la registrada en abril, que subió del 78%.