Sonia Dutruel: “Estamos tratando de reincorporar a los jóvenes y a los niños a la institución”
La Casa Balear de Santa Fe celebró el pasado año su centenario, ya que la institución se fundó en 1923, e “hicimos un homenaje con el apoyo del Gobierno balear”, agradeció la presidenta, Sonia Dutruel, durante su intervención en el Pleno del Consejo de las Illes Balears en el Exterior.
La entidad cuenta con una sede, en la que hacen, además de almuerzos y cenas, las actividades culturales y una casa de campo en Sauce Viejo que “la pudimos comprar con una plata que quedó en el corralito hace muchísimos años y allí es donde se hacen diferentes eventos”.
La entidad cuenta con un grupo de mayores “a los que tratamos de ayudar”, dijo Dutruel, quien destacó que la Casa cuenta con un servicio de préstamo de diferentes utensilios ortopédicos –camas, andadores, sillas de ruedas o bastones, entre otros– “para los descendientes y socios del Centro Balear”.
También cuentan con un grupo que está empezando a bailar y “estamos tratando de reincorporar a los jóvenes y a los niños a la institución”, asegura la presidenta, que también habló de la necesidad de que hay gente de edad intermedia que situó de 20 años o más.
Por su parte, la secretaria de la entidad, María Taura, explicó que una de las fortalezas de la entidad es “tener una casa que es cómoda y donde se realizan diferentes actividades y talleres como el de inglés, gimnasia para adultos, yoga o taekwondo” y destacó que “además de la personalidad jurídica”, la entidad “tiene personalidad deportiva y se practica tiro con arco y taekwondo”.
Taura también hizo referencia al acto que se llevó a cabo con motivo del centenario, que contó con la participación de la municipalidad y en el que homenajearon y recordaron a los expresidentes fallecidos. “La municipalidad declaró de interés municipal los 100 años del centro balear por la función que cumple también dentro de la ciudad” ya que la entidad realiza varios eventos solidarios.
Entre las peticiones, y al igual que muchos de los centros, pidió clases de lengua catalana porque antes tenían como profesora “a una señora grande que compartíamos con Villa María, pero ahora está cuidando a los nietos”. “Para nosotros –recalca– sería importantísimo. Hemos probado de forma virtual, pero no fue muy bien, necesitamos presencialidad en la enseñanza del catalán, así que estamos en tratativas de un profesor o docente que pueda venir dos veces por mes para volver a insertar el catalán en nuestra casa”.
