“No sólo nos dirigimos a los socios de las Casas, sino a todos los baleares y descendientes”

Josefa González Jiménez acompaña la gestión de Jordi Bayona en el Gobierno balear en lo que a sus oriundos en el exterior se refiere, desde hace siete meses, cuando se produjo el cambio de gobierno en esta comunidad autónoma. Ella lo hace desde el desempeño de la Gerencia de la Fundación Baleares Exterior, encargada de desarrollar y canalizar los programas destinados a este colectivo. Explica cuáles son los objetivos y el funcionamiento de esta Fundación.

Pregunta. ¿Cúando se creó la Fundación Baleares Exterior, con qué objetivos y cómo trabaja?
Respuesta. La Fundación se creó en diciembre de 2005, empezó a funcionar en enero de 2006 y dependía de la anterior Consejería de Inmigración y Cooperación. Con el cambio de gobierno desapareció la Consejería de Inmigración como tal y apareció la de Asuntos Sociales y la Fundación Baleares en el Exterior, con nuevas competencias, no de inmigración sino de emigración; pasó a depender de la Consejería de Presidencia, concretamente de la Dirección General de Acción Exterior. La Fundación se creó con el objetivo de agilizar todos los trámites burocráticos con el exterior; porque la burocracia administrativa nos impide a veces actuar con la agilidad que deberíamos y la pretensión de la Fundación es llevar a cabo las políticas diseñadas en la Consellería de Presidencia y en la Dirección General de Acción Exterior y ejecutarlas lo antes posible con la mayor celeridad. Nuestra función principal es trabajar para los emigrante y a partir de ahí se diseñan todos los proyectos y ayudas.
P. ¿Se encargan de diseñar los proyectos?
R. Sí, y de detectar las necesidades, tener contacto directo, presencial incluso, ante los emigrantes; somos su principal interlocutor, después todo se traslada a la Dirección General de Acción Exterior y la Consejería, pero el órgano ejecutor es la Fundación.
P. ¿Y en este tiempo qué es lo que más les han reclamado desde los centros?
R. Lo que los centros solicitan básicamente es para mantener viva la casa, su comodidad, mediante ayudas subvencionables de actividades culturales, de mantenimiento físico del inmueble. También nos reclaman mucho la ‘Operación Retorno’, que son los viajes que llevamos a cabo dos veces al año para que los oriundos o los descendientes puedan volver a ver su tierra o a conocer a sus familiares. Además, se empiezan a ver bastantes solicitudes de ayudas para las personas carenciadas. Y por otro lado, en nuestros viajes para visitar a las Casas, que hemos hecho ya por Chile, Argentina y Uruguay, y sólo nos ha quedado por conocer la Casa de Mar del Plata por un tema logístico, vimos que hay muchos carenciados baleares, en una situación de necesidad bastante extrema. Entonces, nuestra postura es la de trabajar para las personas.
P. Estas personas muchas veces ni siquiera están vinculadas a las Casas.
R. No. Por un lado, tenemos a las Casas y hay que mantenerlas y mantener su actividad cultural y que sean vividas, pero no sólo vamos a dirigirnos a los socios de las Casas sino a todos los baleares y descendientes de baleares.
P. Pero de alguna forma la captación se hará a través de las Casas, por lo que les he entendido.
R. Sí, les hemos pedido colaboración. Eso también nos ayudará a que esas personas que no tienen relación con las Casas se aproximen a ellas. Según para qué tipo de ayudas sí hay una necesidad de que la persona beneficiaria sea socio de una Casa. Por ejemplo, en la ‘Operación Retorno’, porque tenemos un compromiso con la Casa. Pero para lo que son ayudas individuales y proyectos como el de medicamentos, gratuitos para todos, o el de trabajadoras familiares, pretendemos que se haga a través de una red de acción social y que no sea requisito ser socio de ninguna comunidad.
P. El director general ha dicho que estos nuevos proyectos aumentarán bastante aunque todavía no sabe cuánto el presupuesto de la Fundación…
R. Ya este año ha aumentado tres veces lo que era el año pasado y la tendencia será aumentarlo y mantener las líneas de ayuda que se han tenido hasta ahora pero iremos en aumento en el dinero destinado para acciones sociales como puedan ser las ayudas individuales y los proyectos y programas que se diseñan para favorecer a los más necesitados. Las carencias son grandes pero creo que se puede conseguir algo con el presupuesto para 2008 en relación a las necesidades detectadas. Hace falta un trabajo por parte de las Casas, con el que, sumado al boca a boca, que funciona mucho, conseguiremos que la la red social sea más grande y lleguemos a más gente.
P. ¿Realmente la gente que está en las Casas les comunican directamente las necesidades de los que están fuera de ellas?
R. Sí, lo hacen. En la Fundación el contacto con las Casas es diario, por ‘e-mail’, por teléfono y por cualquier otro medio.
P. ¿Con cuánta gente cuenta para su trabajo en la Fundación?
R. La plantilla ahora está formada por ocho personas. Hay gente, aunque también hay que gestionar la parte interna, administrativa y presupuestaria de la propia Fundación; pero sí, tenemos gente. También nos vamos a dedicar a la comunicación, que es muy importante, queremos fomentar la comunicación y hacer llegar a la mayor parte posible de socios todos los proyectos que vamos a llevar a cabo, que a veces los canales de comunicación siempre son pocos para la mayor difusión posible de las posibilidades que tienen ellos con el gobierno balear.
P. ¿De los convenios para la formación de los jóvenes también se encarga la Fundación?
R. Sí, esto lo hacemos con la Fundación Cátedra Iberoamericana, de la Universidad de las Islas Baleares. Hemos firmado un convenio muy importante del que casi el 70 por ciento se destinará a becas para jóvenes que quieran capacitarse con formación ‘on line’ de la Universidad, de máster y postgrados, con becas para hacer prácticas aquí en empresas que tengan que ver con su formación. Aparte, esta Fundación también firma convenios con universidades de Argentina y se hacen intercambios culturales y conferencias en las Casas. Queremos intentar, lo digo con la boca pequeña, por los resultados que pueda haber, crear una figura que sería como un tutor con las universidades con las que firmemos convenios y que esta persona vaya a asesorar a los jóvenes en el exterior, a informarles también de las posibilidades formativas que existen en su propio país y que se comprometa un poco con la entidad balear en cada región.
Esto es importante porque cada Casa, cada país, cada comunidad es un mundo, hay que dar un tratamiento siempre adaptándolo a cada realidad específica.