JORDI BAYONA, DIRECTOR GENERAL DE ACCIóN EXTERIOR Y RESPONSABLE DE LAS CASAS BALEARES EN EL EXTERIOR

“Una Casa Balear del siglo XXI no puede vivir estrictamente de la añoranza de un país”

Jordi Bayona Llopis es, desde hace siete meses, director general de Acción Exterior del Govern de Baleares y, desde ese cargo, secretario del Consejo de Comunidades Baleares radicadas fuera del territorio balear, que celebró su XVI Pleno los pasados días 27 y 28 de febrero.
“Una Casa Balear del siglo XXI no puede vivir estrictamente de la añoranza de un país”
De izda. a dcha., Catalina Gornals, funcionaria de la Fundación; Jordi Bayona; y Josefa González.
De izda. a dcha., Catalina Gornals, funcionaria de la Fundación; Jordi Bayona; y Josefa González.

Jordi Bayona Llopis es, desde hace siete meses, director general de Acción Exterior del Govern de Baleares y, desde ese cargo, secretario del Consejo de Comunidades Baleares radicadas fuera del territorio balear, que celebró su XVI Pleno los pasados días 27 y 28. Fue el primer pleno de este Consejo que ha presidido Bayona y ya en su intervención inaugural dejó muy clara la postura del nuevo gobierno balear respecto a las entidades asociativas de sus comunidades en el exterior, con las que se comprometió para el futuro y a las que reclamó participación en el mismo.



Pregunta. Llama la atención que siendo la primera vez que se encontraba con los representantes de las Casas Baleares en el exterior en el marco del Consejo de Comunidades Baleares haya tenido una intervención tan de precisiones que podría decirse que ha comenzado regañándoles, ¿tan mal o tan mal acostumbradas estaban las Casas?
Respuesta. No, no, en absoluto, ni les he regañado ni estaban mal. He comenzado agradeciéndoles su esfuerzo porque es una gente que se esfuerza mucho y está dejando girones de su vida personal para sacar adelante las Casas Baleares. Lo que sí es cierto es que si queremos sacar adelante la pervivencia de las Casas Baleares en el exterior tenemos que cambiar de forma de actuar. Es decir, no puede ser solamente un colectivo que gestione, exclusivamente y nada más, ciertas ayudas del Gobierno de Baleares; no puede ser que los colectivos tengan un cien por cien de subvención de su actividad, porque esto es insoportable.
En cualquier caso, se puede decir que hemos celebrado, y ellos mismos lo han reconocido, el congreso del cambio, un cambio de estructuras y un cambio de objetivos.
En las estructuras, creo que uno de los cambios que tenemos que hacer para garantizar la pervivencia de las Casas Baleares es introducir a los jóvenes en las directivas. Una Casa Balear del siglo XXI no puede vivir estrictamente de lo que es la añoranza de un país, de la nostalgia y de bailes folclóricos; a todo esto, que es necesario, hay que añadirle unos componentes mucho más modernos, como la utilización de las nuevas tecnologías y el recambio en los objetivos. Creo que la inclusión de jóvenes en las directivas, y cuidado que estoy hablando de una introducción progresiva y pausada no de un cambio radical, es beneficiosa.
Como dije en el pleno, la energía de los jóvenes tiene que combinarse con la experiencia y con el criterio de las personas que llevan ya mucho tiempo al frente de estas entidades; creo que es algo imprescindible para que estas estructuras cambien y se vuelvan más dinámicas, más acordes con los nuevos tiempos, y para pasar de la cultura pura y dura del subsidio y de la subvención a la cultura de la cooperación, de la creatividad, de sacar nuevas ideas, de sacar nuevos ámbitos de cooperación y de aportaciones exteriores. Por tanto, creo que era necesario dar un punto de referencia para el futuro de las Casas Baleares.
En cuanto al cambio de objetivos, diré que en mis viajes por América Latina, esencialmente en Argentina, que es donde tenemos el 80 por ciento de las Casas, pude percibir la gran carencia vital y económica de muchos emigrantes de Baleares y, sobre todo, de muchos descendientes de ellos.
Esto me hizo pensar que hay mucha gente que no necesita tanto bailes folclóricos o encuentros gastronómicos como cobertura de necesidades primarias para vivir, de aquí que hayamos puesto ya en marcha un servicio insólito hasta ahora en Argentina que es el de la ayuda domiciliaria. Es decir, hemos formado a una decena de personas en la ayuda domiciliaria, que están retribuidas por el Gobierno balear y que prestan servicio a casi una treintena de baleares en situación precaria, que están solos en sus casas y que necesitan ayuda. Hemos comenzado por un plan piloto en Santa Fe, hemos oído el balance que ha hecho la representante de la Casa en Santa Fe y ha sido altamente positivo desde todos los puntos de vista.
Otro proyecto que tenemos responde al hecho de que en Argentina las pensiones son muy magras y los medicamentos muy caros. Cuando estuve allí hubo una frase que me impresionó mucho, de una persona mayor, un jubilado. Me dijo: ‘mire usted, yo o alimentos o medicamentos, las dos cosas no puedo’. Entonces, hemos puesto en marcha un sistema para abastecer de los medicamentos que necesitan a estas personas mayores, la mayoría enfermos crónicos, a un coste cero, para que puedan sacar más provecho a sus pensiones y que la compra de medicamentos no erosione sus pensiones.
En paralelo también vamos a utilizar y a aumentar, debido a esta carencia económica y social que tienen muchos baleares, lo que llamamos las ayudas individuales; es decir, a casos individuales. Hemos hablado de los programas de medicamentos y de ayuda domiciliaria de medida global, pero también vamos a multiplicar las ayudas individuales, es decir, a personas que se encuentran en situaciones muy difíciles. La divisa del Gobierno de Baleares es ‘las personas primero’, y también en lo que son los baleares residentes en el exterior o sus sucesores.
P. ¿Habrá algún programa nuevo dentro de las ayudas individuales?
R. Apostamos e introduciomos novedades en los programas sociales. En lo que respecta a las ayudas individuales su novedad es la de su multiplicación. Vamos a multiplicarlas, además de incluir nuevos servicios como el de medicamentos y el de ayuda a domicilio.
P. ¿Qué hay en los programas para jóvenes?
R. Aparte de los programas dirigidos a los mayores, la gran novedad es lo que se llaman las ayudas a los jóvenes, que se desarrollarán en dos ámbitos esenciales: formación y oportunidades de trabajo. Formación a través de la Fundación Cátedra Iberoamericana, que depende de la Universidad de las Islas Baleares, con la que hemos firmado un convenio para este año en el que la aportación del Gobierno de Baleares llega hasta los 120.000 euros para que nos diseñen unos paquetes formativos, sobre todo en un ámbito en el que Baleares se siente muy fuerte que es el del turismo, tanto en la explotación turística como en la exportación del conocimiento turístico. Tenemos ya cincuenta años de experiencia en la primera línea del turismo, tenemos una experiencia consolidada y empresarios y conocedores muy profundos del sistema. Vamos a insistir sobre todo en el ámbito de la enseñanza turística.
Algunos cursos se van a a dar en Latinoamérica, otros van a venir aquí y estos cursos van a ir siempre acompañados de prácticas en empresas turísticas. Afortunadamente tenemos por todo el mundo empresas turísticas baleares; hay que tener en cuenta que entre el tótem de las cadenas hoteleras tenemos al menos tres, el Grupo Sol Meliá, el Grupo Barceló y también el Grupo Reu, que están prácticamente en todo el mundo y esto nos permite hacer convenios para que los estudiantes o los jóvenes que quieran encarrilar su futuro hacia el turismo, la hostelería, tengan un lugar donde hacer sus prácticas.
P. Supongo que estas novedades se ven reflejadas también en el presupuesto, que tienen que suponer un incremento considerable.
R.
Supone un incremento presupuestario, sí. No sabría decir de cuánto porque la Fundación Baleares en el Exterior, por la cual canalizamos todas las auyudas, es el primer año que tendrá un presupuesto consolidado, fijo. Tiene tres años de vida y los dos años anteriores vivía de un presupuesto inicial muy bajo y de partidas que se iban añadiendo pero que nunca quedaron asentadas. Por tanto, es el primer año que tiene un presupuesto consolidado y total, y tendremos que hacer de tripas corazón y ver todos los rincones de nuestra contabilidad para sacar dinero para que estos programas sociales y de ayuda a los jóvenes puedan llevarse a cabo.
P. ¿Colaboran con el Gobierno central en el desarrollo de las políticas para los emigrantes? Ahora se ha puesto en marcha una Comisión Sectorial en la que se ha convocado a las comunidades autónomas…
R. Sí, sí, participamos en la Comisión Sectorial y en todo lo que es España en el exterior y efectivamente estamos con el Gobierno aportando nuestras ideas y nuestras necesidades. El Gobierno central envía cada año a Baleares mucho dinero para todo lo relacionado con la inmigración y al mismo tiempo ahora estamos tratando de que también, siendo una de las comunidades que tiene más residentes en el exterior, tengamos algún tipo de colaboración económica para la emigración, que nos iría muy bien debido a que queremos dar este gran salto hacia adelante en lo que es la actividad de la Fundación Baleares en el Exterior; es decir, en lo que es la política del gobierno hacia sus emigrantes y familiares de emigrantes en Latinoamérica.
P. ¿Va estar Baleares en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior?
R. Sí, va a estar allí con voz propia.
P. Estamos en vísperas de elecciones generales y el voto de la emigración ha estado, en general, cuestionado con mucha frecuencia, y en particular lo fue también en Baleares con el llamado ‘caso Formentera’, además de que por parte de los emigrantes se denuncian muchas dificultades para votar y escasez de tiempo en los plazos para que el voto llegue a tiempo, ¿qué opina de esto?
R. En este sentido, las Casas Baleares en el exterior tienen un estigma que fue el ‘caso Formentera’, que explotó en el año 1999, y el Gobierno de Baleares quiere poner punto final a este estigma. Es decir, yo mantengo las relaciones con los representantes de las Casas exteriores y nadie puede achacarme jamás la menor interpretación política de un acontecimiento. Empezamos la entrevista diciendo usted que parecía que los reñía, ¿no?, pues no, no los riño, pero en todo caso no los alabo artificialmente para conseguir favores políticos; esto lo encuentro indigno.
Por lo tanto, no quiero hablar del pasado, lo pasado pasado está, no quiero mirar el pasado, ni siquiera por el retrovisor, quiero mirar únicamente hacia delante y que nunca más Baleares se vea envuelta en un caso como el que estuvo envuelta en el 99 de manipulación de voto por parte del Gobierno en relación a las comunidades exteriores. Esto, como dicen los gallegos, nunca más.
P.
¿Cree que tendrá incidencia el voto de la emigración, que habrá una alta participación al menos en esta convocatoria?
R. Sí, creo que sí. La gente tiene que votar y los ciudadanos españoles, residan en Madrid, Palma o Zaragoza o residan en Buenos Aires, Rosario o en Miami, tienen el mismo derecho e invito a todos los españoles a que voten. Deciden también muchas cosas. De quién gobierne España en las próximas elecciones va a depender también parte de su vida, aunque vivan en el extranjero, por lo tanto les incito a que voten.