Gijón acoge hasta el 6 de febrero la exposición ‘Emigrantes invisibles. Españoles en EE UU (1868-1945)’

La Sala 2 del Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón acoge, desde este jueves 18 y hasta el 6 de febrero, la muestra ‘Emigrantes invisibles. Españoles en EE UU (1868-1945)’, la primera exposición dedicada a la historia de la emigración española a Estados Unidos durante las décadas finales del siglo XIX y primeras del XX, una inmensa epopeya colectiva apenas conocida hasta la fecha.

‘Emigrantes invisibles. Españoles en EE UU (1868-1945)’ contiene más de 300 fotografías, documentos y objetos procedentes de álbumes familiares de descendientes de emigrantes españoles, recopilados durante más de una década de investigación por los comisarios de la muestra, el catedrático de la New York University James D. Fernández –cuyos abuelos emigraron desde la pequeña parroquia de Pillarno (Castrillón) a Nueva York– y el periodista y cineasta asturiano Luis Argeo –vinculado igualmente a esta emigración–.

Tras su paso por Madrid, la exposición inicia su etapa itinerante en Asturias gracias al acuerdo de colaboración alcanzado entre la Fundación Consejo España-EE UU y la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón.

En el acto de inauguración de la muestra, tomaron la palabra la alcaldesa de Gijón, Ana González, y el secretario general de la Fundación Consejo España-EE UU, Fernando Prieto. También asistieron a este evento inaugural Luis Argeo, comisario de la muestra; Miguel Barrero, director de la FMCEyUP; Manuel Vallina, concejal delegado de Cultura del Ayuntamiento de Gijón; James D. Fernández, comisario de la muestra; y María Luque, responsable de Asuntos Culturales de la Fundación Consejo España-EE UU y directora del proyecto expositivo.

Los comisarios James D. Fernández y Luis Argeo realizaron una visita guiada a la exposición para las autoridades.

María Luque, directora del proyecto expositivo y responsable de Asuntos Culturales de la Fundación Consejo España-EE UU, habla de un trabajo concienzudo y muy extenso en el tiempo, puerta por puerta, logrando una recuperación ingente de materiales. “Estamos hablando de historias, de testimonios y de una memoria que está a punto de desaparecer y que ellos tienen la pericia y la visión de saber que es el momento de rescatarla, que van contrarreloj”, ha subrayado, para explicar que, “a partir de esos centenares de piezas de puzzle que iban recolectando, tejían lo que hoy está en las paredes”, refiriéndose a la exposición ubicada en la sala 2 del Antiguo Instituto Jovellanos. Así se contribuye, insiste, “a la recuperación de una historia colectiva cuyo foco desde fuera no era conocido”.