LA SANTINA FUE HOMENAJEADA ENTRE BAILES Y MúSICA ASTURIANA

El Centro Asturiano de Caracas alabó a la Virgen de Covadonga

La Virgen de Covadonga recibió honores el pasado 9 de septiembre en el Centro Asturiano de Caracas (CAC). La religiosidad, la música, el baile y la comida típica estuvieron presentes en esta celebración de la Santina.
El Centro Asturiano de Caracas alabó a la Virgen de Covadonga
Las jóvenes del CAC, durante uno de los bailes.

La Virgen de Covadonga recibió honores el pasado 9 de septiembre en el Centro Asturiano de Caracas (CAC). La religiosidad, la música, el baile y la comida típica estuvieron presentes en esta celebración de la Santina.
Además de la Junta Directiva y numerosos socios del CAC, estuvieron presentes el embajador de España, Antonio Pérez Hernández y Torra; su consejero de Empleo y Seguridad Social, Juan San Genaro Santana Reyes; el consejero de Asuntos Culturales, Moisés Morera Martín; el cónsul general, Paulino González Fernández-Corugedo; el cónsul general adjunto, Bernabé Ramón Aguilar Arigo; el cónsul adjunto, Pablo Tejera Fernández de Henestrosa; y el jefe de Gestión de la Consejería, Brindis García Álvarez.
Entre gaitas fue llevado el ‘ramu’ de pan a los pies de la virgen. La imagen, preciosamente vestida y adornada para la ocasión, se encontraba ya en el altar frente a la réplica de la cueva asturiana. La santa misa fue ofrecida por el reverendo Miguel Vargas López, párroco de Las Minas de Baruta, y el padre Giovanni Rodríguez Arciniegas, capellán de la Unefa.
Durante el acto religioso, el padre Vargas López comentó que “María se ha vestido con ropaje español, dándonos a entender que en el Principado de Asturias estaba el don de Dios, estaba la valentía y la gallardía”, haciendo un llamado también a los asturianos a recordar siempre su tierra. “No olviden ese corazón que late por Asturias”.
El sermón continuó recordando la historia y porqué la iglesia era llamada ‘Templo del Milagro’, porque era milagroso cómo podía mantenerse volada y colgada de la montaña, “hoy ustedes son el milagro, el mayor milagro de Dios en nuestras vidas, la expresión de ese amor que se contagia, que se hace fraternidad y familiaridad… Ustedes trajeron a la virgen a Venezuela como un signo de que Dios se hace rostro de mujer; ese Dios que se hace canto y gaita, rostro de vida y de ejemplo y de familia”. El párroco también quiso agradecer a los asturianos “por creer en Venezuela con todas las dificultades en nuestro país. Sigan apostando por sembrar en esta tierra”.
Por su parte, el capellán Rodríguez Arciniegas, amigo cercano del Abad de Covadonga, comentó sobre su reciente visita a Asturias y recordó la importancia de María como madre: “Si alguien nos acompaña, nos bendice y nosotros confiamos en ella es precisamente la madre y ella nos cuida, está siempre pendiente y los asturianos tienen una madre que no han dejado allá, también la han traído aquí porque la queremos”. El padre pidió la bendición de Dios para Venezuela y Asturias: “Que nos siga bendiciendo a través de su madre”.
Entre las ofrendas a la Virgen de Covadonga destacan el pan y el vino, instrumentos musicales típicos asturianos, velas, un ejemplar de la Santa Biblia, artículos deportivos, entre otros. La misa solemne en honor a Nuestra Señora de Covadonga fue acompañada por los cantos sacros de la Coral ‘Ecos de la Quintana’ del CAC, que dirige el profesor Marino Quintero, y el Grupo de Gaitas.
Al finalizar la misa, la Agrupación Folklórica del CAC llevó en hombros la imagen de la Santina a recorrer las instalaciones. Al regresar a la Plaza de la Santina, bailarines de la Agrupación Folklórica del CAC hicieron exhibiciones de bailes típicos que fueron disfrutados por los asistentes.
Ana Gloria Somoano Iglesias, presidenta del Centro Asturiano de Caracas, quiso agradecer a quienes colaboraron con el evento. “La organización del día de la Santina es complicada, tenemos muchísima gente que nos ha ayudado y colaborado con nosotros sobre todo las damas, las chicas y señoras mayores que nos ayudan con la recaudación porque es costoso y algunas veces no alcanza el presupuesto. Al Grupo de Baile y la Coral, que trabajan de maravilla ellos solos y no hace falta estar vigilándolos. La logística es complicada pero entre todos lo podemos hacer”, destacó.
Recientemente, la Junta Directiva del CAC fue ratificada en su cargo. “Volvimos y vamos hacia adelante, vamos a tratar de hacer lo mejor que podamos por el Centro Asturiano y a trabajar por el Centro Asturiano”. Para octubre se espera la celebración del aniversario del Centro y se espera realizar diversos actos: “Campeonatos deportivos en varias categorías, la fiesta de aniversario, la elección de la xana y la xanina…”.
El CAC tiene alrededor de 900 socios titulares y 3.200 beneficiarios. La lucha de esta Junta Directiva es porque regresen a casa: “Los planes son los mismos que hemos tenido desde el primer momento, que los asturianos regresen al Centro, sé que es difícil algunas veces pagar una cuota mensual pero queremos que hablen con nosotros, que vengan y regresen, estamos para escucharlos”, concluyó.
La Junta Directiva para el período 2012-2014 está integrada por: Ana Gloria Somoano Iglesias, presidenta; Felicitas Sánchez Ansia ‘Titina’, vicepresidenta; María Zoraida Sánchez Roza, secretaria general; María Vittorino Fernández, tesorera; Manuel Zapico Campillo, secretario de Relaciones Institucionales; Belisario Pellico Sierra, secretario de Cultura; Eugenio Lucas Roiz, secretario de Deportes; Jaqueline Vittorino Fernández, secretaria de Festejos; y como secretaria de Mantenimiento, Irene Padilla Ruiz.

La Santina
La primera imagen de la Santina se perdió por culpa de un incendio que destruyó la iglesia que la albergaba dentro de la Cueva (la palabra Covadonga quiere decir precisamente Cueva de la Señora, Cova Dominica). Dicha imagen, de estilo románico, formaba parte de una estructura de madera que colgaba en el aire, rodeada por la cascada del río Deva.
Justo un año después y dada la importancia religiosa y también política del santuario, la catedral de Oviedo donó la imagen de la Virgen actual. Esta imagen, que se bautizó por su pasado histórico como la ‘Virgen de las Batallas’, es una talla policromada cubierta con ropaje y manto. Sin embargo, fue concebida para mostrarse sin el ropaje y este manto al que hacemos referencia está pintado sobre la madera en un azul verdoso, que se adorna con flores rojas alineadas verticalmente.
La capa, que por su escueto tamaño apenas se aprecia si se mira a la talla de frente, es de color rojizo con los bordes rematados en dorado. El cinturón y los bajos del faldón tallados sobre la escultura son del mismo color rojizo.
La Virgen sujeta al Niño en su mano izquierda y sostiene una flor dorada en la derecha. En el rostro de la figura, adornado por una larga melena, se dibujan rasgos sencillos y muy poco expresivos. La cara del Niño, desnudo, resulta también inexpresiva. Ambos tienen la boca pequeña, una nariz fina y alargada, y la mirada perdida bajo unas cejas extremadamente finas y simétricamente perfectas.
Sobre la cabeza de la Virgen está adornada con una enorme corona dorada con perlas en cada una de sus aristas y adornada con brillantes incrustados. Del arco que describe la parte superior de la corona pende un águila rodeada por un círculo también de brillantes. En ocasiones, cuando la imagen va a ser expuesta, se sustituye esta corona, así como la del Niño, por otras de menor valor.
En un pequeño santuario burgalés situado a orillas del Ebro, se halla la talla de la Virgen de Cillaperlata, cuya imagen es gemela de la primera Virgen de Covadonga, que desapareció en el incendio en 1777.
Existe una tercera imagen de la Santina, donada en el año 1957 por la Institución Teresiana y que es la que se exhibe en la peregrinación que realiza la imagen por tierras asturianas al coincidir con el año mariano. Para hacerla más resistente al frío, al agua y a las humedades, propias se realizó, a diferencia de las otras réplicas, en material plástico.
En el interior de la Basílica existe una imagen mariana que crea confusiones frecuentes entre los visitantes y turistas. No se trata de la Virgen de Covadonga, que en todas las imágenes mira de frente, sino de una talla de Sansó llamada la Virgen con el Niño. La talla es prácticamente contemporánea a la basílica y en ella la Virgen está cabizbaja y en actitud reflexiva.