El Centro Asturiano de Comodoro Rivadavia recreó por segundo año consecutivo la Fiesta de los Huevos Pintos

El Centro Asturiano de Comodoro Rivadavia recreó el pasado sábado por la tarde por segundo año consecutivo la Fiesta de los Huevos Pintos, una antiquísima celebración asturiana. Los artistas este año volvieron a ser los niños, algunos hijos y nietos descendientes de la colectividad y otros vecinos del barrio ya que era una actividad abierta para todos, según informa el diario ‘Crónica’.

El Centro Asturiano de Comodoro Rivadavia recreó por segundo año consecutivo la Fiesta de los Huevos Pintos

El Centro Asturiano de Comodoro Rivadavia recreó el pasado sábado por la tarde por segundo año consecutivo la Fiesta de los Huevos Pintos, una antiquísima celebración asturiana. Los artistas este año volvieron a ser los niños, algunos hijos y nietos descendientes de la colectividad y otros vecinos del barrio ya que era una actividad abierta para todos, según informa el diario ‘Crónica’.

La única consigna era la libertad para que puedan exponer toda su creatividad en esos centímetros curvos que podían transformarse en lo que ellos quisiesen. Y así lo hicieron. Los huevos terminados se expusieron en una vitrina y todos muy orgullosos se sacaban fotos con sus obras en la mano.

La tarde continuó con una merienda de chocolate caliente, tortas, juegos y sorteos organizados por los jóvenes del cuerpo de baile. No faltaron los inflables para los más pequeños en el patio interno del Centro Asturiano. Roberto Fueyo, presidente del Centro, se mostró muy orgulloso y satisfecho de que los jóvenes y niños hayan respondido con tanto entusiasmo a la propuesta por lo que no descarta se siga organizando cada año.

La Fiesta de los Huevos Pintos

La Fiesta de los Huevos Pintos se celebra en Asturias el martes siguiente al domingo de Pascua. Aunque no existen documentos escritos que den certeza de su origen, se trata de una de las fiestas más importantes de Asturias, declarada de Interés Turístico Nacional en 1968. El evento consiste en la exposición y venta de huevos pintados artesanalmente en los que se plasman, con colores vivos y variados, escenas tradicionales acompañadas de frases, simbología, etc. Los habitantes acuden a la fiesta con trajes regionales. No faltan en esa fiesta gastronomía y folclore: espicha, sidra, bailes tradicionales y canciones. En algunos lugares la fiesta se extiende hasta tres días consecutivos.