Opinión

Libertad vs Seguridad

Una encuesta de la empresa Pew realizada en 2011 en EE UU y Europa reflejó una notable diferenciación entre las prioridades de europeos y estadounidenses. Para un 53 por ciento de los encuestados, la libertad para conseguir objetivos personales sin interferencias del Estado suponía la primera opción (mayoritariamente entre los estadounidenses) mientras el 35 por ciento creía lo contrario (principalmente en Europa). Por ejemplo, un 62 por ciento de los alemanes optaron por la seguridad en vez de la libertad, opción preferida por el 35 por ciento de los alemanes. Estos resultados fueron similares en Francia, España y Reino Unido, este último un caso curioso tomando en cuenta la preeminencia de la tradicional cultura liberal anglosajona.
A simple vista, los resultados de esta encuesta reflejan los dos mundos que se viven a ambos lados del Atlántico. La sociedad estadounidense siempre prefirió decantarse por la libertad y las oportunidades de superación personal, tomando en cuenta el peso de una cultura liberal e independiente que llevaron a considerar la existencia de un “excepcionalismo estadounidense”.
Por el contrario, los europeos prefieren la seguridad de un Estado fuerte, principalmente en materia de derechos sociales, cuyas garantías se ven fortalecidas por el éxito del Estado social de bienestar en la construcción de la estabilidad europea. Precisamente, un modelo actualmente cuestionado por la crisis económica que está posibilitando el ascenso de nuevas elites que buscan desmontar el peso estatal en la sociedad europea.
A pesar de que la encuesta es de 2011, la misma tiene vigencia tomando en cuenta la coyuntura actual, especialmente en materia de percepción de la crisis. A pesar de que el presidente estadounidense Barack Obama intenta abrir un modelo más social en la ultraliberal sociedad estadounidense, la Europa sumida en la crisis parece optar por el desmontaje de este estado del bienestar por mor de la privatización a ultranza, símbolo de la cultura anglosajona y del “excepcionalismo estadounidense”.
No obstante, en Washington no se plantean asentar un modelo de controles y recortes fiscales a gran escala tomando en cuenta que la economía estadounidense no posee los mismos niveles de control estatal que en Europa. Precisamente, la austeridad y los recortes son el modelo predominante en Europa.
Todo esto repercutirá en los índices de I+D (innovación y desarrollo) existentes en ambas riberas del Atlántico. La pujanza científica de las universidades y centros de estudios en EE UU contrasta en gran medida con cierta ralentización y parálisis en el caso europeo, en gran medida víctimas de la crisis a través de los recortes y la austeridad. A pesar de constituirse en el poder hegemónico occidental, los dos mundos atlánticos manifiestan notables diferencias culturales y de visión de mundo.