Opinión

Por las tierras de los “calubrigenses”

Por las tierras de los “calubrigenses”

Henos ante las tierras de los “calubrigenses”, esto es, “O Barco de Valdeorras”, cuyos primeros pobladores –según escribió el historiador latino Plinio– fueron los “gigurri”. El antiguo historiador Ptolomeo ya se refería a los “egurros”, los cuales habitaban en los “castros” construidos en la parte más elevada de los montes, cuando los romanos hasta acá llegaron. Éstos llevaron a cabo la “Vía Nova” que atraviesa la comarca de suroeste a noroeste, de suerte que hicieron de “Valdeorras” un “camino de paso”.

¿Cómo no iba a extrañar la enorme influencia de los romanos por toda aquella geografía? Los “gigurros” tenían como capital la “Forum Gigurrorum”, próximo a “A Rúa”, en el lugar llamado de “A Cigarrosa”, formando parte del “Conventus Asturiacensis”. ¿Y a qué se debe el vocablo “Calúbriga”? Se asocia con el de “Calabagueiros”. En “Calúbriga” había nacido el funcionario romano Flavio Pompeyo Reburro, tal como leemos en la lápida honorífica en una casa de “A Rúa Vella”. Los “calubrigenses” serían, por consiguiente, los habitantes de “O Barco”, los cuales formarían parte de los “gigurri” que ocupaban todo el valle. El topónimo “Valdeorras” parece provenir de “Val de Giorres”.

Así, pues, en toda esta comarca que visitamos debieron influir en alto grado los lugares pertenecientes a “O Castro”: un asentamiento romano donde durante la Edad Media existía una temible fortaleza, cuyas ruinas ahora vemos. A corta distancia de “O Barco” se halla “Xagoaza”, un monasterio que hoy se ha convertido en una bodega.

¿Y el nombre de “O Barco”? Su génesis se explica por la existencia durante la época romana de la “barca de Viloira”, que cruzaba el río Sil desde el “porto de a barca” –junto a la “Via Nova”, en su margen derecha– hasta Viloira en la izquierda, con objeto de comunicar a las gentes que vivían en las dos riberas. Paulatinamente, a la orilla de lo que eran las casas de los “barqueros”, fueron surgiendo modestas construcciones que, transcurridos los años, conformarían esto que hoy es “O Barco de Valdeorras”.

El hecho es que, llegado el año 1902, debido a la construcción de “a ponte de San Fernando”, se terminó aquella hermosa “historia de la barca”. Para enmarcar ese halo nostálgico, digno de un cuadro del Romanticismo, podemos observar en el lugar original algunas barcas –digamos “de atrezzo”– como imperecedera memoria de lo que fue el nacimiento de “a Vila de O Barco”. Por otra parte, cuando irremisiblemente nos alcanzó la denominada “guerra de la independencia” contra las tropas napoleónicas, los vecinos de “O Barco” tuvieron una activísima participación, como aconteció en las recordadas tierras de Larouco y Trives.

Como atestiguan los historiadores, ‘Valdeorras’ fue la primera comarca gallega que se enfrentó a los franceses, bajo el mando del “abade de Casoio”. Apreciamos que “O Barco” es una villa de porte moderno, con su malecón en las márgenes del río Sil, adornado por bellísimos jardines. En ellos tantos vecinos como visitantes, a la atardecida, pasean o, acodados en la baranda, miran, sin prisa alguna, cómo los pescadores aguardan a que pique algún que otro despistado pescadito…