Opinión

‘Peregrinatio’, la novela histórica de Matilde Asensi

Nos trasladamos al año 1324. El que había sido ‘caballero hospitalario’ de nombre Galcerán de Born –protagonista de la novela histórica Iacobus–, con gran preocupación por las noticias acerca de la relajada vida de su hijo Jonás en la corte de Barcelona, le envía una carta plena de órdenes muy estrictas. El joven Jonás deberá prestar el solemne juramento de la ‘caballería’ y transformarse así en ‘gentilhombre’ y adalid de la antigua Sabiduría y el Conocimiento.

‘Peregrinatio’, la novela histórica de Matilde Asensi

Nos trasladamos al año 1324. El que había sido ‘caballero hospitalario’ de nombre Galcerán de Born –protagonista de la novela histórica Iacobus–, con gran preocupación por las noticias acerca de la relajada vida de su hijo Jonás en la corte de Barcelona, le envía una carta plena de órdenes muy estrictas. El joven Jonás deberá prestar el solemne juramento de la ‘caballería’ y transformarse así en ‘gentilhombre’ y adalid de la antigua Sabiduría y el Conocimiento.

Con el propósito de cumplir los anhelos de su padre, Jonás emprenderá el ‘Camino de Santiago’. Irá como un peregrino más y, enredado en la magia y el simbolismo del ‘Camino’, llevará a término y de modo riguroso todos aquellos ‘rituales’ que exige su condición de ‘aspirante a caballero’. He aquí, pues, una, digamos, ‘guía’ novelada del ancestral ‘Camino’, al igual que un homenaje a la denominada ‘Ruta Jacobea’. Matilde Asensi, la autora de esta narración titulada Peregrinatio devuelve, por cierto, la voz a algunos de los personajes de su renombrada obra titulada Iacobus.

Peregrinatio alberga como fecha inicial 2004. Con posterioridad, fue publicada por la Editorial Planeta, Barcelona, 2006. Bello diseño de la cubierta y del interior a cargo de Neli Ferrer. Ilustración de la sobrecubierta, de AKG-Images/Album. Las ilustraciones del interior, de Aisa-Archivo Iconográfico, Erich Lessing/Album y otros.

“Jacobus el físico, apodado ‘Perquisitore’, a su muy querido hijo, el caballero Jonás de Born, saludos con sincero afecto”, así son las palabras iniciales de la novela Peregrinatio. Poco después, leemos: “¿Es éste mi buen hijo Jonás, al que dejé marchar hace cuatro años desde nuestra casa de Portugal para que fuera educado como escudero junto a su abuelo, mi padre, el noble señor de Taradell?”. Jonás de Born fue un huérfano abandonado en el cenobio de Ponç de Riba, donde se crio como ‘puer oblatus’. Más tarde, fue García Galceráñez, su hijo, porque antes de convertirse él en Iacobus el físico, como ahora se le conoce, fue Galcerán de Born, ‘freyre’ de la poderosa Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén.

“Quiero que, para tu regreso a casa, utilices, como hace siete años, el Camino de la Vía Láctea, el llamado Camino de Santiago”. Luego se refiere al papa Juan XXII y la Orden de los Hospitalarios de San Juan. Al protagonista –nos recuerda– le habían encargado de la recuperación de los tesoros ‘templarios’ escondidos en él. Tuvieron que recorrerlo como pobres ‘concheiros’, buscando los signos de la letra ‘Tau’ que enmarcaban los enclaves secretos. A su hijo Jonás le dice que cabalgue hasta los Pirineos y comience la ruta en el ‘Summus Portus’, esto es, Somport.

“Los leones, Jonás, son animales de significación solar, muy ligados a la noción de la luz”, leemos. Pues, en efecto, en la tradición simbólica universal, el león es el custodio del Conocimiento mistérico, cuyo símbolo hermético es la ‘serpiente negra’, surcos o cauces conocidos como ‘Serpientes de la Tierra’: la ‘Magna Mater’ que transmite su energía. La ‘Virgen negra’ de Nuestra Señora en la iglesia de Villanúa es espiritualidad, fuerza, salud.