Opinión

‘Las Médulas’, en El Bierzo, junto al río Sil

‘Las Médulas’, en El Bierzo, junto al río Sil

“Situadas en la comarca leonesa del Bierzo, próximas al río Sil, Las Médulas están consideradas como las mayores explotaciones auríferas a cielo abierto que los romanos poseyeron en Hispania y, casi seguro, en todo su Imperio”, escribe David Gustavo López al frente del libro Las Médulas, Patronato Provincial de Turismo de León, León, 2001. A los textos literarios los acompañan las fotografías de Puri Lozano y Miguel Fuertes, con la traducción de ‘Koiné’, Servicios lingüísticos. Recordemos que, por causas aún no demasiado esclarecidas, este bello conjunto de minas de oro existentes en el Noroeste Ibérico fue clausurado a comienzos del siglo III de nuestra Era, cuando la mayor parte de ellas todavía se encontraban en su máxima labor. Merced a esta determinación, Las Médulas en la actualidad se nos ofrecen a modo de un paraje admirable, en el cual la magnánima Naturaleza trata de recobrar los inmensos vaciados, picachos y rojizos barrancos ocasionados por el ser humano. Al mismo tiempo, en estas tierras leemos un atractivo “libro de historia” que deja aflorar aquellas “tecnologías” mineras de hace 2.000 años, relatándonos el abnegado estilo de vida de los nativos “astures”, que fueron obligados por los romanos a trabajar fatigosamente en estas minas.

Es preciso señalar que comprende un dilatado paisaje cultural, del que más de 2.000 hectáreas han sido declaradas “Zona Arqueológica”, donde se despliegan las redes de infraestructuras mineras y se asientan más de 50 yacimientos arqueológicos de épocas prerromana y romana: algunos de ellos han sido excavados y pueden ser visitados. Extraordinarios méritos por los que la UNESCO, en 1977, declaró a Las Médulas “Patrimonio de la Humanidad”.

Ascendemos, para contemplar este paisaje, siquiera sea de manera parcial, al Mirador de Orellán. He ahí los picachos y caprichosas figuras que esmaltan el enorme cuenco excavado durante la postrer etapa de la explotación minera. Más allá, Las Valiñas y el río Oza, cuyas aguas asimismo fueron captadas para este trabajo. He aquí los aluviones de Las Médulas, donde se percibe la alternancia entre capas de materiales finos y otras de conglomerados. Desde la perspectiva etimológica, Las Médulas podrían estar en relación con las nombradas “medas”, características de la labor en la era.

Los ‘astures’ poblaban por entonces el actual territorio de Asturias, León y parte de Zamora, Orense y norte de Portugal. Si anhelamos saber cómo vivían los ‘astures’, imprescindible será apropincuarse a los lugares de ‘El Castrelín’ y ‘Castro de Borrenes’. En ‘El Castrelín’ de San Juan de Paluezas nos hallamos ante edificaciones de planta circular que alternan con otras rectangulares. Sobre la ribera del Sil, henos delante de los vestigios de su amurallamiento. La historia nos evoca aquella dramática batalla del ‘Mons Medullius’ en que los romanos dominaron a los ‘astures’.

Observamos la muralla del ‘Castro de Borrenes’ y las explotaciones auríferas de ‘La Leitosa’, en Paradaseca-Villafranca. Andando el tiempo, Astorga –la región de ‘Asturica Augusta’– se transformó en la capital del territorio ‘astur’. Los depósitos de gran espesor fueron excavados mediante la denominada “ruina montium”, técnica minera explicada por el geógrafo romano Plinio el Viejo.