Opinión

Combarro, arqueología de A Caeira, radiante arenal

Continuando por las seductoras tierras y aguas del ‘concello’ pontevedrés de Poio, llegamos a Combarro, imprescindible visita para quien quiera conocer las ‘Rías Baixas’. ‘Mariñeira’ parroquia que atesora un acervo histórico y artístico que abarca toda la almendra de la antigua villa. Ved aquí señeros paradigmas de arquitectura popular gallega del siglo XVIII, el Siglo de las Luces.

Combarro, arqueología de A Caeira, radiante arenal

Nos hallamos en la ‘praza da Chousa’: un espléndido espacio abierto al mar, en el que convergen pretérito y presente. Ya podemos elegir entre transitar hacia la zona moderna –puerto y su paseo marítimo– o bien rumbo al núcleo histórico y artístico. Esta atlántica perla ‘mariñeira’ sobresale por sus angostas callejuelas, custodiadas por casitas tradicionales en las que albergamos la sensación de retroceder en el misterio del Tiempo. Todo este singular conjunto se sitúa, en su mayoría, sobre una gran losa de granito, de modo que, debido a esta adaptación, semejara que las casas estuviesen dispuestas en ‘terrazas’ cara al mar.

Los hórreos son, sin duda, una de las joyas esplendentes de Combarro. Construidos con madera y piedra, eran una esencial edificación, a fin de almacenar el cereal. En esta primera línea de costa, distingo varios de ellos agrupados sobre el mar. Arquitectura y, ¿cómo no?, locales donde rendir homenaje a la inefable y soberana gastronomía.

¡Ah, el arte rupestre! Imborrables, insólitas huellas de la mágica historia de la villa de Poio. Vamos al ‘Centro de Interpretación Arqueológica’ de A Caeira, ubicado en San Salvador. A escasa distancia, he ahí el maravilloso acervo de los misteriosos ‘petroglifos’. Área arqueológica que establece un ‘micromuseo’ al aire libre, adaptado para que –desde sus plataformas y con un breve paseo– se puedan observar detenidamente estos ‘petroglifos’, descubiertos en el primer tercio del siglo XX por el erudito Ramón Sobrino Buhigas. Serie de ‘petroglifos’ –grabados sobre las rocas– que exhiben su jerarquía dentro del arte rupestre de Galicia y España. ¡Cultura prehistórica de la Tierra Gallega a causa de su dimensión y sus motivos! Henos delante de signos geométricos circulares o con incisiones de dibujos de espirales. Amplias imágenes nos representan ciervos y caballos montados por sendos jinetes. Asimismo, una serie de figuras irregulares, acaso realizadas durante momentos históricos diferentes.

Así, pues, todo ello, ¿de cuándo data? Es la Edad del Bronce, esto es, entre el 3.000 y el 2.000 antes de Cristo, en esta “área arqueológica de A Caeira”, vívida y con esmero bien mimada en este admirable ‘Centro’ de la villa de Poio.

¡Una veintena de playas! El ‘concello’ de Poio presume de 21 playas a lo largo de sus 15 quilómetros de litoral. Reposadas, translúcidas aguas, bien abrigadas por estar situadas en el interior de la ría de Pontevedra. He ahí la de Chancelas, en Combarro, o la de Raxó, donde cada estío se congregan miles de visitantes. Ved la playa de Sinás, en Raxó, la de Covelo, en Samieira, o la de A Canteira, en Combarro, más pequeñas y acogedoras. Playa de O Laño, en Samieira, o playa de Lourido.