Opinión

Sobre el valor de repudio

El Partido Popular de la Argentina ha emitido una declaración bajo el título ‘Sobre el valor de repudio: respuesta a Francisco Lores Mascato’, fechada el 31 de marzo. Esta nota está en relación a la declaración que la Federación de Asociaciones Gallegas realizó repudiando la presencia de José María Aznar en la Argentina.La declaración dice entre otras cosas: “El Sr.
Sobre el valor de repudio
El Partido Popular de la Argentina ha emitido una declaración bajo el título ‘Sobre el valor de repudio: respuesta a Francisco Lores Mascato’, fechada el 31 de marzo. Esta nota está en relación a la declaración que la Federación de Asociaciones Gallegas realizó repudiando la presencia de José María Aznar en la Argentina.
La declaración dice entre otras cosas:
“El Sr. Lores, como ya dijimos, tiene todo el derecho del mundo a decir lo que piensa pero ¿cuál es el valor de lo que pueda decir? ¿Cuál es el valor real de su carta de repudio?”.
El valor evidentemente es la del presidente de una institución como la Federación de Asociaciones Gallegas, la cual representa, que es parte de la historia de Galicia y de la propia España. Cuando muchos de los firmantes o adherentes al Partido Popular, eran simpatizantes al Movimiento Nacional del Generalísimo Franco, responsable del genocidio del pueblo gallego, la Federación de Sociedades Gallegas defendía las libertades de España y la democracia. En las hemerotecas de los periódicos de la colectividad no aparece ninguna referencia a que estos señores, se hubieran preocupado durante el franquismo, de pedir democracia y libertad. Mientras la Federación hizo escuchar su voz en todo el mundo, reclamando los derechos democráticos, no sólo de los gallegos, sino también de todos los españoles. Tampoco aparecen referencias cuando desaparecían españoles o familiares durante la dictadura argentina, mientras que la Federación sí lo hizo.
Este es el ‘valor de repudio’, de una entidad y de un presidente, con una larga historia de defensa de los derechos de los emigrantes.
Por otro lado tenemos otro ‘valor de repudio’. Es el del Concejo Municipal de Rosario, que aprobó por unanimidad un proyecto para declarar personas no gratas a panelistas del seminario ‘Los desafíos de América Latina’, que organizó la Fundación Libertad.
El mencionado seminario contó con la presencia de José María Aznar, ex presidente de España entre 1996 y 2004; Roger Noriega, ex secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del gobierno de George W. Bush; Vicente Fox, ex presidente de México entre 2000 y 2006; y Marcel Granier, presidente de RCTV, Venezuela, entre otros.
Quienes pasaron por el Seminario: Allí estuvo Roger Noriega, hombre de la familia Bush, operador político a su servicio en América Latina.
Allí se paseó Marcel Granier, último cabecilla de una familia que ha concentrado el poder de los medios de comunicación en Venezuela durante décadas y que todavía no ha podido digerir la no renovación de licencia para transmisión al aire, luego de su auspicio explícito al golpe de estado de abril de 2002.
Mencionamos también a Vicente Fox, ex presidente de México. Bajo su gobierno, México se convirtió en el principal país expulsor de gente del planeta, con dos millones de emigrantes entre 2000 y 2005, por arriba de China, Pakistán e India. El dato no lo aportan los zapatistas perseguidos bajo el gobierno de Fox, sino el Banco Mundial. A notorios de prestigio como Julio María Sanguinetti –ex presidente de Uruguay–, Jorge Quiroga –ex presidente de Bolivia– (repudiado un día después por la comunidad boliviana en Buenos Aires) y Jorge Castañeda –ex ministro de Fox–, se le sumaron el ‘ingeniero’ Blumberg, Patricia Bullrich –ex ministra de Trabajo del gobierno de De La Rúa–, Ricardo López Murphy –ex ministro de Economía renunciado por repulsa popular también con De La Rúa–, Alberto Natale –ex intendente de Rosario de la dictadura militar–, Bernardo Neustadt –ex propagandista oficial de la dictadura y del menemato– y el empresario Santiago Soldati –que durante los 90 comandó la entonces exitosa Sociedad Comercial del Plata, participando de varias privatizaciones y pasando a ser socio de Telefé, Telefónica de Argentina, Aguas Argentinas, Gas Natural BAN, Transener, Transportadora de Gas del Norte y Gas Andes–.
Estos son los amigos del PP de Buenos Aires y del ex presidente José María Aznar. Todos repudiados por sus propios pueblos.
Por ello, los representantes legítimos del pueblo rosarino rechazaron la presencia de tamaña lacra política. Incluso algunos destacados ‘derechosos’ criollos ni se animaron a pisar Rosario, por temor a desacreditarse, como Mauricio Macri.
Por otro lado, el comunicado del PP, en tono solemne como si supieran de la cosa, señala:
“Paco Lores concentra su verborragia –una especie de incontenible hemorragia verbal– en acusar de genocidas a George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar, y se equivoca, el manual más básico de Derecho Internacional le dice que no existe en los hechos acaecidos en Irak materia para semejante acusación. Por esto, es válido decir, tened en cuenta Paco Lores, que “la palabra es un sacramento de muy delicada administración” según dice nuestro genial Ortega en su obra ‘La rebelión de las masas”.
Quiero señalar a los lectores, que quien escribe este artículo de opinión lleva más de 10 años participando del proceso judicial que instruye el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón contra los delitos de genocidios y terrorismo de Estado cometidos en la Argentina. Por lo tanto cuando hablamos de genocidios sabemos de qué estamos hablando.
Como todos sabemos la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio es un documento de Naciones Unidas.
Fue creado por la resolución 96 de la Asamblea General del 11 de diciembre de 1946. En ella, se reconoce el genocidio como un delito perseguible por el derecho internacional, además de definirse dicho delito de genocidio.
Artículo II: En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.

Exactamente esto fue lo que EE UU, Inglaterra y el Reino de España, con la complicidad de los ‘Cipayos’ autóctonos realizaron en Irak.
Miles de muertes de ciudadanos inocentes, niños, ancianos y mujeres. Según datos de agencias norteamericanas murieron más de 650.000 civiles, especialmente sunitas. Fue por esta participación inconsulta que los pueblos del estado español repudiaron a José María Aznar cuando se presentó por última vez como candidato, y por este delito que algún día tendrá que ser condenado por la justicia universal o por la historia. Por ser un genocida. Por haber cometido delitos de lesa humanidad, delitos que ofenden a la propia humanidad. Por ser un asesino que goza de la impunidad del sistema.
Todos estos motivos llevaron a muchas asociaciones y personas a crear en el estado español una Plataforma ‘Juicio a Aznar’. Por lo tanto esta propuesta no es atribuible solamente al señor Paco Lores. Es la propuesta de personas, que no quieren que nuncamás, se cometan delitos de genocidio, ni en la Argentina, ni en Irak, ni en ningún lugar del mundo.
Por ello, mi consejo a la Federación de Asociaciones Gallegas es que nunca se callen, que ya soportamos bastante, gracias a estos señores, 40 años de silencio, en aquella ‘longa noite de pedra’ que inmortalizara poéticamente Celso Emilio Ferreiro.