Opinión

Umbral y los comicios

A Robinson Vera“…Así se demuestra que la democracia formal no es nada dentro de la dictadura económica.”(Paco Umbral)Dicen que Francisco Umbral murió el pasado 2007.
A Robinson Vera
“…Así se demuestra que la democracia formal no es
nada dentro de la
dictadura económica.”
(Paco Umbral)
Dicen que Francisco Umbral murió el pasado 2007. Para mí está más vivo que nunca, sobre todo en sus crónicas… Ayer encontré un buen manojo de ellas, hechas libro en Diario de un Snob 2, en cuya portada aparece un Umbral jovencito, de pelo muy largo, flaco y avispado… Me costó el libro dos dólares, un poco más de esas “tres pesetas” que suele recibir el escritor-periodista por sus textos; Valle Inclán lo decía muchísimo mejor: “cambiar oro por calderilla” (en su caso era cierto; no seamos, pues, demasiado pretenciosos)…
Desde España y desde su mejor otero, Galicia, se nos machaca que nuestro “voto emigrante” o “sufragio de la diáspora” es muy importante para la política peninsular, instándonos a concurrir a las urnas, a través del voto epistolar, que tiene, sin duda, el viejo atractivo de las cartas y su forma de “blanca paloma con las alas plegadas y la dirección en medio”… El discurso es igual para la izquierda como para la derecha (ya todo está demasiado confundido, caro lector, puesto que tirios y troyanos van a misa juntos, beben el mismo vino y comulgan con el mismo pan), pero la cosa es atraer al votante-cliente para que sume peldaños a la causa.
Igual votaré. Me gusta este patético ejercicio cívico de hacerlo a trece mil quilómetros de distancia, quizá con la imagen pretérita de una vida comarcal que hoy no existe –morriña mediante– y que soñamos distinta como en el célebre poema ‘Penélope’, de Díaz Castro… Valga la intención de un galleguista convencido, “nacionalista visceral”, según apunta Antonio Pérez-Prado… Está claro que mi sufragio no cambiará nada, ni siquiera sumándome a los ciento cincuenta mil votos provenientes de la América del Sur (cuyos ‘cabecitas negras’ están siendo deportados a sus patrias de origen, desmintiendo la entelequia del ‘fraterno mundo iberoamericano’)… Y es que ya es archisabido que quienes dirigen los destinos universales no son los políticos de partido y oratoria pueril, sino los anónimos jerarcas de las corporaciones multinacionales… Ayer me decía un abogado chileno: “Si los chinos dejan de comprarnos el cobre, nos vamos a la mierda, porque las exportaciones de fruta chilena y de vinos no dan ni para la sopa…” A renglón seguido, me espetaba: -¿Por qué no te presentas de candidato a las municipales? -Yo, ni loco- le respondo… -Desde allí podrías hacer mucho por la cultura nacional- insiste, tras sus alcohólicas pupilas.
Los que aún nos adscribimos a ‘la izquierda’, quizá para no desnortarnos del todo, teníamos hasta hace poco la esperanza de que al menos las ‘políticas culturales’, aquí y allá, iban a ser diferentes entre girondinos y jacobinos. También en esto nos hemos equivocado, porque nuestros tribunos ‘progres’ piensan igual que los carcamales momificados: el arte y la cultura son cosa inútil y superflua; a lo más, cumple administrarlos como espectáculo masivo, especie de ‘festival de la canción’, para entretenimiento de muchos y catarsis de algunos artistas marginales.
Este año 2008 –concretamente el 29 de julio– nuestro Centro de Estudios Gallegos, del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, cumplirá diez años de labor, difundiendo la lengua y la cultura de Galicia, llevando a cabo trabajos de investigación de recíproco interés: recuperación de la vasta obra periodística de Ramón Suárez Picallo en Chile (más de un millar de crónicas, entregadas en 2005 al Consello da Cultura Galega bajo el título ‘La Feria del Mundo’, creado por el hijo dilecto de Sada); estudios monográficos y ensayísticos sobre los imaginarios populares de Galicia y de Chiloé, y otros que sería latoso detallar aquí.
Curiosa y paradojalmente (aunque quizá no tanto) recibimos más apoyo de la anterior administración de San Caetano que de ésta, la de los ‘compañeiros’ socialistas y galleguistas, que no trepidaron en despojarnos de un treinta y cuatro por ciento del ‘orzamento’ asignado a nuestro Programa, con el expediente básico de que “podemos realizar las mismas tareas con el presupuesto recortado”… Y es verdad, como lo dijéramos el pasado año, aun sin un ‘carto’ de asignación llevaríamos adelante esta labor, porque estamos entrañablemente convencidos de lo que hacemos, como parte de una vocación heredada, que es irrenunciable y no depende de burocracias más o menos eficaces.
Votaremos, a nadie le quepa duda, y lo haremos de acuerdo a viejas y acendradas convicciones…Vuelvo a Umbral, porque me gusta su prosa y sus ideas, y porque viene a cuento:
“…Pero candidato, no. Se pasa uno la vida pregonando sus vicios, haciendo literatura, moneda y almoneda de sus pecados y perversiones, y al final no ha servido de nada, porque yo quería pasar la mañana como maldito y quieren que pase como candidato, como miembro de una junta directiva, como modelos de profesionales sin carné… para convertirse uno en un carné...”
Termino citando a otro escritor (siempre hay otros que lo dicen mejor que uno; esto lo podrían asumir los políticos), en este caso, Albert Camus: “La Cultura y el Poder marchan siempre por carriles paralelos; cuando llegan a juntarse, es en desmedro de la Cultura”.
¡Que os aproveche el voto, ciudadanos!