Opinión

Realidad y leyenda del ferrolano José Alonso López y Noval

José Alonso López y Noval, quien naciera en Ferrol, tierras altas costeras de Galicia, el 2 de noviembre de 1763, en la atmósfera ilustrada de la capital departamental, durante la época en que la construcción naval imanta a esta población a reconocidos técnicos y artistas, publicó en Madrid, en 1820, la obra titulada de la siguiente manera, muy acorde con el gusto enciclopédico de la Ilustración del siglo XVIII en Francia y
Realidad y leyenda del ferrolano José Alonso López y Noval
José Alonso López y Noval, quien naciera en Ferrol, tierras altas costeras de Galicia, el 2 de noviembre de 1763, en la atmósfera ilustrada de la capital departamental, durante la época en que la construcción naval imanta a esta población a reconocidos técnicos y artistas, publicó en Madrid, en 1820, la obra titulada de la siguiente manera, muy acorde con el gusto enciclopédico de la Ilustración del siglo XVIII en Francia y España: Consideraciones generales sobre vaios puntos históricos, políticos y económicos, a favor de la libertad y fomento de los pueblos y noticias particulares de esta clase, relativos al Ferrol y su comarca.
Aunque este estudio –que comprende seis tomos en tres volúmenes, además de un cuaderno de grabados con una suma total de 1.680 páginas– testimonie un sobresaliente trabajo dentro de las Ciencias Sociales de la Galicia de comienzos del siglo XIX, juntamente con la aportación de constituir el primer acercamiento global a la Historia de Ferrol, con rigor y espíritu crítico, presentándonos los iniciales datos meteorológicos experimentales, fue, no obstante, un libro de escasa fortuna y aún poco conocido. Debido a las situaciones opresivas del momento el autor se vio obligado a comenzar a editar en el extranjero, bajo seudónimo y recurriendo al gasto de todos su ahorros. En 1823 fue retirado de las librerías y la mayoría de las ediciones fue vendida, a la muerte de López y Noval, por su viuda como papel al peso para envolver.
Este célebre marino ferrolano –aparte de ingeniero y matemático, político y escritor, políglota y crítico musical– falleció en su Villa natal gallega el 26 de diciembre de 1824. Se cuenta que José Alonso López y Noval no desaprovechaba ninguna ocasión para señalar al elemento clerical como enemigo eterno de la sociedad. Tan pronto hubo ocurrido su muerte, se difundió el rumor de que su alma vagaba y vagaba por las sombras nocturnas en forma de fantasma por los aledaños de su casa, muy próxima al crucero de Canido, por donde hoy en día una calle evoca su memoria.
Tal leyenda del “ánima en pena”, la del ilustre López y Noval, traduce en argumento de fantasía imaginativa y popular una situación real bien distinta. No se trataba, en efecto, sino de un ayudante de plaza ferrolana: un “oscurantista” furibundo, el cual caminaba sobre zancos, con una luz en la cabeza y una campana en la mano, y arrojando gritos desesperados. Al cabo, fue detenido por la policía, como miembro de la reacción clerical, que, de este jaez, tomaba venganza del espíritu liberal del señor marino e ingeniero.
“Fue un ferrolano digno de evocación, amigo Isaac –me revela la sin par Doña Francisca Díaz Rojo, esposa del esmerado Don Roberto Lamas, desde su finca ‘Abresa’ de Robaleira, en Valdoviño, arenales frente al mar del septentrión galaico y coruñés–,  porque en 1786 ingresó como piloto de la Real Armada. En 1791 lo destinaron al Observatorio Astronómico de la Academia de Guardias Marinas de su Villa de nacimiento. ¡Ah! Y a lo largo de una docena de años trabajó en su Ferrol querido ejerciendo de docente de la asignatura de Matemáticas. Creo que bien merece un testimonio. ¿No te parece?”.