Opinión

Presencia literaria en la historia de la Catedral de Compostela

El Codex Calixtinus –asimismo denominado Liber Sancti Jacobi– fue dispuesto y amplificado por Aimerico Picaud, quien había sido ‘cancelario’ de los Papas Calixto II, Honorio II e Inocencio II. En la dulce compañía de Girberga, “señora natural de Flandes”, llegó a Santiago de Compostela para conceder la ofrenda de un ejemplar del ‘Códice’, entregándolo como obra del Papa Calixto II.
Presencia literaria en la historia de la Catedral de Compostela
El Codex Calixtinus –asimismo denominado Liber Sancti Jacobi– fue dispuesto y amplificado por Aimerico Picaud, quien había sido ‘cancelario’ de los Papas Calixto II, Honorio II e Inocencio II. En la dulce compañía de Girberga, “señora natural de Flandes”, llegó a Santiago de Compostela para conceder la ofrenda de un ejemplar del ‘Códice’, entregándolo como obra del Papa Calixto II. He ahí, por tanto, la justificación de su nombre. Ignoramos en qué año fue escrito y cuándo fue traído a Compostela, si bien se estima que alrededor de 1140 Aimerico vino a Santiago, juzgando las ‘Letras’ de Inocencio II, fallecido en 1143, que están situadas al término del ‘Códice’ al igual que en la consideración de algunos otros acontecimientos a los que dentro de sus páginas se refiere. Según los historiadores, el ‘Códice’ se cree escrito en Francia, al primoroso cuidado de los monjes de la Orden de Cluny, por lo que se deduce de la ‘Carta’ de Calixto II que con su prólogo abre las puertas del Codex Calixtinus. Indudables testimonios que hallamos tanto en el libro litúrgico como en el que reseña el ‘Camino de las Peregrinaciones’. Aimerico tal vez era monje o, cuando menos, clérigo muy vinculado a los monjes cluniacenses. Era originario de Vézelay, abadía donde se concentraban los peregrinos que seguían la llamada ‘Vía Lemosina’.
El ‘Códice’ comprende 5 libros. En el primero de ellos, la ‘Carta’ del Papa, los Oficios y Misas de las fiestas del Apóstol, celebradas en la Catedral de Santiago. Joya musical a través de los ‘himnos’ y ‘antífonas’, ‘responsorios’ y ‘misas’, con la música popular gallega de la época. En el segundo, la colección de milagros atribuidos al Apóstol. El relato de la traslación del cuerpo del Apóstol desde Jerusalén a Galicia nos ilustran las páginas del libro tercero. La ‘Crónica del Arzobispo Turpín’ se halla en el libro cuarto: los hechos de la vida de Carlomagno, la protección de Santiago y la legendaria visita del rey a Compostela. La entrada de Carlomagno en España, sus combates contra los moros, la derrota de Roncesvalles al igual que la muerte de Roldán, sucesos que formarán parte de la fecunda literatura de los libros de Caballería. Por ello, este libro cuarto fue separado del ‘Códice’ en tiempos del Arzobispo don Juan de Sanclemente, al decir de los bibliófilos. Y para disimular esa separación, se enmendó el título del libro siguiente, situándole el numeral ‘quartus’ en lugar del ‘quintus’ que tenía. Ahora bien, el P. Fita –quien descubrió la “separación”– consideró que en las sucesivas ediciones del ‘Códice’ el libro cuarto retornase a su ubicación, de modo que en el libro quinto, el postrero, podemos leer la generosa ‘guía’ de los diversos ‘Caminos’ recorridos por los peregrinos.
Además hemos de mencionar el Cronicón Compostelano y el Cronicón Iriense, escritos por idéntica época de la llamada Historia Compostelana, con diferentes aconteceres de Galicia. Fuentes documentales inspiradas en el ‘maestro Bernardo’ y la confección del ‘Tumbo’ o ‘Cartulario Compostelano’, compilados en cinco secciones del contenido ‘diplomático’ que existía en la Catedral de Compostela. Bernardo era tesorero y arquitecto de la Catedral. En una parte reunió los ‘Diplomas reales’; en otra, los ‘Diplomas’ de los Condes y Señores; en el tercero, los de los Arzobispos y Obispos; en el cuarto, los ‘Diplomas’ de Caballeros, y los ‘Diplomas’ de servidores de la Iglesia en el quinto. He aquí, por ende, la primera tentativa de ordenación de todo el material existente en la Catedral compostelana, con el descubrimiento del sepulcro apostólico y las peregrinaciones.