Obama

Lleva razón el profesor Barreiro Rivas cuando dice que Obama no ha hecho el cambio sino al revés: una marea social que pide cambios ha puesto a Obama como hubiera puesto a otro que representase algún tipo de cambio sobre la pesadilla anterior. Pero también es cierto que de tanto abusar de la palabra cambio se han generado unas expectativas en la gente que ya se pueden adelantar como falsas, como acostumbran a ser los vaticinios de los medios cuando la causa en la que se embarcan supera a sus propios controles éticos. El modelo de sociedad no va a cambiar, por eso los grandes millonarios pidieron el voto para el candidato demócrata. Ocurre que son precisos unos ligeros retoques, pero la industria militar puede estar tranquila, como también se prolongará el conflicto palestino-israelí y se seguirán frotando las manos las aseguradoras de salud. No hay que olvidar que el único candidato que ha condenado las campañas imperiales militares de EE UU, el único que ha pedido expresamente que se frenen los abusos de las grandes compañías contra los consumidores, es el político Ralph Nader, de quien en España nadie ha dicho una palabra porque no tiene dinero para competir con republicanos y demócratas. A Obama no lo han hecho presidente ‘por’ negro sino ‘aunque sea’ negro. Lo que importa es la ideología. Y cómo se manejan las estadísticas: teniendo en cuenta el porcentaje de votos de Obama sobre la población real de USA, en España se han deslegitimado referéndums que no convenían al tertuliano de turno.