Opinión

Obama y Gerónimo

Han asesinado a más seres humanos por el dictado de cualquiera de los últimos presidentes de Estados Unidos que por orden de su ex mercenario en Afganistán, el fanático Bin Laden, que supo encauzar el resentimiento antiyanqui para perpetrar sus crímenes, tan salvajes y terroristas como invadir países o arrojar bombas por exigencias del mercado (cada asesino mata con lo que puede).
Han asesinado a más seres humanos por el dictado de cualquiera de los últimos presidentes de Estados Unidos que por orden de su ex mercenario en Afganistán, el fanático Bin Laden, que supo encauzar el resentimiento antiyanqui para perpetrar sus crímenes, tan salvajes y terroristas como invadir países o arrojar bombas por exigencias del mercado (cada asesino mata con lo que puede). Durante la investidura del presidente Obama escribí que no se podían esperar mejoras sobre su antecesor sino al revés. Me quedé corto: éste es un refinamiento del sistema, el nacionalcapitalismo, que consiste en utilizar los recursos del Estado (leyes, impuestos, ejércitos…) para beneficio de los dueños del mercado. Obama y Osama, Osbama, se parecen en su manera de solucionar los problemas al margen del Derecho, pero también en que ambos representaban pueblos históricamente castigados por el imperialismo y el colonialismo. Ambos quisieron trepar. Obama y sus estrategas no tuvieron vergüenza al poner el nombre clave de Gerónimo a Bin Laden durante la operación. El negro entregando al indio para satisfacer a la multinacional blanca. El negro vendiendo al indio. Uno y otro han tratado de convencernos de que ambos forman los dos únicos bandos posibles y esa es la peor mentira, porque entre los dos horrores que ambos representan nos movemos el tercer bando, miles de millones de seres humanos que tratamos de salir adelante cada día en este mundo, temiendo a los dos.