Opinión

Manning

Poco se habla en España del destino de Bradley Manning, el jovencísimo militar estadounidense que filtró a Wikileaks información sobre los crímenes que su propio ejército cometía en sus invasiones por el mundo (la invasión es un crimen en sí mismo, habría que añadir).

Poco se habla en España del destino de Bradley Manning, el jovencísimo militar estadounidense que filtró a Wikileaks información sobre los crímenes que su propio ejército cometía en sus invasiones por el mundo (la invasión es un crimen en sí mismo, habría que añadir). El soldado lleva tres años preso, a punto de esperar el juicio por la filtración, y en unas condiciones de abusos y aislamiento que han sido denunciadas, entre otros, por el departamento de la ONU encargado de las torturas. En justicia, hay que reconocerle al Gobierno de EEUU que es capaz de maltratar o reprimir por igual a un extranjero como a cualquiera de sus propios ciudadanos cuando reclaman sus derechos. Es indiscutible que Manning, defendiendo los derechos humanos y la poca dignidad que le queda a su ejército, fue más demócrata y más ‘patriota’ que su gobierno, pues representa los valores de su pueblo de base. En España, ha saltado a los periódicos la frase pronunciada estos días por un general de nostalgias franquistas. Como réplica a los catalanes y otros pueblos del Estado que aspiran a organizarse como les venga en gana, el militar defendió el papel del ejército como mamporrero del nacionalismo español y dijo una de las frases que más me han asustado en toda mi vida: “la patria está antes que la democracia”. Recurrir a la patria en Política es lo mismo que recurrir al creacionismo en la Ciencia. Que a estas alturas de siglo XXI haya quien piense que la patria es una idea política en sí mismo dice que no hemos avanzado mucho ¿Por qué Bradley es un renegado y el general español un patriota? ¿Por qué no es al revés? Porque la patria la diseña la clase dominante a su medida. Y hay pánfilos y trepas que van detrás.