Opinión

Judíos de origen español

Dentro del amplio abanico de personas o grupos humanos que pueden acceder a la ciudadanía española están los judíos de origen español, los sefardíes. Recientemente el Gobierno de Mariano Rajoy Brey reactivó la medida, acceso mediante carta de naturaleza, después que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero suspendiera en 2009 las concesiones.
Judíos de origen español

Dentro del amplio abanico de personas o grupos humanos que pueden acceder a la ciudadanía española están los judíos de origen español, los sefardíes.
Recientemente el Gobierno de Mariano Rajoy Brey reactivó la medida, acceso mediante carta de naturaleza, después que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero suspendiera en 2009 las concesiones. Son miles los judíos de origen sefardí (Sefarad, en ladino, era el nombre de España) que residen desde Argentina hasta Israel pasando por Venezuela, Estados Unidos o Marruecos. Pero determinar quién es y quién no es sefardí es una tarea no apta para funcionarios consulares o administrativos del Ministerio de Justicia, por lo que tendrán que valerse de los medios de prueba que los mismos judíos presenten.
Lamentablemente esta restitución tardía no permite un examen a fondo de la actitud racista e intransigente de los mal llamados Reyes Católicos (Fernando e Isabel) que, antes que pagar las deudas contraídas con los judíos por la guerra contra los musulmanes, decidieron expulsarlos. Aún hoy es posible leer en los medios de comunicación españoles la palabra “migración” sustituyendo a la de “expulsión” o la tan recurrida “diáspora” con tintes poéticos.
El cementerio judío más antiguo en la América continental está en Coro, estado Falcón, Venezuela. Judíos españoles que encontraron protección en Holanda emigraron a Aruba y Curaçao durante la colonia. De las islas holandesas pasaron a Venezuela y allí formaron comunidad.
Los Reyes Católicos advirtieron a Cristóbal Colón de la prohibición de llevar a América a moros, judíos o herejes, a pesar de que el mismo Colón era judío, el cerebro del viaje, Abraham Zacuto, también y, lo que es más importante, el que financió el viaje, Luis de Santángel, que de su bolsillo puso 1.140.000 maravedíes para la empresa.