Opinión

Feijóo: invitado de piedra en su ‘longa noite de pedra’

‘Gallaecia Petrea’ es una exposición que el mausoleo ‘pepero’ de la Cidade da Cultura acoge estos días, que el presidente de Galicia Alberto Núñez Feijóo inauguró el 15 de junio. Un día después, en A Coruña, la Real Academia Galega (RAG) conmemoraba el 50 aniversario del Día das Letras Galegas.
Feijóo: invitado de piedra en su ‘longa noite de pedra’

‘Gallaecia Petrea’ es una exposición que el mausoleo ‘pepero’ de la Cidade da Cultura acoge estos días, que el presidente de Galicia Alberto Núñez Feijóo inauguró el 15 de junio. Un día después, en A Coruña, la Real Academia Galega (RAG) conmemoraba el 50 aniversario del Día das Letras Galegas.
El acto, en la coruñesa plaza de María Pita, contó con la participación de los 30 alcaldes de las localidades en las que nacieron los 50 escritores homenajeados, que leyeron durante 20 segundos un pasaje del escritor que representaban.
El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira Souto, activo militante contra el gallego, leyó un discurso institucional en el que pasaba lista desde Rosalía de Castro hasta Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, pasando por Manuel Curros Enríquez, enterrado como un héroe nacional en A Coruña, hasta las ‘Irmandades da Fala’, teniendo como eje central la defensa del gallego y el carácter nacional de Galicia que siempre acogió A Coruña. Todo palabras. De estar vivos todos los nombrados en la lista, ninguno le dirigiría la palabra a Negreira Souto.
El presidente de la RAG, Xosé Lois Méndez Ferrín, ante la presencia de los más violentos y activos enemigos que ha tenido el idioma gallego en democracia: el secretario xeral de Política Lingüística, Anxo Lorenzo; el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez Abad; el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira Souto; y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, llamó a la resistencia contra los ataques constantes al gallego (desde la propia Administración gallega) y señaló que el Día das Letras Galegas era un “arma de orgullo a todo un pobo que fala, lee é escrebe no seu idioma, é cada ano, un toque de a rebato á resistencia do que seremos sempre, sempre, sempre”.
Pese a estar previsto que el presidente Núñez Feijóo cerrase el acto con unas palabras, después de las de Méndez Ferrín, optó por no decir nada, como las piedras de la exposición que había inaugurado el día anterior. El presidente de piedra gallego, que pudo ahorrarse su presencia en el acto, prolonga ‘a longa noite de pedra’ que sufrió nuestro pueblo desde 1486 hasta hoy con su silencio, porque si las piedras como él hablasen, hablarían mal de nuestro idioma. Pero lo peor no es lo que diga o calle, sino lo que hace con nuestra cultura, con nuestra identidad, rebajada a acto folclórico o a exposición de mausoleo, muerta como las piedras, con la complacencia de gran parte de la población gallega, alienada e ignorante.