Opinión

Estructura y desarrollo de ‘Los Miserables’ de Víctor Hugo

El poeta y novelista francés Víctor Hugo empleó siete meses y medio –desde mayo a diciembre de 1860– para “penetrar de meditación y de luz la obra entera” de la máxima creación que es Los Miserables.

Estructura y desarrollo de ‘Los Miserables’ de Víctor Hugo

El poeta y novelista francés Víctor Hugo empleó siete meses y medio –desde mayo a diciembre de 1860– para “penetrar de meditación y de luz la obra entera” de la máxima creación que es Los Miserables. La mayoría de las correcciones sobre lo ya escrito corresponden a esas fechas, aparte de un considerable número de adiciones. De modo que el 30 de diciembre alcanzaba, al cabo, el principio del Libro décimoquinto de la Cuarta Parte. O lo que es lo mismo: el lugar exacto donde Hugo –el ‘par’ de Francia– se había detenido en 1848. Así, pues, todo el final de la novela, abarcando este Libro décimoquinto y la Quinta Parte íntegra, fue redactado en seis meses: desde el 30 de diciembre de 1860 al 30 de junio de 1861, primeramente en Guerseney y luego en Bélgica. Conviene recordar que la labor de este medio año no se redujo sólo a la composición, sino que, en concreto, todo el Libro Primero de la Segunda Parte –titulado ‘Waterloo’– fue preparado en los mismos lugares que describe, esto es, en Mont-Saint-Jean.
Fue el 16 de septiembre de 1861 –tras algunas semanas de descanso– cuando Víctor Hugo comenzó la revisión definitiva, la cual, junto con la corrección de las pruebas, le ocupó hasta junio de 1862. La publicación, pues, de Los Miserables se cumplió en 1862 mediante tres estadios. ‘Fantine’ vio la luz el 3 de abril; ‘Cossete’ y ‘Marius’, el 15 de mayo; ‘El idilio de la calle Plumet’, ‘La epopeya de la calle Saint-Denis’ y ‘Jean Valjean’, el 30 de junio.
Además de algunas páginas que escribió en 1851, el gran romántico francés escribió su novela digamos en dos períodos, separados por un intervalo de doce años: 1845-1848 y 1860-1862. Como es lógico, es preciso reservar el título de Las miserias al texto anterior a 1854, fecha en que el autor otorgó a su obra el título definitivo. Es decir, básicamente al texto que existía antes del 21 de febrero de 1848. Aquel mismo día Víctor Hugo escribió un capítulo; el primero del Libro décimoquinto correspondiente a la Cuarta Parte. Las miserias, por consiguiente, es, por así decirlo, una novela “inacabada”.
Atrae, desde luego, confrontar el texto definitivo con la versión “inacabada” de 1845-1848. En simultaneidad con la escritura, el pensamiento al igual que las ideas del novelista francés revelaron, a lo largo de doce años, muy significativas “transformaciones”. Es necesario decir que entre Las miserias y Los Miserables se halla la adhesión a la República, el exilio así como la “crisis mística” de la etapa de Jersey. Víctor Hugo dividió y subdividió su opera magna literaria en Partes, Libros y Capítulos. Y distribuyó su materia en cinco Partes, de las que la más extensa es la cuarta, y la más corta, la tercera. Ahora bien, el manuscrito y las notas de trabajo de Hugo traicionan, en cierto modo, la permanente preocupación por mantener la coherencia de una cronología muy compleja, a la vez que justificar la aparición de un personaje –en ocasiones, secundario– y preparar, frecuentemente desde mucho antes, cualquier escena decisiva.
Es claro que a partir de la redacción definitiva de Las miserias Víctor Hugo concibió una “acción compleja”. El escritor romántico se encontró con la presencia de cinco historias que era insoslayable seguir, mas sin echar en saco roto a los personajes “secundarios” que no son meras comparsas. ¿Y el decorado de fondo? Una pintura de la sociedad que desde 1815 a 1833 influiría tanto en la actitud como en la conducta de sus personajes.