El Hollywood cubano
Acostumbro a decir que la Guerra Fría, durante los 60 y 70, la ganó Hollywood, con unas productoras de cine mayoritariamente sionistas que convencieron al mundo de que la II Guerra Mundial se ganó en Normandía y en Europa Occidental.
Acostumbro a decir que la Guerra Fría, durante los 60 y 70, la ganó Hollywood, con unas productoras de cine mayoritariamente sionistas que convencieron al mundo de que la II Guerra Mundial se ganó en Normandía y en Europa Occidental. La verdad, la única que hay, es que al nazismo sólo se le paró desde Berlín hacia el Oeste, en la mayor tragedia bélica de la historia de la humanidad, en Kursk y Stalingrado, con millones de soviéticos que salvaron el mundo al grito de “ni un paso atrás”. Ese cine tramposo nos horrorizó con el crimen de seis millones de judíos y censuró el dato de que de los 26 millones de soviéticos muertos (Francia y Gran Bretaña, sumadas, no alcanzan el millón), 18 millones fueron civiles masacrados por Hitler. El Hollywood del XXI son los grandes medios de comunicación globales, que entre sus objetivos de censura tienen a Cuba y a su modelo de organizarse. A su llamada ‘disidencia’, que no tiene representación real en la sociedad cubana, se le magnifica, premia y financia generosamente desde Europa y EE UU. Estos días es noticia en España que el Gobierno de Rajoy ha dejado de subvencionar a estos personajes, que vinieron a Europa recibiendo una casa y un sueldo (sin trabajar) a cambio de criticar a su país. Hay españoles que cobran menos que estos tipos a pesar de trabajar duro y que, además, tienen que vivir en casa de sus padres. Esto deberían saberlo en la isla algunos cubanos que siguen creyendo en el ‘sueño americano’. Lo realmente disparatado de todo esto es que estos disidentes asentados en España afirman ahora que quieren retornar a Cuba, y yo no puedo imaginar ni por un segundo a un represaliado y torturado de Franco pretendiendo volver a la dictadura española para mejorar su situación económica.