Opinión

Entre EE UU y China

Primera columna del 2008, un año que se presume decisivo, quizás por el hecho de que se celebrarán elecciones presidenciales en EE UU, la actual gran superpotencia, y porque se llevarán a cabo los Juegos Olímpicos en China, la que se supone será la próxima superpotencia del siglo XXI.Estos parecen ser los dos escenarios tentativos de atención mundial para el año recién comenzado.
Primera columna del 2008, un año que se presume decisivo, quizás por el hecho de que se celebrarán elecciones presidenciales en EE UU, la actual gran superpotencia, y porque se llevarán a cabo los Juegos Olímpicos en China, la que se supone será la próxima superpotencia del siglo XXI.
Estos parecen ser los dos escenarios tentativos de atención mundial para el año recién comenzado. En EE UU se respira la necesidad de un cambio político, tras ocho años de republicanismo neoconservador personificado en George W. Bush.
La oferta de candidatos da cuenta de las necesidades de este cambio. Un candidato de color como Barack Obama y una mujer como Hillary Clinton compiten por la candidatura en el Partido Demócrata, al que muchos dan como ganador en las presidenciales de noviembre, así como por personificar el cambio que muchos estadounidenses desean ver en la Casa Blanca.
Por los republicanos, llama la atención el acento moralista y religioso de dos candidatos, el evangélico Mike Huckabee y del mormón Mitt Rowney. Pero las cartas ganadoras parecen estar en manos de dos clásicos y duros: el ex alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani y el senador John McCain.
Sea quien sea el próximo presidente estadounidense para los próximos cuatro años, deberá darse cuenta que el verdadero desafío a la cada vez menor hegemonía norteamericana está concentrado en China. Los Juegos Olímpicos de Beijing a celebrarse el próximo verano será el escenario idóneo para que la dirigencia china muestre al mundo la potencialidad del gigante asiático.
El 2007 confirmó el ascenso de China e India como los polos activos de un mundo cada vez más multipolar. La noción de ‘Chindia’ comienza a calar en varios medios occidentales, pero el cambio de poder hegemónico aún llevará algunas décadas.
Si EE UU y China se perfilan como los polos de poder de este mundo multipolar, queda por ver la reacción de otras potencias de menor grado, como son los casos de Rusia y una Europa en turbulento proceso de integración, así como otros países que pisan fuerte en el escenario internacional como Brasil, Sudáfrica, Irán o Turquía, suerte de ‘potencias emergentes’ que diseñarán la naturaleza del sistema internacional en los próximos años.
En cuanto a focos conflictivos, el 2008 comenzó con la peligrosa inestabilidad en Pakistán y una crisis humanitaria en ciernes como es el caso de Kenia. El amplio e inestable espacio conformado por Oriente Próximo y Asia Central seguirá siendo la ‘zona roja’ para el 2008, especialmente en Pakistán, Afganistán e Irán. En el caso europeo, está por ver qué sucederá finalmente en Kosovo y su posible independencia.
Sin olvidar la dinámica de los acontecimientos en América Latina y África, la puja nuclear iraní, el calentamiento global o el alza de los precios del petróleo, la atención política y mediática mundial estará concentrada en las elecciones estadounidenses y las Olimpíadas chinas para los próximos meses del año. Está claro que el péndulo del poder mundial parece estar girando de Washington a Beijing.