Opinión

El canon

Si el Partido Popular estuviera realmente interesado en proteger los intereses de los usuarios y consumidores españoles, empezaría por plantar cara a las multinacionales y a los bancos que hacen lo que quieren con el ciudadano medio, que al intentar reclamar siente la misma impotencia que siglos atrás se sufría ante la impunidad de un señor feudal.
Si el Partido Popular estuviera realmente interesado en proteger los intereses de los usuarios y consumidores españoles, empezaría por plantar cara a las multinacionales y a los bancos que hacen lo que quieren con el ciudadano medio, que al intentar reclamar siente la misma impotencia que siglos atrás se sufría ante la impunidad de un señor feudal. Y si el PSOE tuviera realmente en cuenta las necesidades económicas de los trabajadores artísticos, empezaría por preocuparse por los trabajadores de la economía primaria, es decir, los millones de españoles y españolas que trabajan en la industria y que se mueren en accidentes de trabajo como en ninguna parte de Europa; o los millones de empleados de servicios que cobran mil euros o menos al mes, que es lo que cobra en unas horas uno de esos artistas que hacen gracejos publicitarios a favor de Zapatero. Entre unos y otros, populares y socialistas, pretenden enredarnos en el enésimo falso conflicto entre derechas e izquierdas para polarizar el voto irreflexivo con excusas estéticas. Es cierto que el canon, como dicen los artistas, es un problema menor en comparación con otros grandes casos de derroche económico, pero también es cierto que pretender cobrar un canon por un CD presumiendo que se va a emplear en piratear es tan injusto, arbitrario y jurídicamente disparatado como gravar con un impuesto a las minas de hierro porque es posible que se acaben fabricando cañones.