Opinión

A 50 años de la partida de Albert Camus

Para Camus, la escritura fue una elección, el arte fue la alternativa para que, más allá del nihilismo y de la soledad del hombre en un entorno de guerra, muerte y destrucción, pudiera construirse un segundo momento de paz, de armonía y fraternidad.
A 50 años de la partida de Albert Camus
Para Camus, la escritura fue una elección, el arte fue la alternativa para que, más allá del nihilismo y de la soledad del hombre en un entorno de guerra, muerte y destrucción, pudiera construirse un segundo momento de paz, de armonía y fraternidad. La opción de Camus fue siempre la rebelión contra lo absurdo y estoy entre los que cree que fue un verdadero humanista que usó en la palabra como instrumento de lucha en búsqueda de la igualdad. Su obra la dedicó a aquellos que, siendo como él, habiendo compartido las mismas miserias y angustias, no tenían voz. Pero dejemos que sea una cita del propio autor quien nos recuerde esta misión y nos invite a releer sus libros:
“Jamás he podido renunciar a la luz, a la felicidad de existir, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esta nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, me ha ayudado sin duda a comprender mejor mi oficio, me sigue ayudando a mantenerme, ciegamente, junto a todos estos hombres silenciosos que no soportan la vida que se les hace en el mundo más que por el recuerdo o el refugio en el remanso de breves y libres felicidades”.