Opinión

Alberto Núñez Feijóo

Ya pasamos las elecciones, algunos pensaban que su candidato era el seguro, otros dudaban y otros rezaban. La verdad es que muy pocos esperaban el triunfo de Alberto Núñez Feijóo, aunque las encuestas daban para pensar... En las encuestas había un mensaje de cambio, que nadie supo interpretar correctamente.
Alberto Núñez Feijóo
Ya pasamos las elecciones, algunos pensaban que su candidato era el seguro, otros dudaban y otros rezaban. La verdad es que muy pocos esperaban el triunfo de Alberto Núñez Feijóo, aunque las encuestas daban para pensar... En las encuestas había un mensaje de cambio, que nadie supo interpretar correctamente. El veredicto fue contundente, los electores querían cambiar a un gobierno que había propuesto mudar un estilo y modelo de gobernar y terminó haciendo lo mismo que el anterior.
Mi interés por saber cómo estaba el clima electoral me llevó a  llamar por teléfono a Vigo, a mi amigo Lois Pérez Leira –con quien fuera consejero general de la Emigración en Madrid– para preguntarle ¿qué opinaba sobre las elecciones? Él me contestó rotundamente: –Puede pasar cualquier cosa, está muy parejo. Y continuó con una broma: –¡gane quien gane, ganamos nos, os galegos!. Algo parecido había dicho Cabanillas, el que fuera diputado de la UCD. Ambos nos reímos, recordando aquella anécdota célebre.
Para mí no es una broma, creo que hemos ganado realmente los gallegos. En primer lugar, porque hemos tenido el más alto porcentaje de votación, de toda la historia. Porque cambiar de un gobierno a otro de forma natural y sin traumas es positivo. Y también porque ahora tenemos un presidente joven y con muchas energías emprendedoras.
Cuando fueron las últimas elecciones, donde se presentara como candidato Manuel Fraga, yo había señalado que era importante el cambio. En mi modesta opinión, siempre consideré necesaria la alternancia en el gobierno. No es bueno gobernar muchos años, ejerciendo el poder.
Como en todos los órdenes de la vida, el ejercicio del mando lleva aparejado rutinas y aspectos burocráticos. Parece ser que el poder termina siendo una adición, por el cual se enferman los políticos, tanto los de derecha como los de izquierda. Y para esta enfermedad, el mejor remedio  es rotar en los gobiernos y dar lugar a las nuevas generaciones.
En la institución que presido, estoy rodeado de jóvenes, personas preparadas, con estudios. Son en este caso las segundas generaciones, las que ya están en condiciones de ser el relevo natural de los que ‘huimos del arado’. Por ello estoy contento, de que un joven como Núñez Feijóo sea el nuevo presidente de Galicia. Yo tuve el honor de estar con él en Galicia y en Salvador y tuve la sensación de que estaba con un gran político, que tenía una proyección enorme. Es joven, tiene experiencia en la administración pública, tiene un pensamiento de centro progresista y es sensible, que es una cualidad muy importante para un político. Es un hombre cercano y contacta con la gente.
La colonia gallega de Salvador y el Hospital Español, entidad que presido, le desea éxitos al nuevo presidente, para seguir modernizando a nuestra Galicia. Quisiéramos que nuestro gobierno tenga políticas más contundentes, para ayudar a nuestros emigrantes más carenciados, realizando inversiones en los centros hospitalarios de la emigración, que atienden a los emigrantes. Muchos de nuestros compatriotas carecen del mínimo sustento, para estar asociados a nuestras entidades sanitarias. No sólo es el caso de nuestro Hospital Español de Salvador, también está el Sanatorio del Centro Gallego de Buenos Aires o Casa de Galicia de Montevideo. Estas entidades tendrían que darle cobertura gratuita a todo emigrante que careciera de recursos, a través de un convenio con la Xunta de Galicia. No podemos permitir que ningún anciano se quede sin sus medicamentos, su alimentación digna o su atención médica. Ellos hicieron también posible la Galicia que hoy todos disfrutamos.
La primera generación de gallegos que llegaron a América está en la última etapa de su vida y hacia ellos debemos de realizar los mejores y solidarios esfuerzos. Sin olvidar las nuevas generaciones, que deberemos integrar en las instituciones y darle un marco de contención, en esta Galicia que estamos construyendo todos, día a día.
Por ello digo y reitero que en estas elecciones hemos ganado todos. Ha ganado Galicia.
A los que se van, les agradecemos todo su trabajo realizado, entre ellos hemos hecho verdaderos amigos. A los que se van y a los que entran, a todos les decimos que todos juntos debemos trabajar por nuestro país, a unos gobernando y a otros ejerciendo el derecho democrático de ser controladores de los que gobiernan. Así es la democracia.

Manuel Antas Fraga es
presidente del Hospital Español de Salvador de Bahía (Brasil)