Opinión

¿Pero Irán no era un ‘régimen’?

¿Pero Irán no era un ‘régimen’?

Cómo se burlaba Hollywood, en los años sesenta y setenta, del adoctrinamiento de la opinión pública en el ‘régimen’ soviético, haciendo una caricatura denigrante del sentido colectivo. Hay que adoctrinar con estilo, carajo, como hace Hollywood. Lo primero es llamar ‘régimen’ al país sobre el que hay que adoctrinar, y la opinión pública media es tan pánfila o irresponsable que ya está medio trabajo hecho. En las tertulias de televisión, si te pones muy serio y engolado puedes decir que las nubes son de algodón y medio país te sigue a pies juntillas como si fueras el meteorólogo de turno. Como expreses lógicos matices a cualquier cuestión, estás perdido, amigo, a tal extremo de incultura política y trazo grueso hemos llegado. En las elecciones presidenciales de Irán ha arrasado el “clérigo Rahaní” (otra: por qué llamarle clérigo, que suena radical, si es un cura normal y corriente, un sacerdote de los de toda la vida), coincidiendo con lo que preveían las encuestas internas del país pero en contra de los opinadores occidentales, que ya tenían ‘su’ candidato para hacer geoestrategia energética. Deben ser los mismos opinadores que sentenciaron sobre la bonanza económica que no hubo, sobre la debacle cubana tras Fidel o la maldad intrínseca y violenta de Euskadi. Si Irán es un ‘régimen’, cómo es posible tanto proceso y vuelco electoral y campañas con proyectos tan distintos y, sin embargo, no son un ‘régimen’ las tremendas dictaduras árabes que financian nuestro fútbol y la Fórmula 1, donde las únicas urnas están para guardar cimitarras de oro. Hay que decir que en Irán las mujeres, que llegan a puestos de máximo poder en el gobierno y ministerios, pueden votar en los consejos municipales pero no para las presidenciales, lo cual es una aberración condenable sin duda, pero es una nimiedad en comparación con la absoluta esclavitud femenina decretada en las tiranías petroleras alabadas por nuestros opinadores oficiales y nuestros gobiernos.