El Centro Euskaro de Montevideo ha celebrado ‘El día de la diáspora vasca’ con una charla del periodista Hernán Luis Sorhuet
Participó de la charla la cónsul general de España, María Victoria Scola Pliego; el presidente de la FIEU, Jorge Torres; la presidenta de la institución, Silvia Ortone Enderiz; y socios de la comunidad vasca en Uruguay.
El periodista del diario ‘El País’, especialista en temas vascos y miembro del instituto de estudios genealógicos del Uruguay, ha disertado sobre los comienzos de la diáspora vasca a nuestro país.
En los años 1520, la expedición de Magallanes ya tenía en su tripulación de segundo jefe a Sebastián Elcano. Siguiendo con la participación de vascos en la fundación de Montevideo. En 1577, el Rey de España nombró gobernador interino del Río de la Plata a Martín García de Loyola. En 1717 llega a Buenos Aires el gobernador Bruno Mauricio de Zabala y en 1724 el mismo Zabala ordena el inicio de la fundación de Montevideo.
También en 1825 figuran como integrantes de los 33 orientales nombres vascos: Manuel Oribe, José Leguizamon, Dionisio Oribe, Pablo Zufriateguy, Norberto y Juan Ortiz y Juan Arteaga.
En la Jura de la Constitución uruguaya en 1830 aparecen: Alejandro Chucarro, Jaime Zudañez, Manuel Errazquin, Manuel Pagola, Cristobal Echevarriarza, Manuel Haedo, Agustín Urtubey, José P. Zubillaga y José Ellauri, todos nombres muy conocidos que están en la nomenclatura del barrio Pocitos.
La nueva República estimula con fuerza la inmigración hacia Uruguay desde Europa para poblar el campo atrayendo a los que tenían oficios de tamberos principalmente. Se estima que entre 35.000 y 40.000 franceses llegaron a Uruguay principalmente vascos.
El diario de Montevideo ‘Le patriote Francaise’ en 1842 ya decía que había 17.000 en su mayoría vascos. El Estado uruguayo ofrecía atractivas oportunidades de empleo y progreso muy superiores a los que se tenían en Euskal Herría. Convirtiéndose Uruguay en el primer país del mundo en recibir inmigración vasca en gran escala.
Cuatro iconos describen a los vascos, su idioma, el Euskera; su tradicional boina, el juego de la pelota vasca, que en esos tiempos era tan popular como el fútbol; y su bandera, la Ikurriña.
Los vascos supieron ganarse la reputación a fuerza de trabajo, educación y honestidad.
La reunión ha sido coronada con los tradicionales pinchos y un vino vasco traído especialmente para la ocasión, el Txacoli.
