Tribuna abierta de Luis Gulín

Vivir en los armarios

Luís Gulín copia
Luís Gulín.

En el mes de noviembre se constituyó en Suiza la Asociación Tesoro reivindicando que las autoridades helvéticas pidan disculpas, así como una indemnización, aunque sea simbólica, para las víctimas que sufrieron las consecuencias del estatuto de trabajador temporal. Esto afecta también a miles de emigrantes gallegos, en concreto a los hijos que tuvieron que dejar en España o que residían de forma ilegal con sus progenitores en tierras helvéticas.

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Luís Gulín.

En el mes de noviembre se constituyó en Suiza la Asociación Tesoro reivindicando que las autoridades helvéticas pidan disculpas, así como una indemnización, aunque sea simbólica, para las víctimas que sufrieron las consecuencias del estatuto de trabajador temporal. Esto afecta también a miles de emigrantes gallegos, en concreto a los hijos que tuvieron que dejar en España o que residían de forma ilegal con sus progenitores en tierras helvéticas.

Un trabajador gallego podía residir como máximo nueve meses por año en Suiza. Tenía derecho a prestaciones reducidas en el ámbito del seguro social y no estaba autorizado a cambiar de empleo durante su estancia. Venía para trabajar durante la temporada, sobre todo en el sector hotelero o de la construcción, y no podía estar acompañado por su familia. En el caso de que ambos cónyuges contaran con un permiso temporal debían dejar a sus hijos en Galicia, obligados a separarse de ellos durante largos meses. Imaginen el sufrimiento de aquella joven madre y aquel padre de la zona de Verín, de la costa da Morte, de la Tierra de Lemos o de Forcarei que dejaban a su hijo con los abuelos o tíos. Pero muchos se arriesgaron y optaron por traerlos ilegalmente a Suiza. Estamos hablando aquí de niños y niñas que tuvieron que permanecer escondidos para evitar ser descubiertos y ser deportados por las autoridades alpinas.

Hasta la fecha de hoy, el miedo es un recuerdo permanente en estos críos, ahora ya en edad adulta. Como miles de niños y niñas extranjeros en Suiza, en particular en los años 60 y 70, se vieron obligados a “vivir en los armarios”, expresión muy típica suiza de esa época. Muchos de los integrantes de la Asociación Tesoro recuerdan incluso que lloraban escondidos en las casas al ver a otros niños jugando fuera en los parques y bosques, sin posibilidad de reunirse con ellos. Si bien no hay cifras oficiales, algunos estudios e investigaciones indican que solamente en los años setenta se detectaron mas de 15.000 casos. Esta situación se mantuvo hasta el año 2002, cuando se suprimió el estatuto de trabajador temporal con la introducción de la libre circulación de personas entre Suiza y la Unión Europea. Actualmente solo hay un estudio detallado sobre los hijos de emigrantes italianos de Marina Frigerio, Niños prohibidos: historias de familias italianas en Suiza entre la clandestinidad y la separación. Las heridas permanecen y el objetivo de esta asociación es sacudir las conciencias de los políticos suizos.

Luis Gulín Iglesias, secretario provincial de Migraciones-PSOE Ourense