La sede, inaugurada en 1937, afianza su identidad

Un deseo natural, una aspiración que nace con las instituciones mismas, es la de afianzar su identidad por medio de elementos tangibles –especialmente la sede propia– que, a la vez dé crédito y prestigio, le concedan la autonomía necesaria para facilitar y mejorar su acción social. Es fácil comprender entonces, la preeminencia que se dio al esfuerzo de alcanzar tal anhelo.

La sede, inaugurada en 1937, afianza su identidad
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Campo recreativo de San Isidro en el que se realizan las fiestas y que recuerdan a las romerías del terruño.

Un deseo natural, una aspiración que nace con las instituciones mismas, es la de afianzar su identidad por medio de elementos tangibles –especialmente la sede propia– que, a la vez dé crédito y prestigio, le concedan la autonomía necesaria para facilitar y mejorar su acción social. Es fácil comprender entonces, la preeminencia que se dio al esfuerzo de alcanzar tal anhelo.

En virtud de ello, algunos procuraron adquirir propiedades, otros, por el contrario, optaron por poseer terrenos amplios en las afueras de Buenos Aires, particularmente en la localidad de San Isidro –como es el caso de Lalín–, donde establecían campos recreativos para la celebración de las famosas, alegres y concurridas fiestas campestres que rememoraban las romerías del terruño. Es importante recordar que el calendario de fiestas de la Sociedad incluye varias celebraciones que se llevan a cabo en el predio de San Isidro.

En 1936, y bajo la presidencia de Antonio Fernández Feijoo, se autorizó, en reunión extraordinaria, la compra de una propiedad en la calle Moreno 1949. José Neira Vidal impulsó, tiempo después, la construcción de un salón de actos en la sede. Al cabo de un tiempo, se emprendió la edificación de un típico patio andaluz.

El 10 de julio de 1937, se inauguró oficialmente la sede social con vistosos e importantes actos sociales. Colaboró en la animación de la fiesta José Iglesias, un notable humorista internacional de destacada actuación en radio y cinematografía, conocido con el seudónimo de Pepe Iglesias ‘El Zorro’. En esa oportunidad, se rindió homenaje a todos los presidentes que en su momento se habían encargado de conducir a la institución y se llevó a cabo un espectáculo de alto nivel artístico en el Teatro Nacional Cervantes.

Posteriores reformas dieron por fruto el edificio que actualmente luce el Centro. Sede que cuenta con modernas instalaciones; un amplio salón para banquetes; salón de bar-restaurante; comedor para socios; salón para reuniones; sala de Comisión Directiva; salas de ensayos para la banda, el conjunto de gaitas y los bailarines. Demás está aclarar que todo esto hubiese sido imposible de llevar a cabo, sino fuese por el esfuerzo desinteresado de todos sus asociados. Cabe consignar además, que la sede social de Lalín es utilizada por instituciones amigas que la han convertido en el lugar de sus celebraciones, en su secretaría y en sitio de reuniones para llevar a cabo eventos culturales, disertaciones y demás. Los lalinenses en particular y la gente de la colectividad en general, encontrarán en el Centro Lalín de Buenos Aires, según sus dirigentes, “calor fraternal, cordialidad acogedora y agradable atención porque ésta ha sido, es y será la casa de todos y para todos”.