La presidenta del Centro Gallego de Bruselas asegura sentirse “un poco utilizada”

Marisol Palomo demanda que se permita una mayor participación a los asistentes al Pleno del Consello

“Las ponencias están hechas y las resoluciones están casi hechas”, asegura la presidenta del Centro Gallego de Bruselas, Marisol Palomo, quien explica que no hubo espacio para la participación de los asistentes al XI Pleno del Consello de Comunidades Galegas que se celebró recientemente en La Habana.

Marisol Palomo demanda que se permita una mayor participación a los asistentes al Pleno del Consello
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Marisol Palomo, en el Centro Rosalía de Castro de La Habana.

“Las ponencias están hechas y las resoluciones están casi hechas”, asegura la presidenta del Centro Gallego de Bruselas, Marisol Palomo, quien explica que no hubo espacio para la participación de los asistentes al XI Pleno del Consello de Comunidades Galegas que se celebró recientemente en La Habana. “Incluso algunas veces las conclusiones no recogían todo lo que se había hablado en la ponencia porque decían que eso ya se trataba en otra”.

Palomo también pide que se dé un tiempo en el Pleno del Consello para que los representantes de las instituciones se presenten y hablen durante un par de minutos sobre su centro, ya que considera que este foro debería servir para que las colectividades se conozcan mejor.

La actual presidenta del Centro Gallego de Bruselas explica que era la primera vez que acudía al Pleno del Consello y que se sintió “un poco utilizada” ya que el Pleno fue muy político. “Yo creo que hay que ser más neutral y ellos fueron allí a buscar votos. Había momentos que parecía un mitin político”, asegura Palomo, quien reconoce que desde el Centro Gallego están pensando la posibilidad de abondar la ‘galeguidade’ “para no tener la imagen de pertenecer a ningún partido político”. “Es triste –explica– pero nos sentimos utilizados y nos preguntamos qué perdemos si renunciamos a la ‘galeguidade”. Palomo asegura que para ser menos políticos el departamento de Emigración “no debería pertenecer al presidente, debería ser una organización independiente en la que estuviera gente de la emigración”.

Palomo, que felicitó al equipo de trabajo por lo bien organizado que estuvo todo, explica que en el Pleno del Consello se encontró de todo. “Yo me acerqué a mucha de la gente mayor –explica– porque ellos son la memoria de la emigración y me emocionaron con sus historias, pero también hubo algunas personas que me tuve que ir de su lado porque no soportaba la defensa del franquismo que estaban haciendo”.

Uno de los temas de los que hablaron los participantes en los momentos de ocio fue el tema del voto rogado. “Hablamos que era muy duro el voto rogado y muchos de los participantes decían que no iban a votar porque parecía que se había hecho para que no votemos”, explica Palomo.

Marisol Palomo es la presidenta del Centro Gallego de Bruselas desde el pasado 16 de enero, en que, después de 40 años, cambió la directiva. “Ha habido un cambio generacional, pero mucha de la gente que estaba antes en la directiva sigue colaborando”, explica Palomo.

El Centro Gallego cuenta actualmente con 3.000 socios, muchos de ellos familiares y en sus actividades participan al año unas 20.000 personas. “Somos el centro más grande de Europa en cuanto a infraestructuras y movimiento”, asegura Marisol Palomo.