Licenciada en Psicología en Buenos Aires, estudia un máster en la Universidad de Vigo orientado a menores en desamparo

María Fernanda Ocampo: “Con el máster espero obtener las herramientas para desarrollarme acá profesionalmente”

Las becas BEME cuentan con una “buena organización”, desarrollan “un buen proyecto” y “brinda herramientas y recursos” a los beneficiarios. Así ve esta iniciativa de la Xunta María Fernanda Ocampo, recién llegada de Argentina con su familia para cursar en Vigo un máster en orientación a menores con problemas de desamparo. Su pretensión es obtener gracias a él “las herramientas necesarias para desarrollarme acá profesionalmente”, comenta.

María Fernanda Ocampo: “Con el máster espero obtener las herramientas para desarrollarme acá profesionalmente”
Maria Fernanda Ocampo1
MarÍa Fernanda Ocampo.

Las becas BEME (Bolsas Excelencia Mocidade Exterior) están pensadas para atraer talento a Galicia, independientemente de las circunstancias que rodean a sus potenciales beneficiarios. De este modo, pueden disfrutar de esta ayuda jóvenes que abandonaron la comunidad autónoma recientemente como consecuencia de la crisis económica desatada en 2008, pero también aquellos que abandonaron Galicia con anterioridad y los descendientes de gallegos que buscan en la tierra de origen de sus progenitores una salida profesional y personal a la situación que se viven en sus respectivos países. 

De las 700 personas que en los últimos cinco años han sido merecedoras de disfrutar de una BEME, muchos son jóvenes, están solteros y recién graduados, mientras que otros llegan con una experiencia laboral que busca complementarse con nuevos conocimientos en una universidad gallega y con una familia detrás que requiere atención y cuidados especiales, sobre todo cuando está integrada también por niños. 

Es precisamente debido a esa circunstancia que asentarse en cualquier otro lugar puede llevar aparejado una serie de problemas que, en un primer momento, cuesta subsanar y hacerlo en Galicia no parece una excepción.

María Fernanda Ocampo Arévalo, llegada de Argentina, junto a su esposo y sus dos niños, para cursar en la Comunidad gallega el máster para el que fue seleccionada hubo de enfrentarse al inconveniente de conseguir piso, porque “al venir con la familia, con los niños, sin avales y sin nómina” no se le puso fácil hacerse con una vivienda, pero, “finalmente, lo logré”, asegura.

De momento, se sostienen con los ahorros que consiguieron en Argentina, ya que su esposo no trabaja, y a la espera de que las circunstancias cambien, una vez finalizado el periodo de formación.

Graduada en Psicología en Buenos Aires, María Fernanda –hija de gallego de A Fonsagrada, que emigró con sus padres al país austral cuando solo contaba dos años– estudia este curso en la Universidad de Vigo un máster orientado a menores en situación de desamparo y conflicto social con la idea de obtener las “herramientas” necesarias para “desarrollarme acá profesionalmente”, dice.

En los últimos tres años, trabajó en Argentina en el ámbito de los derechos de los niños y adolescentes y, una vez finalizado el máster, espera poder “hacer lo mismo” en España; “aportar mi granito de arena”, apostilla.

Como otros muchos solicitantes de la beca, se enteró a través de las redes sociales de las ayudas que puso en marcha la Xunta de Galicia para que los gallegos en el exterior pudieran disfrutar de una beca en la comunidad autónoma y fue gracias a la intermediación de una prima, que entró en el portal ‘GaliciaAberta’ y le puso al corriente de la propuesta.

Desde su punto de vista, las becas BEME son una iniciativa con una “buena organización”, que desarrolla “un buen proyecto” y “brinda herramientas y recursos” para los beneficiarios, concluye.