“Mantener nuestro apoyo a los centros gallegos es hacer justicia ante el impagable trabajo y el esfuerzo de quienes llevan décadas en la emigración”

“Mantener nuestro apoyo a los centros gallegos es hacer justicia ante el impagable trabajo y el esfuerzo de quienes llevan décadas en la emigración”
Diego Calvo, inaugurando unas nuevas instalaciones en el centro de Corcubión en Buenos Aires.

“Mantener nuestro apoyo a los centros gallegos es hacer justicia ante el impagable trabajo y el esfuerzo de quienes llevan décadas en la emigración”. Así de contundente se mostró el presidente de la institución provincial coruñesa, Diego Calvo, durante el viaje que le llevó por Argentina, Brasil y Uruguay, en una visita que le permitió conocer de primera mano el trabajo que se realiza en los centros gallegos en el exterior. Con todos ellos se comprometió a mantener el apoyo en los próximos años, pese a la delicada situación económica que atraviesa nuestro país.
El objetivo principal de la Diputación de A Coruña como Administración Pública ha sido, es y será velar por sus ciudadanos. Por eso, desde la institución que preside Diego Calvo, y a través de sus programas de ayudas, nunca se olvida a los gallegos que tuvieron que dejar sus casas y sus lugares de origen para emigrar a otros países en busca de un futuro mejor.
Latinoamérica fue uno de los principales destinos de estos gallegos. Una vez allí, las personas que compartían raíces, situación y, en muchos casos, problemas, se unieron para crear centros y sociedades. Éstas fueron numerosas, especialmente en Argentina, Uruguay y Brasil, donde se encuentra el mayor número de personas oriundas de la comunidad gallega.
El objetivo de estas colectividades era en un principio mantener sus vínculos con Galicia, tanto en el ámbito cultural como en el social.
Pero, con el tiempo, se fueron convirtiendo en centros que prestaban servicios públicos para sus asociados en campos como la salud o la formación. Algunos de ellos se convirtieron en puntos claves para la asistencia de los emigrantes, como es el caso de los hogares para mayores.
Por eso, y porque la Diputación de A Coruña es consciente de que sufren las consecuencias de una situación económica problemática, Diego Calvo comprometió mantener el apoyo económico demostrado hasta ahora. El titular de la Diputación habló con todos los directores y responsables de los centros visitados acerca de sus particulares situaciones económicas, así como de sus necesidades más urgentes.
Las ayudas de la Diputación de A Coruña han ido destinadas a colaborar en la financiación de parte de su funcionamiento, como son los gastos ordinarios, básicos para el desarrollo de sus actividades pero para los que, en muchas ocasiones, no cuentan con medios suficientes para poder hacerles frente.
Otra parte importante de las ayudas provinciales han ido destinadas a la realización de pequeñas reparaciones o actuaciones de conservación en los locales sociales. También se han utilizado para dotar de mobiliario y equipamiento a estos centros, y mejorar así los servicios que estas entidades prestan a los asociados.
Éste fue el caso de los convenios firmados con las asociaciones que la Sociedad Unión Partido Judicial de Órdenes, la Sociedad Centro Arzuano Melidense, la Asociación social y cultural Santa Comba de Xallas y la Sociedade Parroquial de Vedra tienen en Buenos Aires.
Mención aparte merece la colaboración que año tras año se viene estableciendo con aquellas organizaciones que dedican sus esfuerzos a la atención de los mayores, generalmente emigrantes gallegos de primera generación, tales como el Hogar Gallego para Ancianos de Buenos Aires, el Hogar Español de Montevideo, o la Residencia Santiago Apóstol de Río de Janeiro.
Con todas estas instituciones la Diputación de A Coruña mantiene un contacto permanente, interesándose por sus inquietudes y necesidades, ya que los múltiples y cuantiosos gastos que supone su funcionamiento no logran cubrirse con las aportaciones de los residentes y las ayudas estatales.