Según explicó la profesora Blanca García Fernández-Albalát en la Casa de Galicia en Madrid

La religión, el ritual y el simbolismo, rasgos culturales de los celtas en Galicia

La ‘celticidad’ de Galicia, demostrada por la lengua, consiste en rasgos culturales que incluyen parámetros más amplios que la tipología arqueológica, como es la profundidad de la religión, el ritual y el simbolismo.

La religión, el ritual y el simbolismo, rasgos culturales de los celtas en Galicia
Los intervinientes posan con miembros de la Asociación.

La ‘celticidad’ de Galicia, demostrada por la lengua, consiste en rasgos culturales que incluyen parámetros más amplios que la tipología arqueológica, como es la profundidad de la religión, el ritual y el simbolismo. Así lo sostuvo la arqueóloga coruñesa especialista en religión celta y miembro de ‘Los Amigos de la Cultura Celta’ Blanca García Fernández-Albalát en la conferencia ‘La celticidad de Gallaecia: Discusiones y estado de la cuestión’, que impartió en la Delegación de la Xunta en Madrid-Casa de Galicia.

García Fernández-Albalát fue presentada por el coordinador de actividades culturales de la Casa, Ramón Jiménez, que lo hizo en nombre del delegado de la Xunta, José  Ramón Ónega, que no pudo asistir, y por José Cerdeira, coordinador de la Asociación de Amigos de la Cultura Celta, muchos de cuyos miembros siguieron las explicaciones de la conferenciante.

A lo largo de su intervención, García Fernández-Albalát expuso las razones de la confusión entre los investigadores celtistas y anticeltistas sobre el poblamiento prerromano de Gallaecia. La disyuntiva, mantuvo, partió en primer lugar de la crítica al nacionalismo decimonónico que buscaba en los celtas las raíces de diferenciación de Galicia y, en segundo lugar, del descubrimiento de las culturas celtas centroeuropeas.

Según la especialista, el error residió en que en la crítica política al nacionalismo no se reparó en las investigaciones realizadas concienzudamente teniendo en cuenta los autores clásicos que situaban a los celtas en varios enclaves de la Península Ibérica. “Los arqueólogos tampoco tuvieron eso en cuenta y sólo consideraron celtas a las culturas centroeuropeas de Hallstatt y La Téne”, observó.

No obstante, resaltó que la lingüística vino en ayuda de los investigadores demostrando la celticidad de la lengua de enclaves como Gallaecia, Tartessos o la cultura de Golaseca en la región de los lagos lombardos.

En su presentación, Ramón Jiménez destacó que Blanca García Fernández-Albalát es licenciada en Prehistoria y Arqueología por la Universidad de Santiago de Compostela y doctora en Historia Antigua por esta misma Universidad. También que es especiaista en religión celta en general y en la celtogalaica en particular, rama en la que se enmarcan tanto su tesis doctoral como sus publicaciones, entre las que destaca ‘Guerra y Religión en la Gallaecia y Lusitania Antiguas’, así como que ha ejercido la docencia en Historia Antigua en la Universidad de Santiago y en Arqueología Clásica en la Universidad de Vigo y su profesión de arqueóloga en la empresa Arqueoloxía do Noroeste. En la actualidad se dedica a la investigación sobre los santuarios celtas de Galicia.

Por su parte, Cerdeira recordó algunos de los hitos de la trayectoria de la todavía joven Asociación de la Amigos de la Cultura Celta, como la presencia de algunos de sus miembros, hace pocos años, en el Desfile de la Hispanidad en Nueva York, con su atuendo típico, lugar donde considera que sintieron la necesidad de defender “esa parte de nuestra cultura, que no sé si es un 15 o un 20 por siento pero sí que está muy arraigada”.

También el “bautismo” de la Asociación en 2009 en el congreso que celebró en Ávila; su visita al “telúrico” San Andrés de Teixidó; “la necesidad de establecer puentes de comunicación entre la Universidad y la calle, para que la cultura no sea algo interno entre profesores, ni quede al margen de la sociedad”; anteriores actos celebrados en la Casa de Galicia y el reciente viaje de los miembros de la Asociación a Bretaña, con Blanca García Fernández-Albalát como guía, en busca de la cultura celta y “el contacto con nuestros ancestros, entre gente que parece sentir más interés por nosotros del que nosotros manifestamos por ellos”.