Integrantes del grupo Anaquiños da Terra, que representó a los gallegos de Lisboa en el VI Encuentro

Francisco Guisado: “Es un orgullo estar en el Día da Galicia Exterior porque nos reunimos con grupos de todo el mundo con el mismo sentimiento”

Los gallegos en Portugal estuvieron representados en el Día da Galicia Exterior por la agrupación Anaquiños da Terra, una entidad vinculada al Centro Galego de Lisboa que fue fundada en los años 50 por los gallegos que, entonces, “emigraban hacia el otro lado del Miño” en busca de mejores condiciones de vida, comenta su delegado, Francisco Guisado de Barros e Vasconcellos.

Francisco Guisado: “Es un orgullo estar en el Día da Galicia Exterior porque nos reunimos con grupos de todo el mundo con el mismo sentimiento”
Lisboa-Anaquiños da Terra
El grupo Anaquiños da Terra de Lisboa, durante su participación en el Día da Galicia Exterior.

Anaquiños, cuyo nombre surgió como manera de expresar esos “pedacitos de la tierra gallega” que la emigración se llevó a Lisboa, se ocupó en todo este tiempo de poner en valor la “cultura y el arraigo de las gentes de Galicia” en la capital lisboeta, como quedó demostrado en la preservación de las procesiones por el día del Apóstol o el de San Amaro de Alcántara, aclara Francisco Guisado.

Anaquiños comenzó como grupo de cantares y después incorporó la música y el baile a sus actividades, de lo que dio muestra el pasado día 9 en Santiago, con motivo de la celebración del VI Día da Galicia Exterior. 

El acontecimiento representa mucho para los integrantes de la agrupación, cuyo delegado consideró “un orgullo” estar ese día en la capital de Galicia, “porque nos reunimos grupos de otras comunidades de España y de todo el mundo que tienen el mismo sentimiento que nosotros”, comentó.

Y es que “Santiago es nuestra capital –prosiguió–, donde están todas las raíces” de los que salieron hacia Lisboa y que hoy conforman el grupo y también de los que no tienen vinculación con la tierra, porque los hay “nacidos en Galicia, de varios grados, incluso de tercer grado, pero también curiosos portugueses a los que les gusta la gaita y la música gallega y se incorporan al grupo”, comenta.

Lo importante en este caso es “enseñarles lo que es Galicia, el lugar donde nació Castelao, Curros, Rosalía”, que son personajes “fortísimos de nuestra cultura”.  

La emigración gallega a Lisboa fue “de las primeras y más fáciles” de cuantas se sucedieron a lo largo de la historia, ya que los emigrantes “cruzaban” y se instalaban en la capital, donde abrieron “tabernas, casas de pasto, restaurantes, aguaderos” y donde también se dedicaban a la construcción. 

“Después evolucionaron –continúa Guisado– y sacaron carreras, y algunos llegaron a empresarios, abogados…”.

Hoy en día, la gallega “ya es una colonia ilustre” en Lisboa, a donde principalmente se trasladaron personas procedentes de Pontevedra y de Ourense, porque era en esas provincias donde la “emigración era más fuerte”, puntualiza.

Guisado de Barro, empresario de profesión, pertenece a una familia de gallegos emigrados de Pías (Ponteareas) que allá por 1800 iban a Lisboa por negocio y pasaban temporadas en la capital portuguesa. Tenían negocios de restauración, de pasto y de hoteles. Entre ellos se había arraigado la costumbre de casarse con una gallega y de dar a luz en Galicia, pero fue su abuelo, asegura, el primero en romperla al contraer matrimonio con una portuguesa. El siguiente en imitarlo fue su padre, y desde entonces “vivimos entre Lisboa y Galicia”, pero a “Galicia la llevamos siempre en el corazón”.

Licenciado en Administración de Empresas, Guisado tiene negocios en el apartado de la agricultura y la cultura, entre otros sectores.

Asimismo, forma parte de la directiva del Centro Galego de Lisboa, una directiva “nueva”, dice, que le está “dando más ánimo al Centro”.