El escritor lucense Ramón Pernas presenta en Madrid su última novela, ‘En la luz inmóvil’
La Casa de Galicia en Madrid acogió la pasada semana la presentación de la última novela del periodista y escritor lucense Ramón Pernas, ‘En la luz inmóvil’, editada por Algaida y ganadora del XI Premio Internacional de Novela ‘Emilio Alarcos Llorach’.
La Casa de Galicia en Madrid acogió la pasada semana la presentación de la última novela del periodista y escritor lucense Ramón Pernas, ‘En la luz inmóvil’, editada por Algaida y ganadora del XI Premio Internacional de Novela ‘Emilio Alarcos Llorach’. En la presentación intervinieron, además del propio autor, el delegado de la Xunta de Galicia en Madrid, José Ramón Ónega; el director adjunto de ‘ABC’, Luis Ventoso; el director de ‘ABC Cultural’, Fernando Rodríguez Lafuente; y el editor Miguel Matellanos. Disertaron ante más de un centenar de personas que acudieron al acto, entre quienes se encontraban los escritores José Manuel Otero Lastre, Milagros Frías y Juanjo Armas Marcelo, el periodista Elías Rodríguez, el empresario Francisco Cal Pardo y el exministro de Cultura César Antonio Molina.
Ónega evocó su vinculación con el mar de Viveiro, paisaje común con Ramón Pernas y escenario de la novela y valoró que Pernas “escribe que enamora” y que el libro se inicia con una frase que incita a la lectura: “El mundo no está de acuerdo conmigo cuando reivindico la nostalgia”.
Matellanes destacó que la novela ha recibido el Premio Emilio Alarcos Llorach y la calidad del jurado que lo otorgó en esta edición, en el que se hallaban dos académicos, y apreció la idoneidad de la Casa de Galicia en Madrid como lugar de presentación en tanto que los personajes de la novela se conocen en Galicia pero se reencuentran en Madrid.
Para Rodríguez Lafuente esta obra “es la novela de un apasionado por la vida, por la Literatura y por el amor” y “la experiencia de la vida trucada en experiencia literaria”, una novela que podría haberse llamado “El verano en que leí a Cesare Pavere”, porque su sombra y obra recorre todo el libro. Resaltó el paso del tiempo como elemento de fuerte presencia en la novela y la existencia en ella de un lugar mítico, Vilaponte, que identificó con Viveiro, así como la construcción de los personajes y los muchos novelistas que se citan en ella.
Ventoso resaltó que se trata de una novela muy vivida y que la ha escrito un hombre que ha vivido momentos irrepetibles como el tránsito de la Galicia del panteísmo, algo mágica y arraigada a la tierra, a la actual –una morriña que, dijo, describe de maravilla– y la transición política española “que le coge en primera línea de obra, peleando por la democracia”.
Ónega evocó su vinculación con el mar de Viveiro, paisaje común con Ramón Pernas y escenario de la novela y valoró que Pernas “escribe que enamora” y que el libro se inicia con una frase que incita a la lectura: “El mundo no está de acuerdo conmigo cuando reivindico la nostalgia”.
Matellanes destacó que la novela ha recibido el Premio Emilio Alarcos Llorach y la calidad del jurado que lo otorgó en esta edición, en el que se hallaban dos académicos, y apreció la idoneidad de la Casa de Galicia en Madrid como lugar de presentación en tanto que los personajes de la novela se conocen en Galicia pero se reencuentran en Madrid.
Para Rodríguez Lafuente esta obra “es la novela de un apasionado por la vida, por la Literatura y por el amor” y “la experiencia de la vida trucada en experiencia literaria”, una novela que podría haberse llamado “El verano en que leí a Cesare Pavere”, porque su sombra y obra recorre todo el libro. Resaltó el paso del tiempo como elemento de fuerte presencia en la novela y la existencia en ella de un lugar mítico, Vilaponte, que identificó con Viveiro, así como la construcción de los personajes y los muchos novelistas que se citan en ella.
Ventoso resaltó que se trata de una novela muy vivida y que la ha escrito un hombre que ha vivido momentos irrepetibles como el tránsito de la Galicia del panteísmo, algo mágica y arraigada a la tierra, a la actual –una morriña que, dijo, describe de maravilla– y la transición política española “que le coge en primera línea de obra, peleando por la democracia”.