LA FUNDACIÓN BARRIÉ ACOGE EN VIGO LA EXPOSICIÓN DEL FOTÓGRAFO CORUÑÉS SOBRE LA EMIGRACIÓN A AMÉRICA ENTRE 1957 Y 1963

La emigración a través del objetivo de Martí

La fotografía fue su pasión y a ella dedicó 70 de sus 89 años de vida. Alberto Martí inmortalizó con su cámara momentos inolvidables de la historia de Galicia, entre ellos, el adiós de los emigrantes. Las instantáneas, recopiladas bajo el título ‘Os adeuses’, se pueden contemplar hasta el 22 de mayo en la sede en Vigo de la Fundación Barrié de la Maza.
La emigración a través del objetivo de Martí
 Alberto Martí y Ramón Villares, acompañados de Javier López Martínez –izda.–, Alfonso Cabaleiro y Lucía Molares, muestran la foto del emigrante que retornó a Galicia y acabó sus días comiendo en la ‘cocina económica’ de A Coruña.
Alberto Martí y Ramón Villares, acompañados de Javier López Martínez –izda.–, Alfonso Cabaleiro y Lucía Molares, muestran la foto del emigrante que retornó a Galicia y acabó sus días comiendo en la ‘cocina económica’ de A Coruña.

La fotografía fue su pasión y a ella dedicó 70 de sus 89 años de vida. Alberto Martí inmortalizó con su cámara momentos inolvidables de la historia de Galicia, entre ellos, el adiós de los emigrantes, esos rostros anónimos que, a finales de los años 50 y principios de los 60 del siglo pasado, embarcaban en los puertos de A Coruña y Vigo con lágrimas en los ojos y un futuro incierto. Las instantáneas, recopiladas bajo el título ‘Os adeuses’, se pueden contemplar hasta el 22 de mayo en la sede en Vigo de la Fundación Barrié de la Maza.


La fotografía tiene una deuda perpetua con la emigración, porque a ese fenómeno social que impregnó de lágrimas la reciente historia de España –y más concretamente, la de Galicia– debe, en parte, su razón de ser. Pero la emigración tiene también una deuda pendiente con el arte de la fotografía, porque nada mejor que una cámara para captar e inmortalizar el dolor de la despedida.
Es por eso que, más allá de la pretensión de saldar de un modo tácito una deuda pendiente, fotografía y emigración, como si de una necesidad se tratara, aparecen casi siempre “unidas”, y así lo resaltó el presidente del Consello da Cultura Galega (CCG), Ramón Villares, durante la inauguración en Vigo de la exposición ‘Os Adeuses’, del fotoperiodista coruñés Alberto Martí, que incluye 73 instantáneas –en su archivo, cuenta con más de 1.000– de la partida hacia América de cientos de emigrantes gallegos desde los puertos de Vigo y A Coruña, entre los años 1957 y 1963.
‘Os adeuses’, título rescatado de un discurso pronunciado por Otero Pedrayo, en el que definió a Galicia como “terra dos adeuses”, está pensada para traer a la memoria de los gallegos una etapa vivida con dolor, pero en silencio. De lo que se trata, según Villares, es de “poner en valor el fenómeno migratorio, porque sin la emigración muchos pueblos estarían peor de lo que están”.
Con su cámara, que empezó a manejar a la edad de 12 años, Alberto Martí contribuyó a la causa a la que alude Villares y muchos de los momentos más trágicos vividos en Galicia a mediados del siglo pasado pudieron ser captados gracias a una sensibilidad de la que, con 89 años, este veterano de la fotografía todavía no ha podido desprenderse.
¿Cuál fue el momento que más le impactó de estas despedidas? Sin dudar, Martí alude a la imagen de aquella niña que ejercía de madre con sus tres hermanos cuando, juntos, se disponían a embarcar rumbo hacia América para reunirse con sus padres. Aún niña, “se le veía con cara de responsabilidad”, confiesa Martí, quien todavía conserva grabado en su memoria el sentimiento de pesar que le producía “ver el sacrificio de la gente que se tuvo que marchar”. Aunque nunca vivió la emigración en carne propia, le llamaba la atención “lo que sufrían y lloraban los que se despedían”.
Por eso, los relatos no acaban ahí. Su sensibilidad le provoca –incluso en el día en el que él es protagonista– traer a colación el caso de un emigrante que, tras un tiempo en el extranjero, decidió volver a Galicia y acabó sus días comiendo en la ‘cocina económica’ de A Coruña. Con su cámara, Martí supo inmortalizar el rostro del fracaso, pero también, de un modo subliminal, reflejar el amor por su tierra de los que un día se vieron obligados a abandonarla por razones únicamente de subsistencia.
Impulsada por el CCG y el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) y comisariada por José Caruncho, la muestra, que ya adquirió protagonismo en A Coruña, permanecerá en la sede de la Fundación Pedro Barrié de la Maza, en la Calle Policarpo Sanz de Vigo, hasta el 22 de mayo y recorrerá varias ciudades de Galicia, porque de los puertos de A Coruña y Vigo también partieron durante años gentes del interior de Galicia abrumados por el hambre.
Estructurada en tres áreas: la ‘Ida’, la ‘Vuelta’ y el ‘Buque Santa María’, algunos de los protagonistas de aquella epopeya todavía viven y, durante la exposición en A Coruña, algunos “vinieron a verla”, lo que esperan se pueda repetir en Vigo y en las restantes ciudades en las que recale la muestra, que se completa con un reportaje sobre la peripecia del buque ‘Santa María’, que cubría la ruta Caracas-Lisboa-Vigo, secuestrado por el Directorio Ibérico de Liberación en enero de 1961. El buque pudo regresar al puerto de Vigo en febrero de ese mismo año y allí también estaba Martí para inmortalizar el momento.
Al acto de inauguración de la muestra en Vigo acudieron la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares; el secretario xeral de Medios de la Xunta, Alfonso Cabaleiro; y el director de la Fundación Barrié, Javier López Martínez. Y es que la fotografía es un “tema recurrente” en las exposiciones de la Fundación, dijo López Martínez, quien considera que en Galicia, son dos los asuntos que hay que favorecer: la educación y la emigración, y éste último de un modo especial, porque “muchas familias quedaron suspendidas de su relación” por la obligación de abandonar el lugar de origen, apuntó Javier López.