LAS MUESTRAS PERMANECERÁN HASTA EL 29 DE ABRIL

Cristina Fernández Núñez y Rafael Gil Cerracín exponen en la Casa de Galicia en Madrid

La pintura cobra protagonismo en la sede de la Delegación de la Xunta en Madrid, donde, hasta el 29 de abril, permanecerán expuestas las exposiciones ‘Listen. Silent’, de Cristina Fernández Núñez, y ‘Estampas de Galicia’, de Rafael Gil Cerracín.
Cristina Fernández Núñez y Rafael Gil Cerracín exponen en la Casa de Galicia en Madrid
  Cristina Fernández Núñez posa ante de los cuadros de la exposición.
Cristina Fernández Núñez posa ante de los cuadros de la exposición.
La pintura cobra protagonismo en la sede de la Delegación de la Xunta en Madrid, donde, hasta el 29 de abril, permanecerán expuestas las exposiciones ‘Listen. Silent’, de Cristina Fernández Núñez, y ‘Estampas de Galicia’, de Rafael Gil Cerracín.
La muestra de pintura de la artista viguesa, que permanecerá en las salas A y L, incluye una selección de casi una treintena de cuadros de diferentes formatos.
La joven creadora juega con las palabras ‘escucha y silencio’, que en inglés suenan muy similar y además utilizan casi los mismos caracteres. “Para escuchar, es necesario el silencio y también dicho al revés tiene sentido”, dice.
En el acto de inauguración, el coordinador de Actividades de la ‘Casa de Galicia’, Ramón Jiménez Pérez, recordó que “Cristina vuelve a exponer en esta Casa después de ocho años de ausencia. Si en aquella ocasión los protagonistas de su muestra fueron sus exquisitos y modernos bodegones, en esta lo son sus meditados y atormentados paisajes”.
En su intervención, la autora, tras el siempre bien acogido capítulo de agradecimientos, en el que no dejó de citar a la Casa y todo su personal –desde el director hasta los montadores–, familia y amigos, aprovechó para dar unas cuantas sugerencias para disfrutar de los efectos ópticos que algunos  cuadros brindan al espectador. “Según el lugar en el que se coloque, la percepción de la obra va a ser diferente. La obra no cambia, pero la percepción sí, y hasta puede apreciarse en ella movimiento, que por supuesto no existe”. Esto ocurre, por ejemplo en la titulada ‘Calquera lugar da costa’, un díptico a 90º, realizado para ser colocado en el vértice de dos paredes, que despertó gran expectación y ante el que pasaron con mucha curiosidad la totalidad de los asistentes.
El paisaje unifica toda la exposición y junto con los efectos ópticos, también está el juego de combinar “la soltura de las pinceladas con las líneas que atraviesan o interrumpen los paisajes”. La finalidad de “estas intromisiones” es el dejar patente la intervención humana, “líneas arquitectónicas, que permiten intuir su presencia”. Y por último está otro grupo, “pinturas encajadas queriendo con el continente reforzar el carácter de la propia pintura como imágen, como una postal para el recuerdo”.
Cristina Fernández Núñez crea sus propios paisajes gallegos “que no corresponden a ningún lugar en concreto”, pero que son capaces de ofrecer esa indescriptible atmósfera que caracteriza el ambiente de la Tierra.


Técnicas diversas
En la muestra de Rafael Gil Cerracín tienen cabida paisajes y rincones de ciudades y lugares gallegos. Obras, por otra parte, realizadas con las más diversas técnicas: óleo, acuarela, técnicas mixtas, fotografía, dibujo a pluma, grabado y programas de ordenador, disciplina de la que es docente.
Ramón Jiménez destacó “el afecto a Galicia que destilan las imágenes de la muestra” y seguidamente dio paso al presentador del artista, Eusebio Lillo. Para Lillo, que citó a diferentes autores, “nuestro amor por el paisaje hoy en día es un amor pre-ocupado. Parece que hemos avanzado poco… quizás nunca antes la sociedad ha ido tan deprisa para no ir a ninguna parte”. También añadió: “En esta exposición, Rafael nos invita y nos traslada a Galicia. Su sobras son como ventanas que nos permiten contemplar y recrearnos en la meditación y el silencio que nos brindan”.
Por su parte, Gil Cerracín, tras destacar “la hospitalidad de la Casa”, quiso compartir con los asistentes al acto de inauguración su “forma de representar esta querida tierra”, centrándose especialmente en sus vivencias personales como “la experiencia del Xacobeo, 100 kilómetros del Camino Francés que el año pasado hice con mi hija Inma”.
La exposición está compuesta por 25 cuadros, entre los que no faltan cruceiros, hórreos, elementos de la arquitectura popular, pazos, plazas, jardines, playas, etc.
Escribe el realizador de televisión y amigo personal del artista, Armando Leal, en el catálogo: “Con perfiles y líneas duras, y colores saturados, el conjunto de estas estampas dibuja los lugares, tan queridos por el pueblo gallego, de construcción y conformación de su propia identidad y tradición”.